El accidentado inicio de curso en la Universidad de Sevilla
Hasta cinco facultades suspenden clases por falta de profesores. En otros casos son el resto de docentes del departamento los que suplen esa ausencia
Laura García —que prefiere no dar su nombre real― estudia tercero de Periodismo en la Universidad de Sevilla (US). Desde que comenzó las clases el pasado 11 de septiembre aún no ha podido asistir a la asignatura de Periodismo multimedia. “Nos han dicho que tienen que contratar al profesor”, explica. Esta misma semana, un cartel en la puerta del aula le advertía de que el jueves no fuera a la clase de Periodismo político y económico, “dicen que por un reajuste están esperando a contratar a uno de los profesores” que la imparten. “Son tres docentes y la que nos dio las primeras clases se despidi...
Laura García —que prefiere no dar su nombre real― estudia tercero de Periodismo en la Universidad de Sevilla (US). Desde que comenzó las clases el pasado 11 de septiembre aún no ha podido asistir a la asignatura de Periodismo multimedia. “Nos han dicho que tienen que contratar al profesor”, explica. Esta misma semana, un cartel en la puerta del aula le advertía de que el jueves no fuera a la clase de Periodismo político y económico, “dicen que por un reajuste están esperando a contratar a uno de los profesores” que la imparten. “Son tres docentes y la que nos dio las primeras clases se despidió esta semana y de momento nos han dicho que no acudamos más”, indica.
Como ella, son muchos los afectados por la suspensión de clases debido a problemas con la contratación de docentes y la incorporación de profesores que cuentan con plaza, pero a los que todavía no se les ha asignado por retrasos en su resolución. “Al menos hay 10 departamentos de cinco facultades en las que se han suspendido las clases, mientras que en otras son los profesores de los departamentos los que están asumiendo más horas para cubrir las ausencias”, explica Teresa López Soto, delegada de CC OO del Personal Docente e Investigador en la US. Entre las facultades perjudicadas se encuentran las de Ciencias Económicas y Empresariales, Filología, Psicología o Educación, según el recuento de la plataforma PrecariUS, que aglutina a los profesores sustitutos interinos y que lleva años ocupando docencia estructural. Estos esperan la resolución de las plazas de ayudante doctor convocadas en noviembre de 2022 y a las de marzo de 2023.
Tanto la plataforma como la organización sindical coinciden en que parte de los problemas se deben a la ralentización en el proceso de incorporación a sus nuevos puestos. De las 205 plazas de ayudante doctor que se convocaron en noviembre de 2022 —tras un parón de casi tres años por la pandemia, hay un total de 4.600 profesores, de los que 1.600 tienen contrato de duración determinada― solo se adjudicaron un 15% en julio y su incorporación no ha comenzado hasta principios de septiembre. Muchas siguen pendiente de resolución. “Primero nos dijeron que era mejor que no nos incorporáramos con el curso empezado, pero a 1 de septiembre aún falta por asignarnos al 30%”, señala David Alemany, que lleva tres años como interino en Filología alemana y que obtuvo su plaza fija en esa convocatoria. En peor situación están los 100 compañeros cuyos puestos se mantienen congelados desde marzo. En la plataforma calculan que si hay unos 600 profesores interinos y se han convocado 300 plazas, aún hay otro centenar de puestos que deberían salir como ayudante doctor. “Mientras tanto, esos puestos los cubren interinos que pueden estar cobrando entre 600 o 1.000 euros mensuales, cuando deberíamos cobrar en torno a los 2.000″, abunda Alemany.
La Universidad de Sevilla relativiza estos problemas que, sostiene, son “incidencias aisladas en algunos centros que se están solucionando con celeridad”, de acuerdo con las fuentes cercanas al rectorado consultadas, que aseguran que “son habituales en cualquier comienzo de curso” y que cifran “por debajo del 1% [de incidencias]”. Sobre la incorporación de los 205 de ayudantes doctores, se asegura que el proceso “se ha completado con normalidad en un 90% y que el resto se incorporará en los próximos días” y justifican los retrasos en que algunos candidatos se han presentado a varias plazas y el respeto de los plazos del procedimiento es lo que ha provocado la demora en su incorporación.
