Jorge Cosmen (Alsa): “Nos gustaría estar en la segunda fase de la liberalización ferroviaria”
“La empresa que no crece, muere”, reconoce el presidente de la compañía de transportes, que busca profundizar su internacionalización y entrar en segmentos alternativos relacionados con la nueva movilidad sostenible
Humildad, honestidad, humanidad y humor. Son las cuatro haches en las que el fundador de Alsa, José Cosmen, centraba su estilo de liderazgo. Las que su hijo Jorge (Oviedo, 56 años), al frente de la compañía de transportes, trata de replicar, según explicaba en el reciente congreso de la Asociación para el Progreso de la Dirección, en Santiago de Compostela, donde se produjo esta entrevista. Orgulloso de un legado de 101 años que tilda de inspirador y con la responsabilidad que acarrea proporcionar un servicio básico esencial de transporte público y dar empleo a más de 17.000 personas, el presidente de la compañía es fiel a las enseñanzas de su progenitor y repite una de ellas como un mantra: “La empresa que no crece, muere”.
Y por eso Jorge Cosmen Menéndez-Castañedo quiere seguir pisando el acelerador de una firma que vive un momento dulce (su facturación alcanzó 1.340 millones de euros el pasado año, con un crecimiento del 18,7% y un beneficio operativo de 157,4 millones, un 29,2% más). El ejecutivo sostiene que han pasado de “ser autobuseros” a “ser una operadora de transportes multimodal” y es consciente de los retos que plantea la movilidad, donde cada vez tienen más competidores, desde empresas públicas gigantes hasta operadores locales, pasando por plataformas tecnológicas, dice.
Pregunta. En 2023, con el centenario de Alsa, batieron su récord de ingresos y beneficios. Y este año crecen a ritmos del 23%. ¿Cómo prevé el cierre del ejercicio?
Respuesta. Esperamos un año bueno, estaremos un poco por encima del año pasado, pero nos quedan unas semanas que son muy relevantes, nos jugamos mucho en la época de Navidad y una nevada puede cambiar las proyecciones. Es un año positivo en España, sobre todo por el tirón del turismo. Notamos que hay cambio de hábitos o de tendencias: la gente tiende a viajar más en espacios más cortos, en salidas de fin de semana. Y también vemos que las curvas de demanda se aplanan, pero se hacen más extensas porque hay más gente que trabaja desde casa. Somos optimistas, pero, como siempre, con nubarrones, porque hay temas que solucionar.
P. ¿Cuáles son esos temas?
R. Son temas que impactan, desde generar un lugar atractivo para trabajar y que no haya escasez de mano de obra, a cómo nos adaptamos al cambio tecnológico o cómo ser competitivos.
P. ¿Cómo intentan solucionar la falta de personal que afecta a todo el sector?
R. Con diferentes iniciativas. Por un lado, en este sector, que siempre se había visto como muy masculino, hemos hecho un programa específico para que sea atractivo para las mujeres que está funcionando muy bien. También intentamos que cerca del 98% del personal pueda dormir en casa para compaginar la vida profesional y la personal.
P. En 2025 se suprimen las ayudas públicas al transporte, ¿cómo cree que les va a afectar?
R. Con la bajada del precio hemos apreciado que la gente viaja más. Sobre todo los jóvenes, pero también el resto de segmentos de edad. Ha habido un trasvase modal, la gente ha dejado el coche en casa y ha cogido el transporte público en las ciudades de más de 100.000 habitantes, es la primera vez que se detecta de manera tan clara. Muchos países están comenzando a imitar esta medida: Alemania, Francia, Luxemburgo... porque favorece al medio ambiente. Por eso pedimos que se mantengan las bonificaciones al menos en determinadas épocas o para determinados colectivos.
P. ¿En qué centran su estrategia actualmente?
R. Tenemos que ser más internacionales. Ahora estamos directamente en 19 países. Pero hemos de ser más internacionales, con presencia local, para prestar servicios en estos países. No nos planteamos un número de localizaciones concretas, actuamos en función de cada oportunidad orgánica o inorgánica. Porque tan importante es saber cuándo hay que decir que sí como cuándo hay que decir no. Si te metes en una licitación o en un mal contrato por ocho años, es un desastre.
