La policía desaloja a los estudiantes que habían ocupado el decanato de Filología de la Universidad de Sevilla
El Rectorado justifica la acción por el “avance de la hostilidad” de los acampados, que han pedido la dimisión del rector por permitir la entrada “violenta” de los agentes
La Policía ha desalojado esta noche a los alrededor de 40 estudiantes que desde este mediodía habían decidido ocupar el decanato de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla, en la sede del Rectorado, en la Fábrica de Tabacos. Esta decisión motivó que el Rectorado ordenara el cierre del acceso a este edificio, en pleno centro de la capital andaluza, donde desde hace cuatro semanas llevan acampados los universitarios en protesta por la guerra de Gaza.
Poco antes de las 23.45 de la noche varios antidisturbios conseguían abrirse paso por la puerta del decanato que los estudiantes trataban de cerrar con sus cuerpos y un mueble. Instantes después, uno de los policías golpea con la porra a unos de los jóvenes que se encontraba más cerca de la puerta para tratar de acceder, tal y como se aprecia en las imágenes difundidas por la cuenta X de los estudiantes acampados, en el momento en que los agentes entran a la estancia. En otro post se escucha a una de las estudiantes gritar que uno de sus compañeros está herido con un corte en el brazo mientras se observa a un antidisturbios tratando de inmovilizar a otro alumno. “Así trata la policía a una protesta estudiantil no violenta. Vergüenza para las fuerzas de “seguridad” y para la Universidad de Sevilla”, decía el tuit.
“Estamos asustados”, reconocía una de las estudiantes que formaba parte de la ocupación a este diario a través de WhatsApp, cuando todavía estaban dentro del despacho del decanato. Esta interlocutora explicaba que el compañero herido tiene 18 años y que la media de los que están encerrados ronda entre esa edad y los 23 años. La policía ha procedido a identificar a los jóvenes que en el momento de publicar esta información seguían dentro del despacho del decanato. Pasada la medianoche empezaron a salir al exterior del Rectorado, según confirmaba la universitaria, conmocionada por la experiencia. Los agentes se llevaron todos los enseres y pertenencias de la acampada en un camión de mudanzas. Los estudiantes han convocado una concentración en protesta por el desalojo a las seis de esta tarde frente al Rectorado.
El rector justifica la acción y los universitarios piden su dimisión
El rector de la US, Miguel Ángel Castro, ha justificado el desalojo a través de un comunicado difundido a primera hora de la mañana de este martes. En él critica la actitud “inaceptable” del “conjunto de personas” que en las últimas semanas habían ocupado el césped que rodea al edificio de la Fábrica de Tabacos “deteriorándolos progresivamente”, en referencia a los espacios universitarios, y “limitando el libre movimiento y desarrollo de las actividades” de la universidad. “Las actuaciones de estos individuos han ido incrementando su hostilidad y agresividad en las últimas fechas”, continúa la nota en la que se refiere al “asalto del decanato” del lunes, en el que montaron barricadas “con material de nuestro mobiliario” y “han agredido a una persona contratada en nuestra institución”. Por este motivo y “ante el preocupante avance de la hostilidad y la gravedad de los acontecimientos”, se solicitó a la Delegación del Gobierno que procediera al desalojo e identificación de quienes habían invadido el decanato y que desmantelara la acampada levantada la lonja del edificio, recordando que tiene catalogación de Bien de Interés Cultural. “Durante esta madrugada se ha producido la atención de ambas solicitudes”.
La nota concluye advirtiendo de que en la US “nadie es más que nadie” y “cada uno tiene la responsabilidad democrática que nos hemos otorgado en nuestro sistema de autogobierno”. “No permitiremos que nadie vulnere eso”. Fuentes de la Delegación del Gobierno confirman que a lo largo de la noche de ayer se procedió a la identificación de 50 personas que se habían encerrado en el despacho del decanato de Filología, sin que se detuviera a ninguna de ellas. Los estudiantes han reaccionado exigiendo la dimisión de Castro en otra carta por permitir la entrada “violenta” de los antidisturbios en la universidad. Cuestionan que no se refiera a ellos como universitarios o miembros de la US y que en ningún momento haya hecho alusión al genocidio en Gaza.
