Nippon Steel cierra la compra de U. S. Steel tras llegar a un acuerdo con Trump
La ‘acción de oro’ de Estados Unidos no impide que la firma japonesa se haga con el 100% de la centenaria siderúrgica estadounidense
La centenaria U. S. Steel, que llegó a ser una de las mayores compañías de Estados Unidos, ya es de propiedad japonesa. Nippon Steel ha cerrado la compra de la siderúrgica estadounidense gracias a un acuerdo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Antes de regresar a la Casa Blanca, Trump aseguró: “Estoy totalmente en contra de que la otrora grande y poderosa U. S. Steel sea comprada por una empresa extranjera, en este caso Nippon Steel de Japón“. ”Como presidente, voy a bloquear que este acuerdo se cierre", añadió. Como presidente, ha autorizado el acuerdo tras imponer una serie de condiciones comerciales, de inversión y de gobernanza.
Nippon Steel ha accedido a llamar “alianza” a lo que es una adquisición en toda regla, a un precio de 55 dólares por acción. La compañía ya ha sido excluida de Bolsa tras hacerse Nippon Steel con el 100% del capital en una operación valorada en 14.100 millones de dólares.
Trump siempre ha tenido flexibilidad para llevarse la contraria a sí mismo, en un ejercicio que por lo general le ha salido rentable políticamente. En este caso, justificó el cambio de posición en una acción de oro que, según dijo, le daba el control a Estados Unidos. En el comunicado en que se anuncia el cierre de la operación, se detalla por primera vez qué poderes concede esa acción de oro y no son ningún inconveniente para que Nippon Steel controle la empresa.
El Gobierno de Estados Unidos tendrá ciertos derechos, entre los que se incluye el nombramiento de un consejero independiente. Además, algunas decisiones estratégicas podrán ser vetadas por el presidente. La empresa enumera las siguientes: una reducción en sus compromisos de inversión, el cambio de nombre o la sede de U. S. Steel; el traslado de la sede social, de la producción o los puestos de trabajo de U. S. Steel fuera de Estados Unidos; adquisiciones significativas de empresas competidoras en Estados Unidos, y determinadas decisiones sobre el cierre o la paralización de las instalaciones de fabricación existentes, sobre el comercio, la mano de obra y el abastecimiento desde fuera del país.
Junto a esos derechos que confiere la acción de oro, la empresa reitera los compromisos a que había llegado a través de un acuerdo de seguridad nacional que firmó con el Gobierno de Trump. La mayoría de ellos ya se los había ofrecido al anterior presidente, Joe Biden, que mantuvo su palabra y vetó la operación, alegando razones de seguridad nacional.
Nippon Steel realizará nuevas inversiones por valor de aproximadamente 11.000 millones de dólares en U. S. Steel hasta 2028, lo que incluye una inversión inicial en un proyecto totalmente nuevo que se completará después de 2028. U. S. Steel seguirá siendo una entidad constituida en Estados Unidos y mantendrá su sede en Pittsburgh, Pensilvania (aunque sea una filial del grupo japonés). La mayoría de los miembros del consejo de administración serán ciudadanos estadounidenses, al igual que el personal directivo clave, incluido su consejero delegado (pero los nombrará Nippon Steel). Además, U. S. Steel mantendrá la capacidad de producir y suministrar acero desde sus centros de producción en Estados Unidos para satisfacer la demanda del mercado estadounidense, y la matriz no impedirá a la filial local llevar a cabo acciones comerciales autónomas.
En conjunto, las condiciones no reducen el atractivo de la operación para Nippon Steel. La principal novedad desde que lanzó su oferta hace año y medio hasta que la ha cerrado es que ahora se encuentra con un mercado protegido con aranceles del 50% a la importación de acero. Eso aumentará la rentabilidad de la operación.
Nippon Steel sostiene que la operación generará 100.000 puestos de trabajo, con una nota al pie que aclara que está hablando de empleos directos, indirectos e inducidos, según un estudio encargado por la propia empresa.