Mercedes Oblanca (Accenture): “Bailar zumba es como una medicina”
La presidenta de la consultora es una amante de la naturaleza, la música y la decoración del hogar
Lleva 31 años en Accenture, desde que salió de la Universidad. A sus 54, esta matemática segura de sí misma preside la compañía en España, Portugal e Israel con una mirada afable. Mercedes Oblanca se define a sí misma como “como una persona auténtica, emocional, exigente conmigo misma y con los que me rodean, responsable, con mucha empatía y creo que soy muy feliz”.
Pregunta. Primera mujer al frente de ...
Lleva 31 años en Accenture, desde que salió de la Universidad. A sus 54, esta matemática segura de sí misma preside la compañía en España, Portugal e Israel con una mirada afable. Mercedes Oblanca se define a sí misma como “como una persona auténtica, emocional, exigente conmigo misma y con los que me rodean, responsable, con mucha empatía y creo que soy muy feliz”.
Pregunta. Primera mujer al frente de Accenture. Ya era hora, ¿no?
Respuesta. Sí. Ya era hora. Y qué orgullo de ser yo. Llevo ya tres meses y me siento cómoda. La responsabilidad es fuerte. Entre España y Portugal tenemos 20.000 personas. Pero desde esta responsabilidad puedo generar un impacto positivo. Ayudar a que la gente joven aprenda y se desarrolle, a que los más mayores se sigan sintiendo comprometidos con la compañía… Y crear un impacto positivo para la sociedad, desde la Fundación Accenture, que también presido.
P. ¿Tiene que ver su nombramiento con que la consejera delegada mundial de Accenture sea mujer?
R. Algo tiene que ver. Julie Sweet tuvo claro desde el principio que una de las líneas estratégicas de la compañía era mejorar la diversidad. Y ha marcado muy claro que tiene como objetivo llegar a la paridad 50/50 en 2025, que está a la vuelta de la esquina. En España estamos en ratios del 47% de mujeres en la plantilla y del 38% en puestos ejecutivos. El objetivo es llegar al 50/50 y estoy segura de que lo vamos a conseguir.
P. ¿Cuáles son sus aficiones?
R. La naturaleza me encanta y tengo la suerte de que mi familia materna es de un pueblecito de los Picos de Europa y tengo una casa allí. Lo mejor para mí es ir allí y conectar con la naturaleza, no tener el móvil conmigo, ni tiendas para gastar (bueno, ahora con internet es más peligroso, puedes seguir comprando). Es lo que me conecta con el relax y el descanso: pasear, respirar... Para mí unas buenas vacaciones son al aire libre, en montaña o en playa. Me gusta la familia, estar con mis dos hijas de 22 y 20 años, hacer planes conjuntos: comprar, reírnos, bailar. Me encanta bailar. Hice ballet clásico cuando era pequeñita y siempre me ha gustado mucho el baile. De hecho, me libera. Un día de estrés duro se va en una clase de zumba donde sudas y te diviertes. Antes de la pandemia, cuando lo dejé por problemas de espalda, era como una medicina. En 2024 me voy a volver a apuntar a zumba. También disfruto tocando el piano mientras mi marido y mis hijas tocan la guitarra. No me gustan los viajes demasiado sofisticados, viajes a países lejanos, me gusta algo más cercano, donde pueda disfrutar de la naturaleza, la desconexión y muchas veces de no hacer nada.
P. ¿Cada cuánto suele ir a su casa de los Picos de Europa?
R. Una vez al mes. O voy a Barcelona, donde nací y tengo a una hija estudiando y a mi padre allí. Cuando voy, no perdono ir a la playa aunque sea invierno. Voy intercalando un fin de semana al mes de desconexión en Picos de Europa y otro en Barcelona. Después voy en Semana Santa, en verano… es lo que me gusta.
P. ¿De verdad no le gustan los viajes a países lejanos?
R. Bueno, he viajado mucho por trabajo porque llevaba la industria de travel en Europa y me movía todas las semanas. Era bastante duro. Por placer he estado en Latinoamérica, Estados Unidos, Europa… pero estos viajes exóticos que a veces me apetecería hacer y a mis hijas les encantarían, he de decir que a mi marido no le gustan nada y eso me ha frenado porque prefiero que vayamos los cuatro. Aunque tampoco soy una gran apasionada de lo desconocido. Sí me apetecería un viaje a Asia, a África, pero siempre organizado. Así sí lo haría. Ahora tengo que convencer a mi marido.
P. ¿Cómo anda de estrés?
R. Creo que con los años vas aprendiendo a gestionarlo. Tengo la tensión propia de la responsabilidad de hacer las cosas bien y si hay algún acontecimiento de mercado relevante quizás me estreso más porque quiero estar bien preparada, pero en el día a día creo que he aprendido a gestionar el estrés. Lo que me viene muy bien es la desconexión del fin de semana. Todos los fines de semana hago pilates, salgo en bici con mi marido y toco un poco la naturaleza, estoy tranquila, paseo, salgo a cenar, a conocer restaurantes nuevos y esa desconexión me vigoriza para la semana.
P. ¿Usa la inteligencia artificial en su día a día?
R. En Accenture llevamos mucho tiempo haciéndolo en cualquier tema de proyección de negocio, previsiones de ventas, forecast de cierre de mes… todo eso lo hacemos con plataformas tecnológicas que ya tienen inteligencia artificial. Lo uso habitualmente en la gestión del negocio. Y de forma individual sí que estoy empezando a utilizar una plataforma propia interna de IA generativa, que es como el ChatGPT, pero en entorno empresarial protegido y seguro. Se llama Amethyst. Y le digo, por ejemplo, ‘voy a ver al consejero delegado de tal compañía y vamos a hablar de experiencias en la digitalización industrial, ¿cuáles son las últimas referencias y qué impacto hemos creado a nivel mundial?’ Se lo digo a Amethyst y accede a nuestra base de conocimiento mundial y me devuelve un resumen ejecutivo de muchísima utilidad.
P. ¿Cuánto duerme?
R. Suelo dormir 7 u 8 horas, pero la calidad del sueño no siempre es la misma. Si no duermo, no funciono bien. Me acuesto siempre antes de las 12 siempre y me suelo levantar a las 7 o 7,30. El fin de semana la siesta es sagrada.
P. ¿Es caprichosa? ¿Se considera consumidora compulsiva?
R. Rotundamente sí. Confieso que soy consumidora compulsiva de decoración para la casa. Zara Home me encanta. Me gusta renovar los cojines cada temporada. La ropa de cama… Cuando tengo un rato de descanso en el sofá me digo ‘voy a ver la nueva colección’. La ropa también me gusta, pero no tan compulsivamente. Los zapatos me encantan. Ahí también soy compulsiva. Tengo muchísimos. Ahora que me estoy cambiando de casa, me he dado al Black Friday y he renovado toda la vajilla, la cristalería, la mantelería… Aunque yo no cocino, me he abandonado desde que mis hijas son mayores, tengo unas ganas increíbles de estrenar mi cocina.
P. ¿Se cuida?
R. Sí, me cuido. Siempre he hecho deporte porque me hace sentir bien y es fundamental para mí. Hago los dos días del fin de semana seguro y mínimo un día a la semana pilates. También cuido la alimentación, como de todo, pero sano. Y me gusta cuidarme a nivel de salud preventiva. Me hago un chequeo completo todos los años y este año he descubierto un chequeo de prevención del cáncer.
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