La policía detiene al atracador y libera ilesos a los rehenes secuestrados en Alcalá de Henares

El individuo había exigido a la policía medio millón de euros y un helicóptero para huir

Un hombre armado, al parecer de origen rumano, entró poco antes de la una de la tarde en una sucursal bancaria de Alcalá de Henares (Madrid) y, tras exigir que se le entregase una cantidad de dinero aún sin determinar, se atrincheró en el edificio con un numeroso grupo de rehenes. Tras más de siete horas de secuestro, durante las que dejó en libertad a todas las personas retenidas excepto dos, un mediador de la policía logró convencerle para que se entregara. Nadie ha resultado herido.

El atracador, que al parecer tiene 19 años y responde al nombre de Ovidio Antón, entró aproximadamente...

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Un hombre armado, al parecer de origen rumano, entró poco antes de la una de la tarde en una sucursal bancaria de Alcalá de Henares (Madrid) y, tras exigir que se le entregase una cantidad de dinero aún sin determinar, se atrincheró en el edificio con un numeroso grupo de rehenes. Tras más de siete horas de secuestro, durante las que dejó en libertad a todas las personas retenidas excepto dos, un mediador de la policía logró convencerle para que se entregara. Nadie ha resultado herido.

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El atracador, que al parecer tiene 19 años y responde al nombre de Ovidio Antón, entró aproximadamente a las 12.45 del mediodía en la oficina de Banco Bilbao Vizcaya sita en la calle de Libreros de la localidad madrileña. Vestido con una gabardina negra larga y gafas de sol, "como Keanu Reeves en [la película] Matrix", según una testigo entrevistada por la Cadena Ser, iba pertrechado con un arma larga y otra corta, según fuentes policiales.

Una de las personas que en ese momento se encontraban dentro de la sucursal (cerca de una veintena, según algunas fuentes) alertó al teléfono de Emergencias 112 de que se estaba produciendo un atraco. Con la llegada de la policía, el atracador se hizo fuerte dentro de la sucursal, manteniendo a los rehenes a punta de pistola. Sin embargo, poco después liberó a todas las mujeres, y se quedó sólo con cuatro personas secuestradas, según afirmó él mismo por teléfono.

Los Grupos Especiales de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional tomaron posiciones alrededor de la oficina, instalaron un perímetro de seguridad y desalojaron o encerrando en sus viviendas a los vecinos de los edificios contiguos. A primera hora de la tarde, el secuestrador liberó a un rehén, un conserje del Ayuntamiento local, al que encargó transmitir sus peticiones a la policía: más de un medio millón de euros, un helicóptero para huir, y un traductor para entenderse con los agentes, puesto que apenas habla castellano.

A última hora de la tarde, el atracador ha liberado a otro rehén —con lo que ya sólo quedaron dos dentro del banco— a cambio de un televisor para seguir la cobertura del secuestro. Además, amenazó con suicidarse si no se atendían sus exigencias antes de las diez de la noche, según aseguró un compatriota y compañero de piso que pudo hablar con él. A la postre, el secuestrador se entregó a la policía: salió de la sucursal bancaria en compañía del mediador, y aparentemente tranquilo. Los dos rehenes fueron encontrados ilesos dentro del edificio.

Imagen de televisión del despliegue policial en torno a la sucursal bancaria escenario del atraco.

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