La Casa Blanca pide a la patronal que ofrezca un mejor acuerdo al sindicato para detener la huelga de los puertos
El paro indefinido amenaza con interrumpir la cadena de suministro si se prolonga, en vísperas de la temporada comercial más intensa del año en Estados Unidos
La huelga de 45.000 estibadores de los puertos de la costa Este y el golfo de México ha entrado este miércoles en su segundo día, mientras la Casa Blanca sigue presionando a la patronal para que eleve su oferta y pueda llegar a un acuerdo con el sindicato que representa a los estibadores. La Administración, por mediación de la secretaria de Trabajo en funciones, Julie Su, ha instado a ambas partes a volver a la mesa de negociaciones.
La negativa de las partes a reunirse incrementa la preocupación de que la interrupción de la cadena de suministro pueda prolongarse, en vísperas del periodo comercial más intenso del año en Estados Unidos, el que va de Halloween a Acción de Gracias y Navidad. La huelga convocada por la Asociación Internacional de Estibadores (ILA, en sus siglas inglesas) ha bloqueado el transporte de alimentos y automóviles en decenas de puertos, de Maine a Texas, lo que puede costar a la economía estadounidense miles de millones de dólares al día, hasta 5.000 millones según las estimaciones del equipo de análisis de JP Morgan. Las primeras señales de interrupción apuntan a grandes minoristas como Walmart -el mayor empleador del país-, Ikea y la cadena de almacenes para las reformas de hogar Home Depot. Una huelga prolongada podría amenazar los suministros de las principales empresas de los sectores minorista, automovilístico y manufacturero.
Los expertos en comercio consideran no obstante que el paro masivo no provocará inmediatamente un aumento de los precios al consumidor, ya que las empresas habían adoptado provisiones de urgencia para acelerar los fletes antes de que los trabajadores se declararan en huelga a primera hora del martes. Sin embargo, un paro prolongado acabará repercutiendo, y es probable que los precios de los alimentos sean los primeros en notarlo, según los cálculos de Morgan Stanley, lo que eventualmente podría provocar un repunte de la inflación, que el mes pasado fue del 2,5%. El escenario no fue ser más inquietante para la Casa Blanca, cuando sólo faltan cinco semanas para las elecciones de noviembre y la inflación se ha convertido en una de las principales armas arrojadizas de los republicanos.
Lars Jensen, director de la consultora marítima Vespucci Maritime, afirmó en declaraciones a la agencia Reuters que la ruptura de las negociaciones entre ambas partes indica que la huelga podría durar más que unos pocos días. “A menos que USMX [siglas en inglés de Alianza Marítima de EE UU, la patronal] dé marcha atrás y acceda a las peticiones de la ILA, parece que hay pocas posibilidades de que se resuelva la huelga a corto plazo”, dijo Jensen.
Más de 38 portacontenedores estaban parados en los puertos de EE UU el el martes, primer día del paro, frente a los sólo tres del domingo anterior a la huelga, según Everstream Analytics. El ILA, que representa a 45.000 trabajadores portuarios, se declaró en huelga ayer después que las negociaciones con la patronal para un nuevo convenio de seis años descarrilaran. El sindicato pide un aumento salarial de 5 dólares por hora cada uno de los años de vigencia del convenio. Su líder, Harold Daggett, también rechaza los proyectos de automatización que amenazan los puestos de trabajo de numerosos empleados sindicados. “Estamos dispuestos a luchar el tiempo que sea necesario, a permanecer en huelga el tiempo que haga falta para conseguir los salarios y la protección contra la automatización que merecen nuestros miembros de la ILA”, dijo Daggett el martes.
Planes de contingencia
También el Gobierno de Joe Biden pretende que la patronal ofrezca un mejor acuerdo a los estibadores. “Los transportistas marítimos extranjeros han obtenido beneficios récord desde la pandemia, cuando los estibadores se arriesgaron para mantener los puertos abiertos. Es hora de que las navieras ofrezcan un contrato sólido y justo que refleje la contribución de los trabajadores de la ILA a nuestra economía”, declaró Biden en un post publicado a última hora del martes en la red social X (antes Twitter). La referencia del presidente se debe a que en la patronal USMX están representadas importantes compañías extranjeras como la danesa Maersk o la estatal china Cosco. El presidente ha encargado a su equipo económico que vigile los precios para alertar de posibles abusos que benefician a los transportistas extranjeros.
Los minoristas, que representan cerca de la mitad del volumen total de transporte de contenedores, han puesto en marcha planes de contingencia para minimizar el efecto de la huelga en vísperas de la llamada holiday season, la gran temporada de ventas del invierno. La Federación Nacional de Minoristas, junto con otras 272 asociaciones comerciales, pidió a la Administración del presidente Biden que recurra a su autoridad federal para detener la huelga, advirtiendo de “consecuencias devastadoras” para el consumo y, por extensión, la economía.