Varios profesores titulares han confirmado a este diario que desde sus departamentos les han indicado que deben impartir las clases con profesores aún no asignados, para suplir la ausencia. “En Ingeniería Técnica falta por asignar un contrato de 18 créditos que están cubriendo los docentes”, señala López. En Prehistoria y Arqueología hay 45 créditos a la espera de que se contrate a un profesor sustituto, lo que implica la presencia de dos docentes a tiempo completo y uno a tiempo parcial, indican fuentes de esa facultad y dos grupos del Grado de Educación Primaria están sin profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales de tercero, aseguran algunos alumnos. “Esto es lo que hacemos, cubrirnos, damos más créditos de los que tenemos asignados, pero la diferencia es que por primera vez muchos directores de departamento han dicho que ya no se hacen más horas”, indica Alemany.
“Cada contratiempo se traduce en que nos falta personal”
Algunos jefes de departamento han querido visibilizar los problemas para poder atender a la demanda de clases ante la falta de profesores contratados. “Como director del departamento de PETRA, lamento mucho no poder dar respuesta a toda nuestra carga docente. Nosotros hemos hecho todos los esfuerzos posibles, pero resulta imposible impartir todos los grupos con el profesorado que tenemos”, señalaba el pasado 13 de septiembre en su cuenta de X, Javier López-Cepero, profesor titular de Psicología de la US. En su hilo explicaba que este curso les ha tocado empezar con dos docentes menos y que en el último momento les han permitido buscar dos suplentes (sustitutos interinos).
“La motivación de mi tuit fue la de transmitir al alumnado que estos problemas no se derivan de la falta de interés del profesorado. Nosotros buscamos las soluciones usando los resortes de que disponemos, pero los procesos burocráticos son muy lentos y eso termina por generar situaciones como esta”, explica a este diario López-Cepero. “Creo que es importante que esto se sepa, somos trabajadores públicos y creo que está bien que haya transparencia cuando surgen desajustes”, abunda. Él sostiene que el problema de base es que el profesorado universitario no se ha recuperado de la crisis de 2008 que obligó a ajustar las plantillas. “Cada contratiempo se traduce en que nos falta personal, pero no creo que sea un problema específico de la US, sino del sistema universitario español”, puntualiza.
“No se están resolviendo nuestras plazas, pero se están haciendo nuevas contrataciones de interinos”, llama la atención Alemany. Entre los implicados a los que aludía López-Cepero, también se encuentran los alumnos. El Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla ha manifestado su preocupación al Vicerrectorado de Personal Docente e Investigador tras recibir varias quejas por parte de compañeros. “Nosotros estamos haciendo nuestro propio estudio sobre qué profesores están ausentes y en qué asignaturas que vamos a finalizar este viernes y el Vicerrectorado nos ha trasladado un correo muy extenso sobre el desarrollo del inicio del curso, vamos a analizarlo todo y entonces veremos”, indica su delegado, Alfonso Campuzano.
Mientras las fuentes universitarias hacen un llamamiento a la calma y aseguran que la normalidad se alcanzará en la próxima semana, Clara, Alba y Lola —que también piden anonimato―, estudiantes de segundo de doble grado de Filología Clásica e Hispánica, ven como queda menos de un mes para su examen de recuperación de la asignatura Literatura Hispanoamericana I: de la colonia al modernismo, fijado para el 19 de octubre. “El primer día de clase fuimos al aula y estaba vacía. Nos reunieron a las dos clases de por la tarde y nos dijeron que de momento íbamos a estar sin profesor durante las dos primeras de clase, y que después nos dirían si se incorporaba en la tercera o tendríamos que esperar más”, dice la primera. “No sabemos cuál va a ser el temario, porque eso, nos dicen, corresponde determinarlo al profesor de la asignatura, tampoco quién nos hará el examen si no se incorpora o si las lecturas obligatorias van a seguir siendo las mismas”, añade la segunda. “Al ser segunda matrícula, el precio es más caro, pero son muchas horas de clase que no estamos dando, sin que podamos recuperar el dinero y sin saber tampoco cómo vamos a recuperar las clases perdidas”, advierte la tercera.
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