La nueva ministra de Educación, Milagros Tolón, ensalza “a los que trabajan por un sistema público, justo e igualitario”
Los sindicatos docentes apremian a la nueva titular a concretar la reforma del profesorado y advierten con salir a las calles
Milagros Tolón ha tomado este martes el relevo en la cartera de Educación de su antecesora, Pilar Alegría, ensalzando a “todos y todas los que han trabajado y han luchado por un sistema educativo público, justo e igualitario”. Tolón tiene por delante el objetivo de concluir la reforma educativa que los socialistas pusieron en marcha tras llegar al Gobierno en 2018. Especialmente en lo que atañe al profesorado, cuyos sindicatos de enseñanza han manifestado este lunes su impaciencia y han apremiado a Tolón a cerrar las negociaciones que llevan abiertas desde principios de año. La nueva ministra ha asegurado que tiene confianza en que logrará llegar a acuerdos con las comunidades autónomas (la mayor parte de las cuales están en manos del PP) y la comunidad educativa.
Titulada en Magisterio y en Geografía e Historia, Tolón, de 57 años, era hasta ahora delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, fue diputada autonómica en dicha comunidad y en el Congreso, y alcaldesa de Toledo. En el acto de traspaso de la cartera de Educación ha estado acompañada en el estrado, además de por Alegría, que será la candidata socialista en las elecciones de Aragón previstas para febrero, de varios de sus nuevos compañeros de gabinete: la Ministra de Igualdad, Ana Redondo García; el de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres Pérez; la de Vivienda, Ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez García; y la de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, que ha sumado este lunes una nueva responsabilidad también de la mano de Alegría. Junto a ellas, en un costado, estaba el expresidente castellano-manchego José Bono.
Antes de iniciar su carrera política, la nueva ministra fue durante 14 años profesora de enseñanza para personas adultas. Y este lunes ha recordado aquella etapa como una de las más importantes de su vida. “Tuve el privilegio de enseñar a leer y escribir a personas mayores, sobre todo a mujeres. Mujeres que sentían vergüenza por no saber leer, escribir y tenían muy baja autoestima. Cada palabra aprendida era para ellas una conquista, cada frase escrita, un acto de dignidad y de libertad. Ellas y ellos me enseñaron que nunca es tarde para aprender y que la educación no es cuestión de edad, sino de voluntad y esperanza. El futuro de nuestro país empieza en las aulas”, ha declarado.
Exigencia sindical
De entrada, la nueva ministra se va a encontrar con unas centrales de enseñanza que encaran en menos de un año elecciones sindicales y están impacientes después de casi un año negociando con el ministerio una amplia reforma de las condiciones en las que dan clase más de 800.000 docentes. El acuerdo ha avanzado a un ritmo muy lento en estos meses. Y aunque de momento se ha concretado en un principio de acuerdo en torno al descenso del número de estudiantes por clase y a la reducción de las horas lectivas de los docentes de la educación pública, incluso la aplicación de esas cuestiones resulta incierta, ya que el Gobierno va a tramitar los cambios mediante un proyecto de ley para el que necesitará reunir apoyos en el Congreso.
Después de felicitarla por su nombramiento, los sindicatos se han lanzado a marcar sus prioridades. CC OO le ha reclamado que, además de concretar la bajada de ratios y horario, se dé prisa en abordar otros aspectos de la reforma del profesorado que están sobre la mesa. Como la equiparación salarial de los maestros con los docentes de secundaria, la recuperación de las jubilaciones anticipadas que se suprimieron tras el estallido de la crisis financiera de 2008, y mejoras en las infraestructuras y climatización de los centros educativos. “Si la ministra apuesta por la educación pública nos tendrá a su lado, si no, nos encontrará en las calles”, ha advertido la secretaria general de la Federación de Enseñanza de CC OO, Teresa Esperabé.
UGT también ha reclamado a la ministra que acelere la negociación con “determinación y energía”; “los grupos [negociadores] están constituidos, y el equipo de trabajo heredado tiene la experiencia y el conocimiento necesario” para cerrar en poco tiempo nuevos acuerdos”. CSIF ha apremiado a Tolón a actuar teniendo en cuenta “la altura de la legislatura y la urgencia de los asuntos pendientes”, a la vez que ha valorado “que se haya roto la costumbre de compatibilizar la cartera ministerial con la portavocía del Gobierno”.