La Inspección de Trabajo recauda 15 millones de euros controlando horas extra desde 2015
Díaz señala que el número de jornadas impagadas a la semana se ha reducido en un millón en la última década, pese al aumento del volumen de asalariados
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha señalado que la Inspección de Trabajo ha aumentado un 54% sus actuaciones para controlar las horas extraordinarias no pagadas desde 2015, lo que ha supuesto una recaudación de más de 15 millones de euros por incumplimientos empresariales. En respuesta a una pregunta del diputado de Bildu Oskar Matute en el pleno del Congreso de los Diputados, Díaz ha señalado que en 2015, con 15 millones de asalariados, se realizaban 3,5 millones de horas extra impagadas a la semana. “Ahora, con 18 millones de asalariados, hemos reducido en un millón esa cifra, y se hacen 2,5 millones de horas extra no remuneradas a la semana”, ha añadido.
Las actuaciones llevadas a cabo por la Inspección, que ha realizado “un esfuerzo brutal”, han provocado que los trabajadores hayan realizado 48,8 millones de horas extra menos. “Estamos hablando de tiempo de trabajo, pero hablamos de productividad, de irregularidades, de vulneración de derechos y la mayor tiene que ver con el tiempo de trabajo”, ha dicho la ministra, quien ha mencionado la mesa en la que negocia con patronal y sindicatos la reducción de la jornada laboral.
Dicha reforma incluirá una reforma del control horario para que pueda ser revisado en remoto por la Inspección de Trabajo, al tiempo que llevará también cambios en cuanto a las sanciones por incumplimiento de trabajo, que serán “individualizadas y disuasorias”.
Por su parte, Matute ha dudado de que esta propuesta “sea suficiente” y pedía al Gobierno “romper con el relato ideológico de quienes señalan al absentismo como el principal problema”. “Hay quien piensa que puede pagar lo que estime oportuno o, incluso, puede no pagar porque sus beneficios van antes que los derechos de la gente”, ha denunciado Matute, quien ha instado a dotar mejor al cuerpo de inspectores de Trabajo para que “sean capaces de dar con estos nichos de irresponsabilidad”.