Guindos afirma que el proceso de desinflación “va por el buen camino”, pero pide prudencia
El vicepresidente del BCE alerta sobre la elevada incertidumbre y el débil crecimiento económico
La calma vuelve poco a poco al terreno de los precios después de más de dos años de tormenta, pero no significa que se pueda poner ya un punto final a la lucha contra la inflación: el crecimiento es débil y la incertidumbre elevada, un cóctel que mete presión a la economía y a las instituciones monetarias. Así lo ha reflejado este miércoles Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE). “El proceso de desinflación va por buen camino”, ha asegurado en una intervención durante la primera jornada del foro Spain Investors Day. El exministro español, sin embargo, ha añadido que la institución no se compromete “de antemano con una trayectoria de tipos en particular”, es decir, a profundizar en la relajación de su política inaugurada el pasado verano. “Si los datos que se están recibiendo confirman nuestra línea de base, la trayectoria de la política monetaria es clara y esperamos seguir reduciendo aún más el carácter restrictivo de la misma”.
El BCE ha recortado los tipos de interés cuatro veces el año pasado tras subirlos de forma espectacular después de la invasión rusa de Ucrania y la crisis energética que desató. Ahora, con la batalla casi ganada —la inflación ha remitido y ya está cerca del objetivo del 2%—, han aparecido nuevos nubarrones que pueden trastocar los planes. “El panorama se ve empañado por una incertidumbre aún mayor”, ha dicho Guindos. “En particular, las perspectivas se caracterizan por una gran incertidumbre en torno a las futuras políticas comerciales en Estados Unidos, la incertidumbre política y fiscal en algunos grandes países de la zona del euro, así como los riesgos geopolíticos mundiales”, ha enumerado.
Es un hecho que la zona euro ha perdido impulso. La locomotora alemana está gripada, la industria manufacturera se contrae y el crecimiento de los servicios no avanza tan rápido como antes, con unos precios energéticos que siguen en cotas elevadas; las empresas frenan las inversiones y las exportaciones pierden fuelle. Con todo ello, Guindos ha destacado que “las vulnerabilidades soberanas están aumentando”, pese a la reducción generalizada de la tasa de deuda pública tras la pandemia. Del lato positivo, los bancos del bloque del euro “son sólidos”, ha subrayado, y el mercado laboral sigue fuerte, lo que anticipa, junto a una mejora en las condiciones crediticias, un crecimiento del consumo y la inversión.
“Continuaremos siguiendo un enfoque dependiente de los datos y reunión por reunión para determinar la postura de política monetaria adecuada”, ha explicado el número dos del BCE. “El alto nivel de incertidumbre exige prudencia”.
La intervención de Guindos se ha enmarcado en la primera jornada del Spain Investors Day, un foro de encuentro entre inversores internacionales, grandes empresas españolas e instituciones que se ha celebrado en Madrid y ha llegado a su XV edición. El evento ha sido inaugurado por el Rey, quien también ha mencionado la compleja conjuntura internacional —desde la guerra en Ucrania a la crisis inflacionaria y varios frentes abiertos en Oriente Próximo— y ha subrayado que esta “inestabilidad generalizada” plantea riesgos severos para la economía mundial. “El contexto global al que nos enfrentamos ha traído consigo una desaceleración significativa de la globalización y una creciente ola de proteccionismo, creando nuevos desafíos e incertidumbre”, ha señalado.
Pese a esas turbulencias, Felipe VI ha destacado la fortaleza económica de España, que cuenta con un sector exportador potente y competitivo, con empresas líderes en varios sectores punteros, como son las energías renovables y la infraestructura de fibra óptica, y a la vez un mercado interno atractivo para el capital foráneo, que convierte a España en “uno de los mayores receptores de inversiones extranjeras del mundo”. El rey ha hecho hincapié en que, en los 10 últimos años, la inversión extranjera directa ha crecido en más de un 80%, y que España no solo tiene una posición sólida y abierta internamente; también es la “puerta de entrada perfecta” hacia otros mercados extracomunitarios como el norte de África o Latinoamérica.
Inversiones
El ministro de Industria, Jordi Hereu, también ha destacado el crecimiento espectacular de España en los últimos dos años, siendo la gran economía con mejor desempeño de toda la zona euro. Hereu ha recordado que todos los mayores organismos internacionales han elevado sus previsiones para el país, que es una gran potencia turística —un sector que pretende ser más “sostenible”, con diversificación y desestacionalización— y donde la industria crece. “Estamos creciendo con un propósito; mientras crecemos nos transformamos”, ha resumido.
A todo ello contribuye el colchón del Plan de Recuperación europeo, que está siendo fundamental para impulsar nuevos proyectos en campos estratégicos como el coche eléctrico, el farmacéutico o el electrónico. “Necesitamos nuevas inversiones, este es mi claro mensaje. Este tiene que ser el año de invertir en España y Europa”, ha afirmado el ministro.
Un mensaje parecido ha lanzado José-Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, quien ha abogado por un crecimiento impulsado por la colaboración público-privada y ha asegurado a los inversores confianza y estabilidad. “Confíen en Madrid y en España. No se van a equivocar”, ha dicho. “Es una oportunidad para todos los que quieran invertir”.