Veit Stutz (Allianz): “Cenar a las diez es un desafío para mí”

Veit Stutz (Múnich, 50 años) es, desde 2022, consejero delegado en España de Allianz Seguros, grupo en el que comenzó a trabajar en 2001. Padre de tres hijos de 16, 15 y 13 años, se muestra relajado una vez terminada la sesión de fotos, “la parte más complicada” de una entrevista que prefiere responder en inglés, aunque habla bien español.

Pregunta. ¿Qué es lo que más le gusta de España?

Respuesta. No sé por dónde empezar. Muchas cosas. La gente, la comida y el tiempo. Combinar esto con poder desarrollar nuestra compañía aquí, me hace un hombre feliz.

P. ¿Qué es lo que más echa de menos de Múnich?

R. Mis montañas. Me encanta esquiar y aquí tardo seis horas en llegar a algún sitio para hacerlo. En mi ciudad, está a la vuelta de la esquina. Coges el coche y estás ahí.

P. ¿Qué otros deportes practica?

R. Soy muy afortunado de que mi madre me permitiera probar todo. Practico muchos deportes, pero no soy bueno en ninguno. Los que hago de forma más habitual son patinaje en línea, esquí, golf, navegar y rutas con bicicleta de montaña.

P. ¿El deporte es su forma de desconectar del trabajo?

R. Mucho. Para mí, el deporte es la oportunidad para desconectar del trabajo y conectar con mi familia. Porque todos jugamos al golf y montamos en bicicleta de montaña. Son actividades que hacemos juntos.

P. ¿Cuántas horas trabaja al día?

R. Demasiadas. Me levanto a las 6:00. Intento hacer un poco de deporte. Llego a la oficina entre 7:30 y 8:00. Suelo tener muchas cenas de trabajo, por lo que me meto en la cama a medianoche.

P. Para un alemán, ¿cenar a las diez de la noche es una locura?

R. Sí, mucho (risas). Cenar a las diez es un desafío. Durante mi MBA en el IE estudiábamos en grupo, y cenábamos más tarde, a las 23:30, así que voy mejorando.

P. ¿Tiene estrés?

R. No. Estoy acostumbrado a hacer lo que hago, a una posición donde hay muchos retos y lo manejo bien. No estoy estresado, pero siempre estoy pensando.

P. ¿Es capaz de estar un largo tiempo sin mirar el móvil?

R. Hace unos dos meses acudí al Palacio de la Zarzuela a reunirme con el Rey y no podía llevar el teléfono conmigo, así que lo dejé en el coche. Pasamos unas dos horas y media en palacio y fue una sensación muy rara. Cuando volví, lo primero que hice fue mirar el teléfono y ver qué estaba pasando. Para mí es un compañero constante que me permite conectar con mi familia, mis amigos, el trabajo. No es sano, pero siempre está alrededor.

P. ¿Los fines de semana desconecta del trabajo?

R. El sábado para mí es sagrado. No trabajo, no miro correos. Si alguien quiere contactar conmigo, lo tiene complicado. Pero el domingo por la mañana la cosa cambia.

P. ¿Cuál es su viaje soñado?

R. (Piensa unos instantes) Es menos el que yo quiero hacer, que el que mis hijos quieren. El más pequeño quiere ir a Hawái. El mayor a Japón a esquiar. Y mi hija a Boston, porque siempre está viendo series estadounidenses. Nadie me pregunta. A mí me gusta estar en la montaña y desconectar. Pero trato de adaptarme a los deseos de mis hijos.

P. ¿El viaje del que tenga mejor recuerdo?

R. Con mis amigos de siempre fuimos a Vietnam en 2001, cuando era menos comercial. Fueron las primeras vacaciones tras empezar a trabajar en Allianz. Recorrimos el país de sur a norte, parte en autobús, parte en moto. Fue una experiencia increíble. En el delta del Mekong fuimos a las cinco de la mañana a los mercados flotantes. La gente es tan amable, el país es tan bonito.

P. ¿Qué música le gusta?

R. Soy un generalista. Me gusta desde el jazz hasta la música clásica, pasando por el R&B o el pop, incluso el country, de cuando viví en Texas. No solo toco el piano, también toco el saxofón y la guitarra.

P. ¿Tiene tiempo para ello?

R. En casa, a menudo toco el piano. Y motivo a mi hija para que lo haga también. Mi hijo toca la batería.

P. ¿Qué series de televisión ve?

R. Friends. Tengo todas las temporadas en DVD.

P. ¿Qué defecto le gustaría cambiar?

R. Me gustaría ser más paciente. Para mí es importante hablar con todas las personas de la compañía, escucharlas y comprender qué está pasando, en qué están trabajando. Me gusta estar cerca de mi gente. Probablemente es un tipo de paciencia. Pero cuando hay que hacer cambios, siempre me gustan que se hagan rápido.

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