P. ¿En qué países están pensando?
R. En los que estamos. Miramos Marruecos, donde llevamos muchos años y nos gusta mucho; Arabia Saudí, donde estamos hace casi dos; Portugal y, últimamente, crecemos bastante en Suiza. Además estamos con licitaciones en marcha en Bahréin, en Emiratos…, y vemos con mucho interés la zona mediterránea europea: España, Francia, Italia, Grecia…
P. ¿Cuál es el peso de su negocio internacional?
R. España sigue siendo el principal mercado. El extranjero representa en torno al 30%.
P. Alsa es el motor de crecimiento del grupo Mobico, la antigua National Express, de la que también son propietarios. ¿Sigue la familia Cosmen comprando acciones? ¿Cuánto capital poseen?
R. Sí, en los últimos 18 meses hemos estado incrementando nuestra participación en el grupo. Actualmente, tenemos el 25% del capital porque creemos que hay valor en la compañía.
P. ¿Van a comprar más acciones?
R. No debo decirlo porque es una compañía cotizada. Lo que sí diré es que estamos en una posición clara de apoyo a la empresa y creemos que hay valor en ella. Estamos satisfechos donde estamos.
P. La deuda del grupo es abultada, ¿cuáles serán sus siguientes pasos?
R. Mobico cotiza en la Bolsa de Londres y tiene una deuda de 1.700 millones. Con presencia en el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Alemania, nuestro objetivo principal es rebajarla por debajo de dos veces el ebitda y para ello nos vamos a desprender del negocio de transporte escolar en Estados Unidos, los míticos autobuses amarillos.
P. ¿Tienen previstas más desinversiones?
R. No. En principio, es esta la que hemos pensado.
P. ¿Va a entrar Alsa en la segunda oleada de liberalización ferroviaria en España?
R. Para nosotros, la liberalización ferroviaria es una evolución natural. Cuando se crea una infraestructura como la de alta velocidad española, donde claramente la cuota de mercado va a crecer, debemos estar presentes. España es el único país de Europa donde han entrado operadores y se ha producido el gran cambio del sector, y eso ha provocado un aumento muy importante del uso del tren. Es positivo. El tema es la sostenibilidad del modelo. Nosotros estamos atentos a las oportunidades, y nos gustaría estar, pero siempre que podamos ser competitivos y ofrecer un buen servicio.
P. Tanto Alsa como Mobico han comprado empresas recientemente, ¿siguen este tipo de operaciones dentro de la estrategia?
R. Mobico tiene que centrarse en la reducción de deuda. Y nosotros lo que hemos hecho fundamentalmente es crecer orgánicamente. Sí, hemos comprado algunas empresas, la última Canaribus en Canarias. Pero ahora tenemos que ir consolidando y poner el foco en el crecimiento internacional.
P. La movilidad está cambiando, ¿cómo se plantean el futuro?
R. Tenemos que ser capaces de crear oportunidades con la disrupción tecnológica, que está cambiando el modelo de negocio. Por ejemplo, en el centro de las ciudades no caben más coches y la solución es un sistema de transportes público que sea eficiente para todos, que permita dejar el coche en un parking disuasorio y meterse a través del móvil en un sistema de transportes que le lleve a donde quiera con fiabilidad y puntualidad porque si no va a ser muy difícil que uno deje el coche privado.
P. Ya tienen autocares y tranvías verdes y autobuses autónomos de hidrógeno. ¿Cuándo serán una realidad cotidiana en las ciudades?
R. Estamos ahora en el momento de la definición de la movilidad del futuro y hay que ponerle perspectiva. La descarbonización es un hecho. Tiene que estar en el día a día de las empresas y tenemos que ver cómo acometerla. Ahora estamos en la definición, donde entran muchos factores en juego. Uno de ellos son los precios. Si un autobús híbrido cuesta 100, el eléctrico son dos veces más y el de hidrógeno, tres veces más. Pero nadie te va a pagar tres veces más por el billete de autobús por decir que vas a descarbonizar. Eso genera nuevos modelos de negocio y es lo que viene a futuro. Y luego está también la geopolítica. Porque el líder mundial de autobuses eléctricos es China. Hay que ver también el impacto que tiene en las cadenas de suministro, en el mantenimiento…
P. ¿Cuánto invierten en +D?
R. Tenemos nuestro Centro de Investigación y Desarrollo global en Asturias. Invertimos cerca de 9 millones de euros.