El IPC en la eurozona cae al 2% por primera vez en tres años y abre la puerta a rebajas de tipos más agresivas del BCE

El nuevo retroceso del IPC da más argumentos para una nueva rebaja de tipos de interés en octubre

Clientes ante un puesto en un mercado de Madrid, en 2023.Eduardo Parra (Europa Press)

La inflación ha caído por debajo del 2% en la zona euro, concretamente al 1,8%. Hay que remontarse a junio de 2021 para ver el índice de precios al consumo del área monetaria por debajo de esa simbólica cota que tiene por objetivo el Banco Central Europeo (BCE) y que tiene subrayada en rojo en su cuaderno de bitácora. El dato divulgado este martes por Eurostat añade argumentos para que el BCE vuelva a reducir los tipos de interés. Y ya no son pocos. La debilidad económica de la UE también es un asunto a tener muy en cuenta.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, no se apeó este lunes ante los eurodiputados del mensaje que viene dando desde hace tiempo. “Estaremos pendientes de los datos” y mantendrán una política monetaria suficientemente “restrictiva” como para asegurarse de que las expectativas de inflación están ancladas en el 2% a medio plazo. Pero la primera parte de este mensaje habla de cifras y esas dicen que los precios aflojan, que la tendencia a la baja de la inflación está consolidada y que septiembre vuelve a mostrar que ese objetivo está a la vista. Lo ha admitido, un poco antes de conocerse el dato, el gobernador del Banco de Finlandia, Olli Rehn, uno de los miembros Consejo del BCE que se sentará en la reunión que en unas semanas decidirá si vuelven a bajar los tipos de interés. “El descenso de la inflación significa, en mi opinión, que hay ahora más razones que justifican un recorte en octubre”, ha destacado el finés.

El retroceso en cuatro décimas del IPC de la zona euro en septiembre se veía venir por la evolución de los precios en las cuatro grandes economías. En España, Francia, Italia y Alemania los precios han perdido fuerza en septiembre. En realidad, en la gran mayoría de las 20 economías que integran el área monetaria la inflación ha perdido terreno. Apenas lo ha ganado en Portugal y Bélgica.

Que la inflación esté por debajo del 2% no implica que esté todo hecho a ojos del BCE. La inflación subyacente, en la que se eliminan los productos más volátiles del indicador, sigue por encima del índice general: en el 2,7%. Aunque si hay un sector que en este momento tira de la inflación son los servicios, cuyos precios respecto al año anterior crecieron un 4%, más del doble que el índice general. Este será uno de los elementos a los que, seguramente, se agarrarán los halcones del consejo del regulador monetario para enfriar la posible rebaja de tipos de interés.

Encontrarán otro argumento: a finales de año el IPC va a repuntar algo. Lo advirtió la propia Lagarde el lunes en el Parlamento Europeo. Una mezcla de efecto estadístico, por los desplomes vistos en meses anteriores, y de retirada de las medidas adoptadas para aliviar la crisis inflacionaria estarán detrás de ese movimiento al alza. Un ejemplo de esto último se ve, precisamente, este 1 de octubre en España, fecha en que empieza a aplicarse de nuevo el IVA a los alimentos básicos. En principio será apenas el 2%, pero es suficiente como para añadir algo de presión a los precios.

Frente a esto, a favor de nuevos recortes en los tipos de interés —el último ha sido en septiembre— se sitúa que la tendencia a la baja está más que consolidada y, sobre todo, la fragilidad económica en Europa. La actividad no acaba de levantar cabeza. Aunque el PIB no está estancado como lo estuvo en 2023, la salida está siendo francamente poco vigorosa. Por ejemplo, la previsión que tiene el propio banco central es que este año apenas crezca un 0,8%.

“Parece que el BCE podría dar el sí en octubre. [...] La ralentización de la economía se está traduciendo en fuerzas desinflacionistas, con precios ligeramente más bajos de un mes a otro. La única posible señal de alarma continúa siendo la inflación de los servicios, que se mantiene en torno al 4%”, vaticina Luis Artero, director de inversiones de JP Morgan en España.

Sin darlo por hecho, también los analistas de ING se inclinan por una bajada de tipos en la próxima reunión del BCE. Apuntan en la entidad holandesa que se esperaba una rebaja de la inflación en septiembre, pero que esta ha ido incluso más lejos de lo que ya había apuntado la presidenta Lagarde. El servicio de estudios de este banco llega a dudar de que en el cuarto trimestre del año vaya a haber un repunte: “La cuestión es hasta qué punto puede materializarse, ya que los precios de la gasolina han bajado rápidamente debido a la caída de los precios del petróleo”.

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