Medidas “insuficientes”
Los estudiantes anunciaron este lunes un encierro indefinido como una “nueva escalada de la presión social al equipo rectoral” que los acampados considera que no ha sido suficientemente contundente en su decisión de cortar los vínculos con las universidades israelíes que no hayan condenado la guerra del Gobierno de su país contra el pueblo palestino. Para ellos, la decisión adoptada por el claustro el pasado 27 de mayo “es insuficiente”. “Solo se suspendieron temporalmente las relaciones con dos universidades israelíes hasta que estas se comprometieran con la paz, una condición que carece de criterios claros y no garantiza una interrupción duradera de los vínculos académicos”, han indicado en una nota enviada a los medios de comunicación. Los estudiantes también cuestionan que Castro, “se niegue a nombrar el genocidio contra el pueblo palestino como tal y sigue hablando de un conflicto, como si se tratará de una guerra entre iguales”. “No se ha hecho mención alguna a las relaciones de US con empresas y entidades financieras patrocinadoras del genocidio como el banco Santander”, indicaron los alumnos en un comunicado difundido por los organizadores de la acampada.
“Lo que queremos es que el rector corte relaciones con toda entidad israelí o que colabore con el genocidio. Queremos que el rector hable con nosotras directamente”, contaba a este diario esa misma interlocutora durante la tarde. La universitaria explicaba que sus compañeros se estaban comportando pacíficamente, algo que han reiterado a lo largo del día en sus redes sociales: “El decano ha entrado a coger cosas suyas, lo ha hecho con total tranquilidad porque nosotras no estamos aquí para agredir a nadie”, ha explicado la alumna que se quejaba de que en todo el día nadie con responsabilidad en la US había tratado de ponerse en contacto con ellos.
El rector reaccionaba a lo largo de la tarde enviando un comunicado a los profesores de la universidad: “Con este mensaje deseo informaros de que el Rectorado, esta misma tarde, ha tomado la decisión de cerrar el acceso al edificio de Fábrica de Tabacos. A última hora de la mañana de hoy (lunes), la Facultad de Filología y la de Geografía e Historia han sido ocupadas por un grupo de manifestantes que han bloqueado los pasillos con mobiliario sacado de nuestras aulas; seguidamente, han ocupado las dependencias del Decanato de Filología y algunas zonas de la planta alta, lo que ha obligado al desalojo del edificio” .
Los estudiantes acampados consideran que con la escalada de la ofensiva israelí de los últimos días, las medidas adoptadas por la US no son suficientes. El rector, siguiendo las decisiones de sus colegas de otras universidades andaluzas, en consonancia con la conferencia de rectores (CRUE), acordó suspender temporalmente el convenio de intercambio académico, científico y cultural con la Universidad Ben-Gurion, las actividades de movilidad con la Technion-Israel Institute of Technology y las correspondientes a los tres proyectos de investigación actualmente vigentes de programas europeos con las universidades israelís incluidas, hasta que las mismas no muestren “un firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario”. También anunciaba un plan de acción de ayudas para alojamiento, comida y seguros para miembros palestinos de la comunidad universitaria; así como ayudas de apoyo a las universidades palestinas.
Los estudiantes acampados ya manifestaron ese mismo día su oposición a esas medidas por considerarlas tibias. Conforme los distintos rectores de las universidades andaluzas fueron anunciando la ruptura de sus vínculos con programas y otros centros universitarios de Israel, las acampadas en protesta por la guerra de Israel en Gaza se fueron levantando, salvo la de Sevilla, cuyos protagonistas demandan decisiones más firmes por parte de su rector y mantener una reunión con él para abordar sus reivindicaciones.
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