El Gobierno español expresa su malestar por la llegada del 'Tireless' a Gibraltar

El Ejecutivo pide que la visita del submarino nuclear sea "lo más breve posible"

El submarino nuclear británico Tireless ha llegado hacia las 11.00 a la base naval de Gibraltar, donde permanecerá varios días, pese a que el Gobierno le pidió en diversos contactos que suspendiera la visita. El Ejecutivo ha pedido que la presencia del submarino sea "lo más breve posible" y espera que el "incidente" se resuelva cuanto antes. Tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha afirmado que el Ejecutivo hizo saber al británico en varias ocasiones que se trataba de un acto no amistoso, algo que no ha impedido que fina...

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El submarino nuclear británico Tireless ha llegado hacia las 11.00 a la base naval de Gibraltar, donde permanecerá varios días, pese a que el Gobierno le pidió en diversos contactos que suspendiera la visita. El Ejecutivo ha pedido que la presencia del submarino sea "lo más breve posible" y espera que el "incidente" se resuelva cuanto antes. Tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha afirmado que el Ejecutivo hizo saber al británico en varias ocasiones que se trataba de un acto no amistoso, algo que no ha impedido que finalmente el submarino llegase al Peñón.

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El submarino ha hecho su entrada en la bahía en medio de fuertes medidas de seguridad y ayudado por remolcadores gibraltareños. El regreso del Tireless, que pasó un año varado (llegó en marzo de 2000) mientras fue reparada su avería, ha provocado el malestar y la repulsa de las plataformas ciudadanas, asociaciones ecologistas y partidos políticos, que incluso han llegado a calificar la visita de "provocación". Según la embajada británica en España, el HMS Tireless permanecerá atracado en el puerto de Gibraltar durante un periodo de cinco días, con motivo de un viaje recreativo de su tripulación.

Sin embargo, un portavoz británico de Exteriores no ha especificado esta mañana el tiempo que el Tireless permanecerá en Gibraltar, aunque ha señalado que la visita será "corta", a la vez que ha insistido en que la seguridad está garantizada por ser un asunto de "suprema importancia" para la Marina británica. El submarino ha sido escoltado por la policía civil y militar, apoyadas con pequeñas embarcaciones de la Armada, "algo habitual ante la llegada de buques de guerra o submarinos de este tipo", según la capitana de la base naval de Gibraltar, Katherine Prudhoe, quien ha rechazado que las medidas respondan a una amenaza de protestas ecologistas.

Malestar en el Gobierno español

Esta nueva escala del submarino ha provocado que el Gobierno español exprese al embajador británico en nuestro país un "profundo malestar". Además, ha advertido de que marcará "un punto negativo" en las relaciones bilaterales. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha asegurado que el Gobierno no tomará represalias por el momento, pero que sí analizará el impacto de la visita en las relaciones con el Reino Unido.

El defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, ha cursado una queja de oficio para solicitar a su homólogo en Gibraltar y al delegado del Gobierno en Andalucía, José Antonio Viera, sendos informes sobre los posibles riesgos que pueda suponer la llegada del submarino nuclear. En declaracion a la Cadena SER, Chamizo ha afirmado que pese a que Reino Unido asegura que el submarino no tiene ninguna avería "no nos fiamos de Londres".

Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, mantuvo anoche una conversación telefónica con el embajador británico en España, según fuentes de la Junta. En esta conversación, Chaves calificó de "inaceptable" la llegada del submarino porque suscita una "profunda inquietud" y desoye el clamor y la protesta ciudadana. En su anterior visita, el Tireless llegó a Gibraltar en marzo de 2000 con una avería en el reactor de propulsión que lo retuvo fondeado en el muelle del Peñón durante casi un año, lo que provocó una gran polémica debido a la falta de información proporcionada a la población sobre los posibles riesgos de contaminación radiactiva y a que este puerto no tenía la clasificación necesaria para acometer reparaciones de naves nucleares.

El submarino nuclear británcio Tireless arriba al puerto de Gibraltar.EFE

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