Una ocurrencia educativa del Gobierno de Ayuso sin financiación ni información: 1º y 2º de ESO en colegios
¿En qué cabeza cabe juntar adolescentes y niños en un mismo patio y en un mismo centro sin poner ni un orientador más, ni profesores específicos de secundaria?
Hay cosas que cuesta mucho entender. Y otras que, directamente, es imposible comprender. Lo último del gobierno de Ayuso en Madrid, sinceramente, pertenece a este segundo grupo. Resulta que ahora, nuestros chavales, en vez de pasar de primaria al instituto como se lleva haciendo décadas y se hace en toda Europa,...
Hay cosas que cuesta mucho entender. Y otras que, directamente, es imposible comprender. Lo último del gobierno de Ayuso en Madrid, sinceramente, pertenece a este segundo grupo. Resulta que ahora, nuestros chavales, en vez de pasar de primaria al instituto como se lleva haciendo décadas y se hace en toda Europa, se van a quedar dos añitos más en el colegio, haciendo 1º y 2º de la ESO ahí, apretaditos con los niños de primaria. Y cuidado, porque esto lo venden como un avance revolucionario, pero lo único que hace es retrocedernos 30 años en el tiempo, como si alguien echara de menos la vieja EGB.
Lo más curioso es que te lo venden con un lacito muy mono: dicen que los chavales estarán mejor, más protegidos y tranquilos. Vamos, que como en los institutos hay acoso, drogas y hasta bandas juveniles, lo mejor será no ir al instituto. Pero la realidad es otra bien distinta, porque ¿en qué cabeza cabe juntar adolescentes y niños en un mismo patio y en un mismo centro sin poner ni un orientador más, ni profes especializados en adolescentes, ni siquiera aulas específicas para secundaria? Todo esto, por supuesto, con una inversión de cero euros según los presupuestos de Educación para 2025. Una auténtica maravilla educativa.
Esto que se sacan de la manga, además, no es ni siquiera un CEIPSO de verdad, que sería al menos Infantil, Primaria y ESO completa (los cuatro cursos). Es solo hasta 2º de ESO. ¿Entonces qué ganan nuestros hijos con esta genialidad? En vez de cambiar de cole con 12 años, lo harán con 14, justo cuando están en mitad de la adolescencia y necesitan más estabilidad. ¿De verdad alguien cree que ese es el momento ideal para hacer cambios?
Y para rematar la faena, dicen que habrá comedor escolar para estos cursos. Suena genial, pero se olvidan de decirte la letra pequeña: que las becas solo cubren la mitad y que muchas familias no pueden asumir el gasto, que ronda los 150 euros al mes por hijo. Así que el comedor será maravilloso… para el que pueda pagarlo. Los demás, que se busquen la vida.
Tampoco se entiende qué harán con el bilingüismo, bandera educativa de Madrid desde hace años. Si ahora agrupan materias en ámbitos, que es lo que quieren hacer (un solo profe para varias asignaturas), ¿cómo piensan mantener la enseñanza bilingüe? Porque claro, matemáticas se dan en castellano y ciencias en inglés. ¿Y si es el mismo profe quien las da unificadas, qué hace? ¿Mitad de la clase en un idioma y la otra mitad en otro? Vamos, que ni lo han pensado. Y si al final no agrupan asignaturas, tendrán profesores interinos yendo y viniendo por varios centros, con contratos a cachos, precarios y mal pagados. Otro espectáculo más del modelo Ayuso.
Esta idea, aparte de improvisada y sin fundamento pedagógico real, es ilegal según la normativa actual (LOE y RD 132/2010), porque esos centros no cumplen con los requisitos mínimos para impartir secundaria. ¿Dónde están los laboratorios, las aulas específicas de plástica, tecnología o música? ¿En el patio? ¿En el pasillo? Igual piensan que la calidad educativa no necesita esas cosas.
Un paso atrás para la educación pública
Al final todo esto parece más un retroceso a un modelo educativo superado, a esa EGB que se dejó atrás hace más de 30 años, en vez de avanzar hacia modelos educativos europeos y modernos. Es una vuelta atrás sin sentido, improvisada y sin inversión alguna, con la única intención real de ahorrarse construir más institutos en los barrios que más lo necesitan. Y sin norma que respalde esta ocurrencia, ni información a la familias, a las que se obliga, en estos días, a tomar una decisión forzada y desinformada. En definitiva, un paso atrás para la educación pública madrileña disfrazado de innovación.
Lo que necesitamos es justo lo contrario: más inversión, más profesorado, mejores instalaciones y una educación pública digna para todos. Lo que no necesitamos son inventos chapuceros que solo nos hagan retroceder en el tiempo y perder calidad educativa. De experimentos, con gaseosa, por favor. Con la educación pública no se juega.