El gobernador de la Reserva Federal de Atlanta anuncia que dejará su cargo en febrero
La decisión allana el camino para que Trump controle la Fed a partir del próximo año
El actual gobernador de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic (59 años), ha anunciado este miércoles a través de un comunicado que abandonará su cargo a finales del próximo febrero, cuando está previsto que concluya su mandato, y no se aspirará a la reelección. Bostic, que dirige el Banco Central de Atlanta desde 2017, es la primera persona negra y abiertamente gay en dirigir uno de los 12 bancos regionales de la Reserva Federal.
“Estoy orgulloso de lo que logramos durante mi mandato para convertir el noble objetivo de una economía que funcione para todos en una realidad más tangible, y espero descubrir nuevas formas de impulsar esa audaz visión en mi próxima etapa”, dijo Bostic a través de un comunicado.
La decisión de Bostic facilita el intento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de controlar la institución responsable de decidir el rumbo de la política monetaria. Se considera que la Reserva Federal debe ser independiente del poder ejecutivo para no alterar la confianza en economía. Trump lleva meses presionando a la cúpula de la Fed para que ahonde la rebaja de tipos de interés. Busca dinamizar la economía antes de las elecciones de medio mandato, que se celebrarán el próximo año.
Los responsables del Banco Central prefieren ir con más cautela porque consideran que aún existe algún riesgo inflacionario. De hecho, la inflación repuntó en octubre hasta el 3%, el nivel más alto desde enero, y por encima del objetivo del Banco Central (2%).
La Fed se enfrenta a fuerzas contrapuestas. A pesar de que la inflación sigue por encima del objetivo del 2%, también hay síntomas de ralentización del mercado laboral. Aunque las evidencias no son consistentes debido a los más de cuarenta días que ha estado cerrado el gobierno federal sin poder recabar ni publicar datos oficiales de empleo. Las entidades privadas que sí han ofrecido estadísticas anticipan un frenazo en el mercado laboral desde septiembre.
Ante las dudas, Powell explicó durante la última reunión de la Reserva Federal que habría que ser cauteloso y dejó la puerta abierta a tomarse un respiro en la bajada de tipos en la próxima reunión prevista para diciembre.
Trump ha acosado e insultado al presidente de la Fed, Jerome Powell, por no hacerle caso y acelerar la rebaja de tipos. También ha lanzado una campaña contra Lisa Cook, otra de las gobernadoras, que decide sobre el precio del dinero. El republicano ordenó despedirla en un documento sin firmar y bajo el argumento de que había incurrido en irregularidades financieras, pese a que no aportó ninguna prueba.
Bostic no ha participado en las decisiones de política monetaria este año. El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), que decide sobre los tipos, está compuesto por siete miembros ejecutivos de la Fed y cinco representantes de los 12 bancos regionales que rotan cada año. Sin embargo, ha sido uno de los miembros más activos al advertir sobre el riesgo de una inflación persistente y ha instado a sus colegas a estar pendientes al efecto de los nuevos aranceles sobre los precios.
Bostic aseguró que respaldó las dos reducciones de tipos de interés de septiembre y octubre, cuando la Fed redujo el precio del dinero en un cuarto de punto, menos de lo que querían los halcones más próximos a Trump.
Bostic fue objeto de escrutinio en 2022 y nuevamente en 2023 por transacciones financieras que infringieron las normas de inversión de la Fed para los responsables de la política monetaria. En ambos casos, Bostic declaró que su gestor de inversiones realizó operaciones en su nombre durante períodos restringidos. También reveló que algunas transacciones se habían omitido inadvertidamente en sus declaraciones financieras, según recuerda Bloomberg. Bostic afirmó desconocer las operaciones específicas y el momento de las transacciones, que fueron realizadas por un gestor externo.
Un informe publicado el año pasado por el organismo de control interno de la Reserva Federal no halló pruebas de que realizara operaciones basándose en información confidencial.