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La tasa de paro sube al 10,4% en el tercer trimestre pese a registrarse un récord en el número de ocupados

España alcanza otro máximo de trabajadores tras sumar 118.400 empleos, hasta los 22,4 millones. A la vez, hay 60.100 parados más

En el tercer trimestre crecieron a la vez en España el número de trabajadores y también el de desempleados: de julio a septiembre, el país suma 118.400 ocupados más y también 60.100 parados. Con esta evolución trimestral, el número total de trabajadores toca un nuevo techo histórico, hasta los 22,39 millones, mientras que el de desempleados queda en 2,61 millones, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es la mejor cifra en un tercer trimestre desde 2007, antes de la Gran Recesión, pero el empeoramiento respecto a la última Encuesta de Población Activa (EPA) eleva la tasa de paro al 10,45%, un ligero aumento respecto al 10,29% del trimestre anterior. El retroceso se explica por el ascenso del paro entre mujeres (del 11,5% al 12,1%), mientras que entre hombres desciende dos décimas hasta el 8,9%. El dato global español es casi el doble que el promedio europeo (5,9%).

El volumen de trabajadores de este tercer cuarto del año significa la cifra más alta desde que hay registros, de la mano del aumento poblacional y también del crecimiento de la economía. El FMI anticipa que el PIB crecerá un 2,9% en 2025. “Estas cifras corroboran el dinamismo del mercado de trabajo, en el que la población activa aumentó hasta superar los 25 millones de personas por primera vez, con un incremento de 178.500 personas en el tercer trimestre, respecto al anterior”, subraya el Ministerio de Economía.

Sin embargo, la generación de empleo en el tercer trimestre es inferior a la del año pasado, cuando se crearon 138.300 nuevos empleos, mientras que 2023 aportó 188.100 nuevos ocupados. Los nuevos puestos de este año representan la menor cifra en el tercer trimestre desde 2019. Con una mirada más larga, el promedio de incremento de la ocupación en este periodo del año fue del 0,88% en la última década (sin contar los anómalos datos de 2020 y 2021 por la pandemia), frente a la subida del 0,53% en el último análisis del INE. Respecto al año pasado, España crea 564.000 nuevos empleos.

Según se desprende de la desagregación por sectores, las ramas que más empleo aportaron en el tercer trimestre fueron sanidad y servicios sociales (+112.700), administración (+47.500), las actividades artísticas y de entretenimiento (+35.700), industria manufacturera (+33.600) y construcción (+32.600). El panorama fue muy diferente en la educación, donde se dio el habitual desplome veraniego (-174.400), causado principalmente por el parón en academias, centros de idiomas y otros modelos de educación no reglada. También retrocedió la ocupación en información y comunicaciones (-39.100), empleo doméstico (-23.500) y el campo (-17.400).

La mayoría de estos cambios conectan con dinámicas estacionales. Por ello, conviene detenerse en la lectura anual por sectores para saber cuáles toman fuerza y cuáles encogen en la economía española. En ese análisis sobresale la industria manufacturera, que aporta 123.000 nuevos empleos en lo que va de año, por encima de las actividades administrativas (+114.500), el comercio (+97.600), la construcción (+77.900) y las actividades sanitarias (48.900). Los únicos sectores que han perdido puestos en el último año son empleo doméstico (-52.900), hostelería (-30.800), información y comunicaciones (-19.900) y la administración pública (-11.200).

El 90% de esos 118.400 nuevos empleos corresponden a hombres. Ellos aportan 107.000 nuevos puestos, frente a los 11.400 que aportan ellas. Esta proporción tan desigual conecta con la evolución sectorial descrita anteriormente: el bajón en educación, donde ellas son mayoría, se da a la vez que crece el empleo en sectores muy masculinizados, como la industria o la construcción. También es reseñable el desfase por lugar de origen, ya que los extranjeros y los empleados con doble nacionalidad concentran nueve de cada diez puestos creados en el tercer trimestre. Los ocupados con dos pasaportes aportan el 59% de los nuevos puestos, los extranjeros el 32% y los españoles el 9%. Este reparto es similar al que se viene dando en anteriores terceros trimestres.

Según la EPA, desciende el número de autónomos respecto al anterior trimestre: son 3,27 millones, frente a los 3,28 del segundo cuarto del año. Este retroceso es muy inferior al del año pasado, cuando en el mismo periodo el colectivo se dejó 88.000 integrantes por el camino. En el dato anual, el total de autónomos se eleva un 3,9%, muy por encima del 2,9% que crece en promedio la ocupación. Así, los empleados por cuenta propia son el 14,6% del total, una cifra a la baja porque normalmente crece más la cifra de asalariados.

