Judd Caplain (KPMG): “La principal amenaza de los bancos son las ‘big tech”

El responsable de Servicios Financieros Globales de la consultora internacional sostiene que la banca se defiende de las grandes empresas tecnológicas y que la competencia es positiva

Judd Caplain, responsable global del sector financiero de KPMG.Santi Burgos

Hay dos guerras frías: una política y otra económica. La primera enfrenta a Occidente con Rusia, la segunda a China con Estados Unidos”. Judd Caplain, responsable de Servicios Financieros Globales de KPMG International, sintetiza la nueva geopolítica mundial. Al menos, durará una década. En la planta 36ª del rascacielos de KPMG, la luz del verano en Madrid rompe a través del vértigo de las ventanas suspendidas a decenas de metros de altura. Unos 45 minutos de entrevista. “La prima de riesgo está protegida por el Banco Central Europeo (BCE)”. “La inflación es la mayor amenaza”. “Las oficinas fí...

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Hay dos guerras frías: una política y otra económica. La primera enfrenta a Occidente con Rusia, la segunda a China con Estados Unidos”. Judd Caplain, responsable de Servicios Financieros Globales de KPMG International, sintetiza la nueva geopolítica mundial. Al menos, durará una década. En la planta 36ª del rascacielos de KPMG, la luz del verano en Madrid rompe a través del vértigo de las ventanas suspendidas a decenas de metros de altura. Unos 45 minutos de entrevista. “La prima de riesgo está protegida por el Banco Central Europeo (BCE)”. “La inflación es la mayor amenaza”. “Las oficinas físicas bancarias no desaparecerán”. “Y existe una lucha por el talento joven entre los bancos tradicionales y las grandes tecnológicas”. Son frases extraídas de la conversación con Judd Caplain. Se filtran en la grabadora como vidrios rotos. Algunas hieren. “No tengo ninguna duda: vamos hacia tiempos más difíciles”, prevé.

Pregunta. ¿Segregarán, como ha anunciado EY, su negocio de asesoramiento del de auditoría?

Respuesta. No especulamos sobre informaciones acerca de lo que otras empresas, incluidos nuestros competidores, pueden o no estar planeando. KPMG cree que un modelo multidisciplinar genera numerosos beneficios —como la diversidad de nuestro talento, nuestra tecnología y nuestro alcance local— que impulsan la innovación y los más altos estándares de calidad en los negocios de auditoría, consultoría, servicios legales, fiscales y asesoramiento en transacciones.

P. Inflación, recesión, estanflación, Rusia atacando Ucrania. ¿Cuál es la mayor amenaza para las finanzas?

R. Sin duda, la inflación. Los bancos centrales y los reguladores están manejando este problema de una forma que podría poner en coma a la economía. Controlar la inflación es una prioridad y, por regla general, se tarda un año si los bancos centrales son muy agresivos subiendo los tipos de interés. En Estados Unidos ya los han aumentado mucho [del 0% al 2,5%]. Algo que no se veía en dos décadas. Esto tendrá un impacto en los consumidores y también en la Bolsa. El inversor estará más contento ganando un 5% de intereses, que cuando estaban al 0%. Se resentirá el mercado de capitales.

P. Pero no todo el mundo está de acuerdo con subir los tipos. El premio Nobel Paul Krugman sostiene que en Europa debilitará aún más su economía.

R. La inflación, en términos generales, es peor en EE UU, con un 9,1%, que en otros mercados como Asia o Australia. Parte de la inflación americana procede del programa de estímulo lanzado por la actual Administración de Biden. Nada tiene que ver con los precios del gas o del petróleo. El caso de Europa es diferente, aunque la inflación también es muy alta, aquí la influencia del precio de la energía es mucho más importante.

P. Muchos profetas económicos predicen que los problemas reales llegarán en otoño. ¿Hemos dejado atrás los días de vino y rosas?

