En el nombre de la madre, Vicky Foods: así es la reina del dulce industrial

La familia Juan, dueña de la antigua Dulcesol, ha transformado un pequeño obrador en Villalonga (Valencia) en un gigante de la bollería

Trabajadores de Vicky Foods en su fábrica de Argelia.

Un obrador de pan en Villalonga (Valencia) abierto en los años cincuenta del siglo pasado es el germen de la actual Vicky Foods (la antigua Dulcesol); una empresa 100% familiar y hoy en manos de los hijos de los fundadores, los hermanos Juan (Rafael, Juan José y Dolores). Su apuesta por la diversificación y la internacionalización les hizo cambiar de denominación en 2019, al tiempo que homenajeaban a Victoria, su madre, famosa por inventar las magdalenas con forma cuadrada. “Con la ampliación...

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Un obrador de pan en Villalonga (Valencia) abierto en los años cincuenta del siglo pasado es el germen de la actual Vicky Foods (la antigua Dulcesol); una empresa 100% familiar y hoy en manos de los hijos de los fundadores, los hermanos Juan (Rafael, Juan José y Dolores). Su apuesta por la diversificación y la internacionalización les hizo cambiar de denominación en 2019, al tiempo que homenajeaban a Victoria, su madre, famosa por inventar las magdalenas con forma cuadrada. “Con la ampliación de la gama de productos buscamos una marca que agrupara todas las categorías. Y para salir fuera de España necesitábamos un nombre que nos identificara como una empresa de alimentación”, explica Rafael Juan, consejero delegado de la compañía.

La empresa, que inició su andadura elaborando pan, abandonó esta actividad en los años sesenta por la creciente demanda de la bollería. Sin embargo, volvieron a hacer pan a principios de este siglo. “Vimos que marcas como Bimbo o Panrico, nuestra competencia, se centraban en este producto. Estábamos en los mismos mercados y nosotros teníamos que estar también”, afirma Juan. Un sector que recupera protagonismo y en el que Vi­cky Foods centra una buena parte de sus inversiones —40 millones de euros desembolsados en los dos últimos años—, con las que adquirió tres líneas de producción para fabricar pan de molde, pan de hamburguesa y de perritos calientes. De hecho, el pan ahora supone el 52% de la producción total, un 30% de la cuota de exportación y una facturación de 127 millones en 2021, frente a los 96 millones de 2020.

Un producto que la empresa valenciana ve en pleno crecimiento y con el que reforzaría su presencia en las principales cadenas en España, sobre todo como marca de distribuidor. Y es que para la compañía esta vía de negocio supone un peso relevante, con un 54% de la facturación global. “Es muy importante en el negocio y estamos presentes en toda la distribución, también fuera de España, en países como Francia o Italia”.

Aunque el pan ha cogido fuerza, la empresa ha desembolsado otros 74 millones de euros en el periodo 2020-2022 para la mejora de procesos, infraestructuras y nuevas propuestas de productos. Novedades que en estos últimos años han derivado en la apertura de dos nuevas líneas de productos, una con la enseña Be Plus, especializada en alimentación saludable, con productos infantiles, batidos de frutas y verduras ecológicas listos para consumir, y otra con la de Hermanos Juan, con bollería y pan congelados para hostelería y el canal de alimentación. Dos líneas que junto con Dulcesol, su enseña de referencia de bollería, dulces y pan, facturaron 376 millones de euros en 2020, un 6,5% más que en 2019, con una producción de 175 millones de toneladas.

Un volumen de producto que tiene su punto fuerte de venta en establecimientos físicos y en el canal horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), pero no así en internet. “Solo lo tenemos en España y tiene poco peso. No tiene sentido crecer con una plataforma monomarca, para eso estamos en otras como Amazon”, asegura el directivo.

Fábrica en Argelia

Vicky Foods tiene una plantilla de 2.600 empleados que se reparten entre los cuatro centros de producción situados en Gandía, Villalonga, Xátiva (los tres en Valencia) y Sig, cerca de Orán, en Argelia. Una fábrica esta última que se inauguró en 2015, en la que operan 300 empleados y que supuso una inversión de 18 millones de euros. “Empezamos vendiendo producto a través de un distribuidor local y en tres años nos convertimos en la marca líder de ventas en pastelería. Una situación que, junto con una inversión menos elevada que en otros países, propició montar una nueva fábrica allí”, señala Juan. Un primer paso en el exterior que les ha llevado a subir un nuevo escalón con la puesta en marcha de otra fábrica en Francia, en la región de Borgoña-Franco Condado.

Instalaciones de la compañía valenciana Vicky Foods.Sergi Escriva

Francia supuso el 36% del volumen de negocio internacional de la compañía en 2020. “Primero pensamos en Portugal, pero este mercado estaba cubierto desde España”, apunta Juan. En la planta francesa han invertido 64 millones de euros. Entrará en funcionamiento en 2023, con el pan y la bollería como sus principales ejes de producción, y creará unos 100 puestos de trabajo directo. El proyecto se englo­ba dentro de su apuesta por la internacionalización de la marca, que no ha querido en cambio responder a cómo les afecta el conflicto en Ucrania cuando el sector ha alertado de falta de aceites para la bollería. Sí recuerdan otra crisis: la de la entrada en el euro. “En la primera década de este siglo dejamos de crecer e incluso perdimos mercados como el ruso o el de los países del este de Europa, donde habíamos tenido un volumen importante. Cambiamos de estrategia y pasamos de exportar un 2% a un 21% actual”, confirma el directivo. Con un saldo global de 78 millones de euros y sus productos en más de 50 países, sus principales destinos se reparten entre Portugal, Francia y Argelia.

Otra de sus palancas de crecimiento es el desarrollo de nuevos proyectos a través de su centro de innovación, ubicado en Villalonga. Con una inversión de 6,5 millones de euros, fue inaugurado en 2019 y cuenta con una plantilla de 150 personas. “Trabajamos en el desarrollo de nuevos productos, ya que en cada país se demandan cosas distintas. También en la mejora de aspectos nutricionales”. Una mejora que Vicky Foods ha implementado en sus productos al eliminar las grasas hidrogenadas hace una década, parte del aceite de palma o la reducción de la sal y el azúcar de sus productos, “lo que ha supuesto un cambio en todas las recetas”, apunta Juan. Unos cambios que tuvieron su punto de partida en la puesta en marcha de su propia granja de gallinas en los años ochenta, “para tener huevos de primera calidad y a precios competitivos”, añade.

También han introducido otros cambios como el de los envases, al sustituir los convencionales por otros de materiales biodegradables, de momento solo en la línea Dulcesol. “Hace 20 años el tema de los envases era un dolor de cabeza. Para desarrollar nuevos envases invertimos en Ducplast, una empresa de producción de envases flexibles, que ya era proveedor y que necesitaba financiación para crecer, y que compramos en su totalidad en 2021″, concluye Juan.


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