Los profesores españoles, entre los que menos incentivos reciben para integrar la tecnología en sus clases
Un nuevo informe de la OCDE pone de manifiesto las dificultades de los países para adaptarse al modelo de enseñanza ‘online’ que requiere la pandemia
Desde que la covid obligó al cierre de las escuelas el pasado marzo en España, salieron a la luz las grietas tecnológicas de un sistema educativo obsoleto. Al hecho de que el 14% de los 8,2 millones de estudiantes de enseñanzas no universitarias no disponía de Internet en casa o de...
Desde que la covid obligó al cierre de las escuelas el pasado marzo en España, salieron a la luz las grietas tecnológicas de un sistema educativo obsoleto. Al hecho de que el 14% de los 8,2 millones de estudiantes de enseñanzas no universitarias no disponía de Internet en casa o de dispositivos digitales suficientes, se sumó la falta de competencias digitales de los docentes. Un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha puesto de manifiesto que el profesorado español está entre los que menos incentivos recibe “para integrar dispositivos digitales en la enseñanza”. En este punto, España está más de 40 puntos por debajo de la media de los países de la OCDE.
“Esta crisis (en alusión a la pandemia) ha puesto al descubierto las carencias de muchos sistemas educativos en todo el mundo”, ha dicho este martes Andreas Schleicher, máximo responsable del informe PISA ―que mide las competencias de los alumnos de 15 años en matemáticas, ciencias y comprensión lectora de 79 países― en la presentación del estudio Effective Policies, succesful schools (en español, Políticas efectivas, prácticas de éxito en los colegios). El análisis ha sido elaborado a partir de las respuestas aportadas por los directores de centro y los alumnos en el informe PISA 2018, en el que España obtuvo sus peores resultados en ciencias y mostró un estancamiento en matemáticas. “Todos los países deberían hacer más esfuerzos para asegurar que todos los centros educativos disponen de los recursos necesarios para ofrecer a los alumnos igualdad de oportunidades”, ha añadido Schleicher.
En el informe PISA 2018, en el que se examinó a 36.000 alumnos de 15 años de 1.102 institutos, se realizaron diferentes preguntas a los directores de centro relacionadas con los recursos digitales a su alcance. En términos generales, España salía bien parada. Por ejemplo, mientras la media de los países de la OCDE mostraba que el 96,1% de los ordenadores de los centros estaban conectados a Internet, en España lo estaban el 99%. Otro indicador señalaba que según el 52% de los directores sus centros disponían de una plataforma de aprendizaje online “efectiva”, frente al 54% de media de la OCDE. Sin embargo, hubo una cuestión en la que España salió gravemente perjudicada: solo el 11,5% de los directores afirmó que el profesorado “recibe incentivos para integrar dispositivos digitales en su enseñanza”, es decir, en su forma de dar clase, frente al 56,7% de media del resto de países (en Alemania hicieron esa afirmación el 45,4% de los directores; en Italia el 49,4%, y en Francia el 71,8%).
Según el informe Covid-19 y educación: problemas, respuestas y escenarios, publicado por la Fundación Cotec el pasado abril tras analizar los datos del informe PISA 2018, en España hay diferencias significativas en las habilidades con las que cuentan los docentes para integrar herramientas digitales en el aula en función de la titularidad del centro. Mientras el 75,5% de los directores de la privada y el 68,9% de la concertada aseguraron que los docentes que trabajan en sus centros dominan esas técnicas, tan solo lo hizo el 45,5% de la pública.
“En la pública la formación es voluntaria y no está ligada a la equipación tecnológica del centro; en cambio, en la privada suelen ser planes integrales que implican compra de material y formación obligatoria”, explica Mariano Fernández Enguita, catedrático de la Complutense. Además, hay otro factor, explica: “En la privada, basta con que el director quiera ir en esa línea, mientras que en la pública el director tiene que consensuar con el claustro el uso de la tecnología en el aula, y si un profesor se niega, nada se puede hacer”, añade.
Escasez de personal docente
Otro de los puntos en los que España muestra la debilidad de su sistema educativo es en el índice de escasez de personal docente. Mientras la media de los países de la OCDE se sitúa en el 0,01, los directores de los centros españoles reportaron un 0,33 ―la media europea está en el 0,05―. Tal y como se remarca en el informe, el incremento de una décima en el índice de escasez de personal supone una pérdida en el rendimiento académico en comprensión lectora de 0.9 puntos en España. En cambio, las condiciones laborales de los docentes son mejores en España: mientras el 88% tienen contratos a tiempo completo, la media en los países de la OCDE el del 80% (79% en la UE).
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