R. Los dos últimos años, coincidiendo con la pandemia, han sido excelentes en términos financieros. Ahí está la Bolsa. Se ha comportado muy bien. Aunque no tengo ninguna duda: vamos hacia tiempos más difíciles. Inflación y altos tipos de interés; el crecimiento económico se moderará.

P. Recientemente, tres de los bancos más poderosos del mundo, Citi, Bank of America y Goldman Sachs, preguntaron a sus accionistas si abandonaban las inversiones fósiles para centrarse en las energías renovables. Solo el 11% estuvo a favor. ¿Cómo lo interpreta?

R. Ese porcentaje es cierto. El 89% se inclinó por el modelo tradicional. Creo que los gestores de fondos y los directivos son conscientes del cambio climático. A veces puede haber algún pequeño conflicto entre ellos. Pero los bancos saben que deben diversificar sus inversiones y conocen las nuevas exigencias de la sociedad.

P. Puede ser, pero el estribillo suena a beneficios, beneficios, beneficios.

R. Existe una tendencia clara hacia las inversiones sostenibles. Aunque haya siempre capital dispuesto a apoyar ciertas industrias como la del tabaco o el armamento.

P. ¿Cómo afecta la invasión de Ucrania en el calendario ESG (medio ambiente, social y buen gobierno corporativo)?

R. Lo retrasará. La volatilidad y el aumento de los gastos en defensa serán una parte de los activos ESG. Es triste, pero es la realidad. Sin embargo, el entorno ESG construye, en gran medida, la estrategia central de KPMG y también de nuestros clientes. Incluso más que el aspecto digital.

P. El negocio de la banca cada vez depende más de los datos. Pero las leyes que los protegen son férreas. ¿Cómo lo solucionan? ¿Cree que las fintech tienen una regulación más favorable?

R. Es cierto que los datos están muy regulados en los bancos tradicionales, al igual que en las fintech. Estas últimas son más ágiles que las instituciones financieras clásicas cuando tienen que analizar grandes volúmenes de información. Y en Europa, la Ley de Servicios Digitales es muy proteccionista en este tema. Resulta un desafío.

P. Otro son las big tech.

R. Las grandes tecnológicas son una amenaza real a la banca clásica. Tienen más millones de clientes que cualquier banco normal y la oportunidad de ofrecer muchos productos distintos. Y para las nuevas generaciones estos colosos tecnológicos resultan más atractivos, cercanos y accesibles. Además, manejan los datos con una enorme precisión sobre los gustos de los clientes: qué bienes consumen, cuándo, dónde, a qué precios…

P. ¿Es una batalla justa? Porque no pagan los mismos impuestos que un banco clásico.

R. Siendo favorable al libre comercio, diría que la competencia es positiva. En todos los sectores, hay nuevos jugadores con ideas innovadoras y, a veces, mejores. Pero los grandes bancos se están defendiendo. Han creado plataformas propias que ofrecen infinidad de productos y servicios. Y la posición de la banca española tiene, desde luego, lógica: “Estamos felices de competir, pero en un entorno de igualdad fiscal y de regulación financiera”.

P. ¿Están las sucursales condenadas a desaparecer?

R. No. Al contrario. Muchos bancos están aumentando su número. Lo que tienen es una función muy diferente a la del pasado. Antes eran un espacio para ingresar cheques o retirar dinero. Ahora están intentando minimizar estas operaciones. Las sucursales son tiendas de venta cruzada. Tarjetas de crédito, hipotecas, préstamos. Esto es una ventaja frente a las big tech.

P. ¿Existe falta de talento en la industria financiera?

R. Sí. Las nuevas generaciones están más interesadas en incorporarse a las grandes tecnológicas. Para atraer a chicos de 21 años, los empresarios proponen ideas como trabajar desde casa parte de la semana, programas para desarrollar toda la carrera o, si es necesario, puestos internacionales. Pero, sin duda, hay una guerra por el talento entre los grandes bancos y las big tech.

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