Sube el paro

Además de la tasa de paro, la EPA también distribuye el número absoluto de parados. Este trimestre crece la cifra de desempleados en 60.100 personas, hasta un total de 2,6 millones. A la vez que la ocupación toca un techo histórico, la cifra de parados se sitúa en su nivel más bajo en un tercer trimestre desde 2007.

En esta variable se aprecia un cambio de patrón en esta época del año desde 2019, el último año antes de la pandemia. En los años previos, durante la etapa de recuperación tras la Gran Recesión, la cifra de parados caía en torno a 200.000 personas de media. En 2019, pese a ser un buen ejercicio para el empleo, solo se contrajo en 16.200 personas. En 2022 y 2023 el balance fue incluso peor, con incrementos en el número de parados pese a que esos años acabaron aportando en torno a medio millón de nuevos empleos. En 2024 la cifra apenas se alteró, con una caída de 1.200 personas.

Esta vez, el tercer trimestre arroja un balance de 60.100 parados más. En coherencia con los datos sectoriales de ocupación, el sector que más parados aporta es la educación, 72.400. También crece el número de desempleados sin actividad anterior, los que buscan su primer empleo, con 49.500 parados más. Estas cifras se compensan con el descenso de parados que tampoco están asignados a una actividad concreta porque dejaron de trabajar hace más de un año (-48.900), a los que se suma la contracción en hostelería (-20.600), entre otros.

Esta evolución del número de desempleados, junto al incremento de ocupados, resultan en una leve subida de la tasa de paro, del 10,29% de abril a junio al 10,45% de julio a septiembre. Es una evolución diferente a la del año pasado, cuando el paro bajó del 11,27% al 11,21%, pero sigue la línea de los dos años anteriores, en los que también creció levemente la proporción de parados en el tercer trimestre. Este guarismo sí mejora si se compara con la tasa de un año antes (11,21%) y aún más respecto a 2023, cuando era de un 11,89%.

Este empeoramiento conecta con la subida de la tasa entre las mujeres en el tercer trimestre: pasa del 11,5% al 12,11%, mientras que la de los hombres cae del 9,2% al 8,97%. Es la primera vez desde 2008 que la tasa de paro masculina cae por debajo del 9%. A la vez, las peores evoluciones trimestrales por edades se dan en el grupo de 20 a 24 años (del 21,3% al 22,65%), en el de 30 a 34 años (de 8,98% a 9,58%) y de 35 a 39 años (de 8,17% a 8,93%).

Por comunidades autónomas, se repite un trimestre más la brecha norte-sur: las tasas más altas de desempleo se dan en Andalucía (15,27%), Canarias (14,59%) y Extremadura (13,56%), y las más bajas en Navarra (7,29%), Euskadi (6,98%) y las Islas Baleares (5,77%). Esta posición tan privilegiada del archipiélago se suele difuminar en la temporada baja turística, cuando la tasa de paro escala hasta el 15%.

Más allá de esta fotografía trimestral, hay regiones que vienen notificando mejoras reseñables de la tasa de paro en los últimos meses. Es el caso de La Rioja, donde esta variable cae 2,51 puntos, del 10,22% el año pasado a 7,71% ahora. También desciende con fuerza en la Comunidad de Madrid (del 9,65% al 7,98%) y en la Comunidad Valenciana (del 13,04% al 11,73%). Otros territorios caminan en dirección contraria a la media nacional, como la Región de Murcia (el paro pasa del 11,95% al 12,91), Cantabria (del 7,17% al 7,62%) y Canarias (del 14,4% al 14,59%).

La temporalidad de los contratos, en mínimo

En su análisis de los datos, el Ministerio de Trabajo reivindica que el número de asalariados indefinidos alcanza los 16,1 millones, “récord de toda la serie histórica”, y también que los hogares con todos sus miembros en paro han disminuido un 7,45%. CC OO subraya que la tasa de temporalidad se sitúa ya en el 15,6%, “su mínimo histórico, un dato reflejo de los avances logrados en estabilidad laboral gracias a la reforma laboral”, mientras que UGT destaca que el empleo a tiempo completo se incrementa en 314.500 personas, mientras que el empleo a tiempo parcial desciende en 196.100, “lo que refleja una mayor estabilidad”.

Por su parte, CEOE advierte de “signos de fatiga” en la creación de empleo y pone el foco en el retroceso en la cifra de autónomos, con 10.500 menos. “Es necesario evitar medidas que puedan suponer aumentos de costes y una mayor incertidumbre regulatoria en el modelo de relaciones laborales”, pide CEOE. Cepyme celebra la evolución del empleo privado, “que se incrementó en cerca de 108.000 personas, lo que demuestra el compromiso de las empresas con la creación de empleo”. Pero matiza que “esta cifra agregada esconde las dificultades por las que atraviesan las microempresas”, entre las que menciona la “carga normativa”.

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