Un ‘software’ que hace crecer a las pymes en la web

Plytix ha desarrollado un programa para posicionar pequeñas empresas en el comercio en internet

Equipo de la consultora Plytix.

En las oficinas de Plytix trabajaban un puñado de ingenieros informáticos que rondan los 30 años y desarrollan un software que ayuda a pequeñas y medianas empresas a ser competitivas en mercados como Amazon, Shopify o sus propias tiendas por internet. Una idea desarrollada desde 2015 por el malagueño Alejandro López y el danés Morten Poulsen, quienes lideran un ne...

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En las oficinas de Plytix trabajaban un puñado de ingenieros informáticos que rondan los 30 años y desarrollan un software que ayuda a pequeñas y medianas empresas a ser competitivas en mercados como Amazon, Shopify o sus propias tiendas por internet. Una idea desarrollada desde 2015 por el malagueño Alejandro López y el danés Morten Poulsen, quienes lideran un negocio que facturó más de 2,3 millones de euros en 2021, más del doble que en 2020 y cinco veces más que en 2019. Con delegaciones en Dinamarca, Estados Unidos y Sudáfrica, planean apertura en Australia. Esperan que los beneficios lleguen en 2023, pero su mayor reto hoy no es crecer, sino encontrar profesionales en una ciudad donde no es que escaseen: es que no hay disponibles.

Mitad de alma danesa y mitad malagueña, Plytix es una compañía enfocada especialmente a las pymes, con un software que las ayuda a optimizar la información y difusión de sus productos para la venta en diferentes espacios de internet. Cualquiera —tiendas, fabricantes, distribuidores— puede centralizar su catálogo y añadir multitud de datos, desde tallas o materiales hasta imágenes, instrucciones o cualquier otro aspecto. El software los ayuda a evitar un mar de documentos que acaban desactualizados. A cambio, les permite manejar toda la información de sus productos en un solo lugar, donde cada cambio se transmite inmediatamente a cada marketplace, de Amazon a Shopify, pasando por Zalando, Facebook o la web de cada empresa.

Idea original

La idea original, sin embargo, no era esa. Cuando López y Poulsen se lanzaron en 2014 a esbozar proyectos, planearon una plataforma de analítica online basada en el producto en vez de en las páginas. Las herramientas de entonces se centraban únicamente en conocer las impresiones, visionados o usuarios que pasaban por un sitio determinado, pero ellos querían ir a los productos concretos. Se toparon con la escasa digitalización de los catálogos de las empresas, pero éstas comenzaron a pedirles otras funcionalidades y el proyecto terminó pivotando hacia un software PIN —de las siglas Product Information Management—, que, básicamente, es un gestor de información del producto. “Seguimos prestando mucha atención a las analíticas porque es nuestra esencia y un factor diferencial, pero ahora son un servicio más de algo muy amplio”, destaca el cofundador Alejandro López.

“Es una tecnología potente, fácil de usar y asequible que los ayuda a competir con grandes empresas”, resume Morten Olsen, extrabajador de Google y uno de los socios fundadores. Existe una versión gratuita, pero hay otras opciones con mayores servicios en función de la cuota que se pague. Vendedores de hardware y empresas con productos relacionados con el sector de la construcción, decoración, muebles o moda son, por ahora, sus principales clientes. La mayoría se encuentra en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, pero también en Alemania y los países nórdicos. Acaban de traducir su web al español para llegar al mercado local, donde su presencia es llamativamente baja.

La pandemia ha marcado un punto de inflexión para Plytix. De un lado, la mayoría de sus ingenieros tienen hijos y, entre el confinamiento y el cierre de colegios, la productividad y la mejora de la plataforma se resintió durante 2020. A cambio, las ventas crecieron con rapidez. “Estábamos bien posicionados y nos subimos a la ola de comercio electrónico, que se disparó”, dice López. Ello les ha permitido crecer también en plantilla, incorporando personal y llegando hasta las 60 personas, la mayoría de las cuales están en Málaga.

Se han topado, eso sí, con el bum tecnológico de la Costa del Sol. “El talento atrae talento, pero nos cuesta encontrar gente”, reconoce el malagueño. “La competencia es feroz”, añade Olsen. Ambos pretenden realizar eventos para llamar la atención de otros profesionales y han reforzado el departamento de recursos humanos para que parte del equipo se centre en mimar a la plantilla. Fueron los propios trabajadores quienes nombraron a Plytix como el mejor espacio para trabajar en Málaga, según publicó en otoño el ranking Great Place to Work.

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