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El sector agrario español pide a Bruselas suspender la entrada del aceite de Túnez que llega sin aranceles

La organización agraria COAG considera que esta partida de 56.000 toneladas perjudica a los consumidores y distorsiona los precios por no estar sometida a los controles ordinarios

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha pedido a la Comisión Europea y al Gobierno español suspender el contingente preferencial de aceite de oliva de Túnez después de alertar de que m...

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La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha pedido a la Comisión Europea y al Gobierno español suspender el contingente preferencial de aceite de oliva de Túnez después de alertar de que más de 56.000 toneladas entran en la Unión Europea sin sobrecostes y sin los mismos requisitos de trazabilidad, origen y controles que se exigen a los productores comunitarios, y cuyo destino final entienden que resulta opaco para consumidores y está provocando una “distorsión grave” en los precios. COAG denuncia que las importaciones preferenciales desde Túnez no están sujetas a los mismos requisitos de trazabilidad y origen que deben cumplir los agricultores europeos. En concreto, la organización agraria señala que el aceite tunecino entra a gran volumen en el mercado comunitario, pero no se identifica en los lineales ni en los productos finales, lo que indica, aseguran, que podría estar siendo mezclado, reetiquetado sin que el consumidor sea consciente del origen real del producto que compra.

“Mientras el sector español se enfrenta a controles exhaustivos, certificaciones y obligaciones estrictas de información al consumidor, el aceite importado a bajo coste entra en el mercado con normas más laxas”, ha indicado Francisco Elvira, dirigente de COAG en Jaén. A su juicio, esta situación está suponiendo competencia desleal frente a productores europeos, una distorsión grave de los precios nacionales e internacionales, riesgo de triangulaciones hacia terceros países, como Estados Unidos, eludiendo aranceles y falta de transparencia para el consumidor, que desconoce realmente lo que está comprando.

COAG define este producto como un “aceite fantasma” que entra sin aranceles y sin controles equivalentes, algo que, sostiene, “supone un riesgo económico y reputacional para el aceite de oliva español y europeo y que abarata artificialmente el mercado interior, facilita operaciones especulativas y perjudica gravemente a miles de agricultores que sí cumplen la normativa”. “La trazabilidad no puede tener doble rasero. O es para todos, o deja de ser un sistema creíble”, subraya Elvira. Cada año, el contingente autorizado por la UE permite la entrada de hasta 56.700 toneladas de aceite de oliva virgen tunecino a granel libre de impuestos. Pero COAG asegura que esta cifra se agota sistemáticamente al inicio de la campaña de comercialización “gracias a un procedimiento con escasas restricciones”. Esta cantidad se suma a las exportaciones ordinarias, en un contexto en el que Túnez destina el 80% de su producción al mercado comunitario. Sin embargo, COAG advierte de una anomalía: “Si España es el principal o el segundo comprador de aceite tunecino, ¿por qué no aparece prácticamente en ninguna etiqueta? ¿Dónde está y cómo se comercializa ese aceite?”

Según datos del Observatorio Nacional de la Agricultura (Onagri), Túnez exportó entre agosto de 2024 y agosto de 2025 un total de 210.700 toneladas de aceite de oliva, de las cuales la mayor parte tuvo como destino la UE. “Si la capacidad exportadora crece año tras año sin necesidad de aumentar los contingentes, y aun así se habla de ampliarlos a 100.000 toneladas, ¿qué está ocurriendo realmente con ese aceite, quién lo compra, cómo se vende y a nombre de quién sale del país?”, plantea la organización agraria.

De este modo, COAG urge a la UE y al Gobierno español suspender el contingente preferencial de aceite tunecino mientras no se garantice una trazabilidad equivalente a la exigida en la UE. También pide paralizar el perfeccionamiento activo y los depósitos aduaneros, que permiten introducir aceite extracomunitario para su posterior exportación como producto transformado europeo. De igual modo, se reclama realizar controles exhaustivos de trazabilidad sobre todo el aceite de oliva importado, especialmente en Andalucía y abrir una investigación desde Competencia y Consumo sobre posibles prácticas que alteren el mercado o engañen al consumidor. ”No es una protesta: es una defensa del mercado y del consumidor. Si los agricultores españoles cumplen cada norma, todos deben cumplirlas. Y si el aceite está etiquetado de forma correcta, entonces no habrá nada que temer”, ha subrayado Francisco Elvira.

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