Ir al contenido

Kristalina Georgieva (FMI) pide apostar por el comercio como motor de crecimiento para combatir el descontento social

La directora gerente del Fondo reclama a los países que simplifiquen sus normativas, refuercen las instituciones y reduzcan la deuda

El mundo avanza con pasos de plomo. El crecimiento de la economía mundial se está ralentizando a un ritmo muy inferior al que avanzaba antes de la pandemia. Los desequilibrios se acumulan en los países golpeados por una acumulación de perturbaciones, como la crisis de la covid, la guerra de Ucrania, con la sacudida en los precios de la energía y la inflación. Cuando parecía que el horizonte comenzaba a despejarse, Estados Unidos ha abierto una guerra comercial.

“Las fuerzas del cambio están haciendo que la economía mundial sea menos predecible”, ha asegurado Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, durante la conferencia de prensa en el marco de la asamblea anual del organismo. “Esta incertidumbre está afectando a la población. La gente está inquieta. Está saliendo a la calle para exigir mejores oportunidades”, ha advertido la economista búlgara. Numerosos partidos de extrema derecha y antisistema están ganando protagonismo por todo Occidente.

Los ciudadanos han visto mermadas sus rentas tras la crisis inflacionaria y el difícil acceso en la vivienda en numerosos países europeos y Estados Unidos. El malestar es patente y se traslada a la política, donde la polarización gana terreno.

La directora gerente del Fondo ha reclamado algunas reformas a los países para combatir este descontento creciente. “He animado a nuestros miembros a que adopten medidas de limpieza normativa para ayudar a fomentar la innovación y el espíritu empresarial”, al tiempo que ha remarcado: “Les insto, les insto a que mantengan el comercio como motor del crecimiento”, en referencia a las trabas, en forma de aranceles, que ha desplegado Estados Unidos por el mundo.

La Asamblea Anual del FMI/Banco Mundial, que se está celebrando esta semana en Washington, está a punto de concluir y las conclusiones son claras: el mundo avanza con un débil crecimiento y la incertidumbre ya es estructural. “Las perspectivas de crecimiento a medio plazo siguen siendo débiles”, ha apuntado Georgieva. La deuda pública se encuentra cerca de máximos históricos, sin visos de que se vaya a frenar. “La economía mundial está excesivamente desequilibrada”, ha añadido.

“¿Qué pueden hacer los países al respecto?“, se ha preguntado la máxima responsable del FMI, quien ha enumerado tres prioridades. ”Sabemos que el sector privado maneja mejor la incertidumbre, por lo que hay que desbloquear el crecimiento del sector privado para que las economías generen más puestos de trabajo y mejores medios de vida". Para estimular el crecimiento empresarial y la innovación, Georgieva ha recetado que se reduzcan y agilicen los trámites: “limpieza normativa”. El Fondo advierte de que en muchas ocasiones las empresas deben cumplir una normativa en ocasiones excesivamente compleja, duplicada en distintos países y muy diferente en otros. Ese es uno de los puntos que ha protagonizado las reuniones anuales de los organismos multilaterales. “No se trata de desregular, sino de simplificar las normas”, apunta una fuente que ha participado en encuentros bilaterales.

Pero uno de los asuntos en los que más ha enfatizado Georgieva ha sido en reducir las tensiones comerciales. La ofensiva arancelaria de Trump está lejos de haber terminado pese a haber firmado decenas de acuerdos comerciales con otros tantos países. La semana pasada, el presidente estadounidense amenazó a China con imponer un arancel adicional del 100% si mantenía las restricciones al comercio de las tierras raras, unos minerales críticos para el desarrollo tecnológico, que se emplean tanto en la fabricación de teléfonos móviles, aparatos electrónicos, desarrollos militares, como en los microprocesadores esenciales para el avance de la Inteligencia Artificial. Las tensiones entre las dos potencias están elevando la incertidumbre sobre la economía mundial.

Georgieva ha destacado como segunda prioridad lograr un entorno macroeconómico estable “para navegar por un mundo más turbulento”. La economista búlgara ha explicado que los países deben reconstruir el espacio fiscal y reducir la deuda para tener un colchón ante las adversidades. “Esto significa depender más de las fuentes de ingresos nacionales y tomar decisiones presupuestarias inteligentes”.

La tercera prioridad, según ha enumerado Georgieva, consiste en “reducir los desequilibrios mundiales”. Durante la conferencia de prensa ante un centenar de medios internacionales ha sentenciado: “Los riesgos se han disparado”. En ese punto, ha pedido que los países con superávits excesivos, como China, impulsen la demanda interna, gastando menos en política industrial y más en redes de seguridad social. Mientras que los países con déficits excesivos, como Estados Unidos, deben reducir los desequilibrios fiscales e incentivar el ahorro privado.

“Permítanme terminar con esto. La incertidumbre ha llegado para quedarse y el cambio es imparable, pero con el cambio llegan las oportunidades”, ha concluido.

Sobre la firma

Más información

Archivado En