La tecnología como arma para frenar el impacto ambiental
El “software” de Greemko permite calcular la huella de carbono y otros indicadores ambientales de cualquier negocio con solo subir las facturas eléctricas
Jorge Portillo, María del Mar Robles y Fernando Román se dieron cuenta en 2018 de que la mayoría de los departamentos de sostenibilidad de las empresas se dedicaban a la recopilación manual de datos. “El mercado estaba en la prehistoria, así que nos preguntamos ‘¿por qué no desarrollamos un software para calcular el impacto en el medio ambiente de cualquier actividad?”. Tras siete meses de desarrollo nació Greemko, un programa que ya está activo en más de 15 países y que ...
Jorge Portillo, María del Mar Robles y Fernando Román se dieron cuenta en 2018 de que la mayoría de los departamentos de sostenibilidad de las empresas se dedicaban a la recopilación manual de datos. “El mercado estaba en la prehistoria, así que nos preguntamos ‘¿por qué no desarrollamos un software para calcular el impacto en el medio ambiente de cualquier actividad?”. Tras siete meses de desarrollo nació Greemko, un programa que ya está activo en más de 15 países y que allana el camino de las empresas hacia un desarrollo más sostenible.
Portillo y Robles –consejero delegado y directora de sostenibilidad de la start-up, respectivamente– cuentan con una larga trayectoria profesional en el sector. Ambos, formados en ciencias ambientales, se conocieron en Abengoa, donde trabajaron antes de dar el salto al emprendimiento. En la multinacional, Robles diseñó un sistema de cálculo de huella de carbono y otros indicadores ambientales. Con la ayuda de Román, actual director técnico de Greemko, desarrollaron un programa propio que se ejecuta desde la web y tiene dos módulos distintos. Uno está reservado para las pymes, y calcula exclusivamente la huella de carbono de alcance 1 y 2, es decir, las emisiones directas e indirectas derivadas del consumo de energía. La otra solución, para firmas más grandes, permite medir otros indicadores: consumo de combustibles, electricidad, agua, materias primas y residuos. “En este caso es necesaria la intervención de uno o más técnicos por parte del cliente para que gestionen toda la información y se encarguen de aplicar los resultados de la medición para mejorar su impacto ambiental”, detalla Robles.
Su software para pymes cuesta 390 euros al año. En cambio, el coste para las corporaciones más grandes varía en función de tres aspectos: las instalaciones que tienen, el alcance de los indicadores que quieren medir y el número de usuarios. El importe más elevado que han llegado a presupuestar para multinacionales roza los 30.000 euros.
Su cartera de clientes está compuesta por empresas de cualquier tamaño y sector. Ya utilizan Greemko tanto compañías internacionales –Siemens, Google for Startups, Axa o Suez– como firmas españolas, entre las que destacan las bodegas González Byass, Noatum, Room Mate o la asociación Forética.
“Nos encargamos por completo de la inversión de capital inicial, que rondaba los 35.000 euros. Luego, un crédito de 55.000 euros por parte de la entidad pública Enisa y el apoyo de nuestros clientes han sido un balón de oxígeno que nos ha abierto el camino al crecimiento”, señala Portillo.
Uno de los retos que Greemko trata de abordar es que las empresas puedan comparar su impacto ambiental. “Es una carrera individual, pero sí que ayudaría mucho que las empresas se puedan equiparar con otras respecto al plan de reducción empleado”, apunta Portillo.
Según Robles, algunas firmas se están posicionando para intentar ser la punta de lanza en temas de transición ecológica. La empresaria sostiene que, aunque las pequeñas y medianas empresas ahora tienen otras prioridades, pronto tendrán que empezar a medir su impacto ambiental porque sus clientes se lo van a exigir. “Además de este requerimiento, hay un motor legislativo muy importante que va a hacer que las pymes no tengan más remedio para ponerse las pilas. La administración pública ya puntúa de forma positiva en las licitaciones que las empresas calculen y registren su huella de carbono”, agrega la directora de sostenibilidad de Greemko.
Aunque la covid frenó su negocio, los emprendedores confían en que la pandemia acelere la transición verde. El objetivo es seguir perfeccionando el software cada día para personalizar los planes de reducción por sector empresarial, favorecer las comparaciones entre las sociedades e incluir nuevos indicadores ambientales. En 2020 tuvieron beneficios, y a falta de cerrar las cuentas de 2021 adelantan que la facturación rondará los 250.000 euros. Este año esperan alcanzar el millón de euros en ventas.