De no tener salida artística a ganarse la vida pintando murales
Los 250 pintores que colaboran con la plataforma Taruga han pintado más de 1.000 paredes a mano y esperan añadir otras 2.500
El mundo del arte está envuelto en un halo romántico que muchas veces tiene poco que ver con la realidad de los artistas. Una realidad que entre los licenciados en Bellas Artes arroja una cifra de paro de más del 40% según datos del INE. Una situación que sufrieron Elena Maroto y su marido, David Murcia, a los que la precariedad laboral les hizo reinventarse y explorar una vía de negocio con la que conseguir cierta estabilidad. Este fue el germen de Taruga, una empresa que es fiel reflejo de la profesión de sus fundadores...
El mundo del arte está envuelto en un halo romántico que muchas veces tiene poco que ver con la realidad de los artistas. Una realidad que entre los licenciados en Bellas Artes arroja una cifra de paro de más del 40% según datos del INE. Una situación que sufrieron Elena Maroto y su marido, David Murcia, a los que la precariedad laboral les hizo reinventarse y explorar una vía de negocio con la que conseguir cierta estabilidad. Este fue el germen de Taruga, una empresa que es fiel reflejo de la profesión de sus fundadores y cuya actividad gira en torno a la pintura de murales tanto en ambientes domésticos como industriales.
En 2018, con 3.000 euros justos, se lanzaron a la aventura de montar “un negocio sin testar y difícil de calcular”, apunta Murcia. En 2020 llegaron a Lanzadera, la aceleradora de Juan Roig, “donde nos dieron las claves para organizar el equipo y el negocio”, añade.
Los comienzos, como en casi todos los negocios, no fueron fáciles. Murcia estuvo todo el primer año pintando y asumiendo la gestión de la empresa, hasta que esta le absorbió y colgó los pinceles. En la actualidad la plataforma la integran 250 pintores de toda España, que se reparten entre 70 y 100 proyectos al mes. “Ahora solo tenemos muralistas, pero nuestra intención es incorporar otro tipo de artistas”, afirma Murcia.
Los profesionales de Taruga han pintado más de 1.000 murales en sus tres años de vida y para este 2022 tienen previsto pintar unos 2.500. El precio parte de los 69 euros el metro cuadrado con un encargo mínimo de 520 euros. “La media de tiempo ronda una jornada, más o menos, aunque depende de la extensión. Los artistas reciben, en general, un 50% de su precio, según el trabajo de cada mural”.
Sus murales están presentes en hogares, algunos de famosos, como el presentador Roberto Leal, el actor Pablo Rivero de Cuéntame o Tamara Falcó, y también en empresas como Aena, Panasonic o Estrella Levante. Murcia recuerda uno de los más grandes, realizado en la nave de la empresa murciana Pepillos Trucking. “Medía más de 12.000 metros y pintamos en sus cuatro caras el desierto de Arizona. Fue una apuesta arriesgada de más de dos semanas de trabajo”. Pero también han tenido otros proyectos de envergadura, como la colaboración con Trucksters, un operador de transporte, para el que pintaron un camión de casi 14 metros de largo con pintura ecosostenible, con la que se consigue absorber el mismo CO2 del aire que un árbol en tres meses e impide el crecimiento de virus y bacterias. Una colaboración que les ha traído un encargo para pintar cinco o seis camiones de una empresa de transportes de Zaragoza, “pero que está lejos de lo que podíamos hacer ante una flota de 250″.
Ahora, además, están ampliando su cartera de clientes con colaboraciones con estudios de arquitectos y grupos de construcción.
Aparte de su lado empresarial, han puesto en marcha una iniciativa social llamada murales solidarios, que consiste en dar formación en centros penitenciarios o en asociaciones como Cáritas para que las personas en riesgo de exclusión y a las que les gusta pintar puedan tener un futuro. “Les damos formación y pautas para que cojan experiencia y aprendan”, señala el cofundador.
Los 12 empleados más tres socios (Murcia, Maroto y José Muñoz) han facturado en 2020 unos 190.000 euros y saltaron a 630.000 en el pasado ejercicio. También han recurrido a captar capital a través de una ronda de inversión que les generó unos 105.000 euros, a la que han sumado también un préstamo Enisa de 400.000. “Abriremos una nueva ronda el 15 de febrero con la que queremos captar unos 500.000 euros”, señala.
Unos recursos que les permitirán la consolidación nacional y la internacionalización. Entre sus planes está llegar a países de Europa como Alemania, Francia, Italia, Inglaterra o Portugal, “aunque eso no quita que vayamos a Moscú si tenemos ofertas para pintar allí”. También tienen previsto cruzar el océano y llegar a Latinoamérica. “En Argentina ya pintamos en tres ciudades y contamos con más de 40 pintores, en México tenemos 12, en Colombia unos 7″, concreta Murcia. Un salto que plantea su dificultad. “Es difícil fidelizar al proveedor cuando está tan lejos”, concluye.