La receta de las empresas centenarias
EL PAÍS y Siemens celebraron un encuentro en el que tres responsables de compañías con historia hablaron sobre su transformación
De las más de tres millones de empresas activas que hay en España, las centenarias suponen una pizca: unas 300. Son viejos robles en constante evolución. Han logrado sobrevivir a un mercado cada vez más competitivo, transformándose continuamente y liderando sectores estratégicos. Han sorteado conflictos, crisis globales y disrupciones tecnológicas, sacando pecho de su gran capacidad de adaptación y su habilidad para anticipar los cambios. Son un ejemplo en un contexto donde la vida media de una compañía ronda los 13,5 años y solo el 17% de las creadas en la última década sobrevive.
La receta de esta longevidad es un equilibrio entre tradición y vanguardia. En donde los principios perduran aunque los retos cambien. “Cuando nuestros fundadores, los hermanos Siemens, iniciaron la compañía, decidieron que la responsabilidad, la innovación y la excelencia serían sus pilares. Hemos cambiado muchas veces de portafolio, de estrategia y de actividades, pero hemos mantenido muy claros estos valores”, afirmó Fernando Silva, consejero delegado de Siemens España. La empresa, fundada en Alemania hace 178 años y establecida en la península Ibérica hace 130 años, ha sabido ajustarse a cada época. Hoy es un campeón europeo de patentes. En 2024 presentó 1.830 solicitudes ante la Oficina Europea de Patentes (OEP). Tiene en total, 41.700 licencias concedidas en el mundo. “La tecnología evoluciona a una velocidad increíble y hay que estar siempre preparándose”, resaltó Silva.
El espíritu pionero y la visión sobre una independencia industrial, que actualmente se pone en valor, han sido ingredientes fundamentales para que Airbus entre en este grupo de empresas centenarias. “Al principio [hace 102 años, cuando se fundó la firma] éramos una empresa muy modesta, construyendo aviones bajo licencia. El nacimiento y la transición a Airbus se corresponden con un propósito y una visión: ser capaces de diseñar aeronaves en su ciclo de vida completo, algo que nunca se había hecho en Europa”, dijo Francisco Javier Sánchez, presidente de Airbus España. “Esa visión de tener la autonomía estratégica, ahora tan relevante, fue lo que nos movió en los primeros años, y ese propósito nos ha traído hasta nuestros días”, recalcó en un evento organizado por EL PAÍS y Siemens, titulado La aportación de empresas centenarias a la digitalización de la economía española.
Cuando se creó Airbus, todos los aviones eran estadounidenses. “Un grupo de visionarios se preguntó: ‘¿por qué no seremos capaces de diseñar aviones de pasajeros en Europa?’ Y fuimos capaces. Diseñamos el Airbus A300, nuestra primera aeronave, y hoy somos líderes del mercado global”. Sánchez lamentó que sean pocas las compañías que viven más de cien años. “Airbus es un modelo de éxito e integración europea, del que lamentablemente no tenemos muchos ejemplos”.
Ese espíritu pionero no basta. Para que una empresa se mantenga vigente es imprescindible que se adapte de forma acelerada. “El negocio es una cuestión de anticipación”, subrayó Jordi Llach, consejero delegado de Nestlé España. El directivo indicó que escuchar al consumidor es la base. “Entender qué es lo que necesita y luego satisfacer esas necesidades de una manera consistente y relevante, dando confianza y haciendo las cosas de la mejor manera posible”, destacó en el encuentro, celebrado el pasado miércoles en Madrid.
Llach explicó que cuando la firma se fundó, en 1866, era un emprendimiento familiar que creaba una harina lacteada para salvar la vida de bebés que no se podían alimentar de la leche materna. “Entender ese compromiso y ese origen con el que nace la empresa te llena de valores que, si los mantienes y los refuerzas, te permiten ir innovando y adaptándote a esa nueva realidad sin perder esa esencia”, aseguró. En el escenario actual —con conflictos armados, guerras arancelarias y grandes cambios tecnológicos—, mantener los valores vivos es todo un desafío.
“El reto es entender cuáles son las prioridades estratégicas de nuestros clientes, cuáles son sus procesos, cuáles son los objetivos”, destacó Silva. “Intentamos adaptarnos, pero es cierto que los retos geopolíticos son una sorpresa cada día, y más con el señor [Donald] Trump”, añadió. Siemens, sin embargo, está preparada para responder a las necesidades de sus usuarios con nuevas soluciones que incorporan tecnologías punteras, la fuerza de un ecosistema, la atracción y el desarrollo de talento local, que en conjunto redundan en eficiencias en los usuarios de sus tecnologías. Por ejemplo, con los sistemas de análisis de datos de la firma se ha logrado reducir el consumo energético de los locales de El Corte Inglés en más de un 15%. Otras herramientas que generan resultados son la combinación de la IA con el gemelo digital. “Cada vez más hablamos del metaverso industrial, que es la capacidad de simular cualquier actividad, infraestructura o industria en tiempo real y de forma inmersiva. ¿Cómo lo hacemos? Con Nvidia, que tiene los únicos chips o GPUs que lo pueden hacer, y con Microsoft, que tiene el Co-pilot, la tecnología para incorporar la IA en todo este entorno”, detalló.
Digitalización
El proceso de digitalización ha sido un cambio de época para empresas como Airbus. “Antes, los aviones se diseñaban en papel. Se dibujaban a escala real, uno a uno. Había planos que ocupaban una habitación entera. Los ingenieros se tumbaban en el suelo y calculaban a mano”, recordó Sánchez. Hoy en día, un avión entero, con toda su complejidad, es un producto 100% digital. “En nuestras plantas, desde hace años, ya no tenemos papel. Pasamos directamente de los planos a las tablets”, afirmó. Ahora, la empresa quiere dar el siguiente paso a la realidad aumentada. “En nuestras fábricas, puedes ver a los trabajadores con lo que llamamos HoloLens, que les permiten entrar en el avión y dividirlo en capas. Puedes ver la estructura del avión real y, superpuesto, el cableado, los soportes”. Incluso, es posible navegar, literalmente, por la aeronave y todo ello tiene una incidencia en la calidad del producto final. En términos de innovación y sostenibilidad, quizás el mayor reto de la firma es la construcción del avión de hidrógeno. “Sin duda, el mayor reto tecnológico que podemos tener como industria en las próximas décadas”, dijo el directivo. Se espera que esté listo en la década de 2040.
El cambio climático es, igualmente, una de las prioridades entre las firmas centenarias. Para Nestlé, es el punto álgido de su operación. “Dos tercios, incluso un poquito más, casi el 70% de las emisiones de CO2 están en los ingredientes, no en las fábricas o en la distribución. Están en el campo y en las vacas”, reconoció Llach. “Si no actuamos ahí, podemos ir contando películas muy bonitas de que nuestras fábricas son cero emisiones, pero no estamos atacando toda la cadena de valor”, agregó. Y por eso apuesta por una agricultura regenerativa. Ese paso, añadió el ejecutivo, realmente hará que el sistema alimentario sea sostenible. El objetivo es vivir otros 100 años.