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Las ‘big tech’ se lanzan a alianzas milmillonarias con cruces accionariales inéditos al calor de la IA y el riesgo de burbuja

Los acuerdos envuelven a Intel, Microsoft, AMD, Oracle, CoreWeave, TikTok y las ‘start-ups’ de Elon Musk

Las grandes tecnológicas han acelerado la actividad corporativa en las últimas semanas, protagonizando operaciones espectaculares, que han sacudido negocios estratégicos como la inteligencia artificial (IA) y los chips. Estos acuerdos han provocado la creación de unos cruces accionariales, hasta ahora inéditos, incluso entre empresas competidoras, bajo nuevas especulaciones sobre otra burbuja.

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Las grandes tecnológicas han acelerado la actividad corporativa en las últimas semanas, protagonizando operaciones espectaculares, que han sacudido negocios estratégicos como la inteligencia artificial (IA) y los chips. Estos acuerdos han provocado la creación de unos cruces accionariales, hasta ahora inéditos, incluso entre empresas competidoras, bajo nuevas especulaciones sobre otra burbuja.

La última transacción se desveló el pasado lunes. AMD y OpenAI, la start-up de moda, anunciaron un acuerdo valorado en varias decenas de miles de millones de dólares para suministrar microprocesadores de última generación a la firma de Sam Altman. Además, AMD emitirá un warrant (derecho de compra) para OpenAI, por hasta 160 millones de acciones, en función de los objetivos, que permitirá a la start-up alcanzar el 10% del capital de la empresa de chips. Es decir, de llegar a ese porcentaje, pasaría a ser el primer accionista, por delante de Vanguard y Blackrock.

La operación llegaba pocos días de la alianza de la propia OpenAI con Nvidia, competidor de AMD, con una inversión histórica de 100.000 millones de dólares (unos 85.750 millones de euros). El fabricante de chips para IA, actualmente la mayor empresa del mundo por capitalización bursátil, con un valor de mercado por encima de 4,7 billones de dólares, recibirá una participación en la start-up, la más valiosa del mundo, con 500.000 millones de dólares, aunque no se precisó.

Pocos días antes, Nvidia había anunciado una inversión en Intel, su histórico rival en el ámbito de los chips, de 5.000 millones de dólares, que va a otorgar al grupo dirigido por Jensen Huang un 4% del capital de su competidor. Esta histórica alianza ha supuesto un impulso para Intel, inmersa en una reestructuración financiera y operativa para salir de su crisis, además de una revolución en la industria de los chips.

La llegada de Nvidia se ha producido casi en paralelo con la entrada en Intel del propio Gobierno de Estados Unidos, que va a tomar hasta un 10% del capital, porcentaje que convertiría a la Administración Trump en el primer accionista, y de SoftBank, que ha cerrado una inversión en el grupo de 2.000 millones. En los mercados financieros también se ha especulado con una inversión de Apple en el fabricante de chips pero, por ahora, no se ha cerrado.

Además de su irrupción en Intel, la Administración Trump ha articulado distintos movimientos corporativos entre las grandes tecnológicas estadounidenses, entre los que destaca la operación para la segregación y compra de TikTok USA, hasta ahora propiedad de la china ByteDance, por parte de empresas e inversores estadounidenses. Entre los más destacados figura Oracle, que pasará a ser uno de los accionistas de referencia de la plataforma de intercambio de vídeos en el mercado de EE UU, junto a Silver Lake, Andreessen Horowitz o Michael Dell, fundador de Dell, y Rupert Murdoch, entre otros. De momento, no han precisado el tamaño de la participación de la empresa, si bien, según la prensa especializada de EE UU, Oracle, Silver Lake y MGX de Abu Dabi, podrían tener un 45% del capital.

La compañía de Larry Ellison también sacudió el mercado en septiembre pasado, al anunciar unas fuertes previsiones de crecimiento gracias al negocio de la IA y el cloud, incluyendo una cartera de contratos de casi 500.000 millones de dólares. Entre ellos, destaca el acuerdo con OpenAI, valorado en 300.000 millones en los próximos años.

OpenAI se ha situado en un nodo central de estos movimientos y cruces accionariales. Y es que la empresa dirigida por Sam Altman tiene a Microsoft como su principal inversor. Y el papel del gigante de Redmond es de fuerte relevancia. De hecho, ambas partes han acelerado en su acuerdo para que OpenAI pase a convertirse en una compañía con ánimo de lucro, y allane su camino hacia la salida a Bolsa en la que podría ser una de las mayores OPV de la historia. A mediados de septiembre, firmaron un memorando con ese objetivo.

Precisamente, Elon Musk, cofundador de OpenAI, con la que ahora compite a través de la start-up xAI, criticó este lunes la posición de la firma de Altman, con el que tiene abierto algún litigio por esta situación. El magnate, que fue uno de los cofundadores de OpenAI en 2015, retuiteó un mensaje de la red X en el que se criticaba que OpenAI fuese todavía propiedad de una compañía matriz sin ánimo de lucro tras recibir una inversión de 100.000 millones de dólares de Nvidia, tomar un 10% de AMD, participar en una inversión de 500.000 millones del proyecto Stargate y recibir una valoración de 500.000 millones tras la última operación de venta de acciones por parte de empleados y ex trabajadores. Esta última transacción situaba a OpenAI como la start-up más valiosa del mundo, por delante de SpaceX, la firma del negocio espacial del propio Musk.

El fundador de Tesla, eso sí, ha recibido también el respaldo de Nvidia en la ronda de financiación de xAI, impulsada por el propio Musk, con una inversión próxima a 2.000 millones de dólares.

A su vez, el citado proyecto Stargate, que impulsa la construcción de una infraestructura de IA en EE UU, une a casi todos estos gigantes tecnológicos. Los primeros inversores de Stargate son SoftBank, OpenAI, Oracle y MGX, mientras que Arm, Microsoft, Nvidia, la empresa de Larry Ellison y la start-up de Sam Altman son los primeros socios tecnológicos.

Los cruces accionariales de OpenAI no acaban ahí. En marzo, cerró un acuerdo con CoreWeave para ampliar la capacidad de computación para entrenamiento, valorado en 11.900 millones de dólares. Además, OpenAI pasó a convertirse en inversor de CoreWeave mediante la emisión de 350 millones de dólares en acciones. A finales de septiembre, CoreWeave anunció una ampliación del valor de contrato, hasta 22.400 millones.

Los acuerdos han sido recibidos con euforia por los mercados, si bien se han desatado, de nuevo, los comentarios sobre una nueva burbuja tecnológica. En el caso de AMD y OpenAI, el fabricante de chips llegó a dispararse un 38%, elevando la capitalización bursátil en 100.000 millones de dólares. Parecidas fueron las situaciones con la entrada de Nvidia en Intel o el anuncio del aumento de la cartera de contratos de Oracle, gracias OpenAI. Tanto Intel como Oracle registraron subidas en Bolsa históricas. La firma de Larry Ellison llegó a elevar su capitalización bursátil en 300.000 millones en una sola sesión.

Ahora, el desafío es que las compañías impulsadas por estas subidas justifiquen este avance con sus cuentas y cumplan las previsiones. De momento, el escenario del sector ha cambiado con estas alianzas.

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