Patricia Ayuela (Línea Directa): “Me gusta el sol; ya me llovió mucho en la infancia”

En las oficinas de Línea Directa, el rey es el teléfono rojo con ruedas, imagen icónica de la compañía de seguros. Una de las salas de su sede, donde nos recibe Patricia Ayuela (Oviedo, 48 años), consejera delegada de la aseguradora, lo preside el único de este tipo que funciona. Aunque para las llamadas de emergencia no hace falta tirar de él: “Siempre llevo el móvil encima, por si hay alguna cosa en la que se me necesita”. Incluso en v...

En las oficinas de Línea Directa, el rey es el teléfono rojo con ruedas, imagen icónica de la compañía de seguros. Una de las salas de su sede, donde nos recibe Patricia Ayuela (Oviedo, 48 años), consejera delegada de la aseguradora, lo preside el único de este tipo que funciona. Aunque para las llamadas de emergencia no hace falta tirar de él: “Siempre llevo el móvil encima, por si hay alguna cosa en la que se me necesita”. Incluso en vacaciones, lo que compagina con su gran pasión, la familia. ¿Cómo consigue estar en todos los sitios? Durmiendo poco, dice entre risas. Y define la vida como una elección constante: “Está llena de renuncias en todo lo que se hace. Si te casas, renuncias a una vida y escoges otra. Lo mismo con los hijos”.

Pregunta. ¿Cómo se definiría más allá del trabajo?

Respuesta. Tengo tres hijos y pesa muchísimo mi papel de madre. Creo que soy una persona bastante optimista y con mucho sentido del deber también. No sé qué más decir, la verdad es que es difícil definirse a uno mismo.

P. De dónde saca tiempo para conciliar vida familiar y laboral, con un cargo tan exigente como el de consejera delegada de Línea Directa, al que llegó hace un año.

R. De dormir poco (se ríe). El cargo de consejera delegada es un privilegio, pero también es un puesto muy demandante. Lo importante es centrarse en cada momento en lo que uno está. Si estás en la oficina, no estás pensando en la lista de la compra o en determinadas cosas que ocurren en las vidas diarias de todo el mundo. Y si estás en casa, no estás pensando en cosas que has dejado en la oficina. Y luego, intento ser muy eficiente en el tiempo que destino al trabajo.

P. Es de Oviedo, pero vive en Madrid desde los 18 años. ¿Echa de menos el norte?

R. Asturias me encanta, tiene una calidad de vida enorme y unos paisajes impresionantes. Pero es verdad que me he casado aquí, mis hijos han nacido aquí, mi marido y yo hemos hecho nuestra vida juntos aquí… Realmente ya no me volvería a vivir a Asturias.

P. De vacaciones seguro que sí.

R. De vacaciones voy una semana siempre en verano y el resto me voy al sur, que me gusta mucho.

P. ¿Al sur dónde?

R. A Cádiz, que me parece la provincia, junto con Asturias, más bonita de España. Es impresionante: los pueblos blancos, la costa… es una maravilla. Estoy enamorada de Cádiz.

P. ¿De dónde nace ese amor?

R. Mi abuelo era andaluz, malagueño, no sé si eso tira algo. Mi marido había veraneado en el sur de pequeño. Empezamos a ir allí y a nuestros hijos les encanta. Además, a mí me gusta el buen tiempo asegurado, el sol, que me ha llovido mucho en mi infancia.

P. Dice que la vida familiar es muy importante, pero entiendo que con un trabajo tan absorbente se habrá perdido algunos momentos. ¿Compensa?

R. La vida está llena de renuncias en todo lo que se hace. Si te casas, renuncias a una vida y escoges otra. Lo mismo con los hijos. Yo creo que es muy importante saber a qué no quieres renunciar. Eso lo he tenido siempre bastante claro y he hecho un esfuerzo por no perdérmelo. He tenido una suerte inmensa con Línea Directa, porque tiene una cultura de conciliación fantástica. Dicho esto, siempre hay renuncias: tengo muy poco tiempo para mí misma, duermo poco y siempre estoy un poco con el agua al cuello por la siguiente cosa que tengo que hacer.

P. ¿En las vacaciones siempre lleva el móvil encima o consigue pasar un día sin revisar el correo?

R. Siempre llevo el móvil encima por si hay alguna cosa en la que se me necesita. Y el correo procuro revisarlo en unas horas determinadas, no estar todo el día mirando. Si hay cualquier cosa urgente, me van a llamar.

P. ¿Qué aficiones tiene en su tiempo libre?

R. Me gusta mucho leer, el cine, soy buena cocinera y me gusta recibir amigos en casa. También me gusta mucho estar con mis hijos, haciendo lo que sea. Y me encanta viajar.

P. ¿Cuál es ese destino pendiente al que le encantaría viajar?

R. Me gustaría llevar a mis hijos a Nueva York. Recuerdo la primera vez que fui y tuve esa impresión que te produce Nueva York la primera vez que llegas, que luego ya la segunda no la tienes.

P. ¿Qué cosas le enfadan?

R. Me molesta mucho la falta de educación y la falta de sinceridad.

P. Eso sí lo tiene claro, mucho más que definirse a sí misma.

R. La verdad es que sí (se ríe).

P. ¿Conduce?

R. Sí, claro, todos los días.

P. ¿Y dónde tiene contratado el seguro del coche?

R. En Línea Directa, por supuesto. También el de la casa, el de la moto de mi marido…

P. ¿Y tiene hipoteca?

R. Sí, con Bankinter. Todo de la casa.

P. ¿Cómo de importante ha sido María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, en su carrera?

R. Mariló es una persona extraordinaria en todos los sentidos, en lo profesional y en lo personal. Para mí ha sido determinante en mi carrera: fue la persona que confió en mí para acceder a un puesto de dirección. Y luego ha sido un ejemplo de integridad y de capacidad de trabajo.

P. La inflación disparada en el último año ha golpeado mucho a las familias y también las cuentas de las aseguradoras. En el caso de Línea Directa, en el primer trimestre perdió 5,3 millones de euros. ¿Cómo golpea la espiral alcista de precios a la compañía en su día a día?

R. Hemos tenido unos efectos inflacionarios muy fuertes en los costes de prestación que empezaron a notarse en la segunda parte de 2022 y que sigue todavía. Estamos ajustando las primas de forma individualizada en función del riesgo de cada cliente y optimizando nuestros gastos operativos. Todo ello acabará metiendo en vereda la cuenta de resultados y volveremos a los resultados de rentabilidad históricos.

P. Sobre la mesa está el icónico teléfono con ruedas de la compañía. ¿Este es el teléfono rojo de emergencias o tiene otro en casa?

R. Este es el único teléfono rojo con ruedas que funciona, pero para las cosas urgentes está mi móvil.

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