La campaña oleícola se cierra con las bodegas al mínimo a la espera de una mejor cosecha

El aceite de oliva tendrá desde 2025 un IVA superreducido, con un gravamen del 4% de forma permanente

Trabajo de recogida de la aceituna en un olivar ecológico, en Jaén.Samuel Sánchez

La campaña de comercialización del aceite de oliva finaliza este 30 de septiembre con las bodegas prácticamente a cero a la espera de la próxima cosecha, que el Ministerio de Agricultura prevé que será media-alta y con una producción por encima del millón de toneladas. Será, por tanto, la mejor de los últimos tres años, donde se han registrado producciones un 50% por debajo de lo habitual debido a los efectos de la sequía en el olivar.

A falta de los datos definitivos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), la campaña oleícola 2023-2024 se va a cerrar con un stock de enlace de unas 175.000 toneladas, uno de los más bajos del presente siglo. Como quiera que la próxima campaña de recolección de la aceituna no se generaliza al menos hasta el mes de noviembre (en octubre solo se producen los aceites tempranos), productores y envasadores coinciden en apuntar que las bodegas estarán al mínimo en España, en Europa y en el mundo, teniendo en cuenta que las salidas mensuales de aceite de oliva se están situando entre 70.000 y 80.000 toneladas.

El mes de agosto se cerró con unas existencias de 271.968 toneladas de aceite en España (49.216 toneladas menos que el año pasado), de las cuales 138.662 se encontraban en manos de los productores; 131.741 en las de los envasadores, y 1.564 en el Patrimonio Comunal Olivarero.

Para el responsable del sector del aceite de oliva de la COAG, Juan Luis Ávila, sorprenden las bajas existencias de aceite en manos de los envasadores que, a lo largo de los años, habían mantenido su stock mensual de alrededor de las 200.000 toneladas de aceite. Y otro dato que llama la atención es que los aceites que se están comprando a los productores en las últimas semanas se retiran en intervalos de tiempo muy reducidos, de una semana. Ávila también resalta que no se van a poder recurrir a las importaciones, ya que el resto de países productores se encuentran sin aceite.

Con todo, no será la campaña con el enlace más bajo de este siglo. En la de 2002-2003 las existencias finales fueron de 95.700 toneladas y en la campaña 2000-2001 el stock era de 132.600 toneladas. Pero estos datos no son comparables si se tiene en cuenta que entonces la campaña de comercialización finalizaba a 31 de octubre, un mes después que en la actualidad, y que el consumo de aceite mundial era mucho menor al actual.

Pese a las existencias bajo mínimos, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se ha felicitado por haber podido abastecer a los mercados y también por la “fidelidad” mostrada por los consumidores. “Hemos conseguido que el mercado interior, el mercado de España, haya estado debidamente abastecido y los ciudadanos han reaccionado con una tremenda fidelidad al aceite de oliva, a nuestra dieta mediterránea”, destacó el ministro la semana pasada durante un acto en Jaén.

No obstante, el ministro ha reconocido que para garantizar el abastecimiento se han tenido que aumentar a lo largo de la campaña las importaciones de aceite de oliva hasta las 206.000 toneladas, “una cifra inusualmente alta, pero que ha servido para dar respuesta, principalmente, al mercado exterior”.

Luis Planas se ha mostrado optimista respecto a la próxima campaña y se ha mostrado confiado en que España pueda superar el millón de toneladas de aceite de oliva para la de 2024/2025. En su opinión, las lluvias de la primavera y las previsiones de precipitaciones para este otoño “permiten contemplar el futuro con un poco más de optimismo desde el punto de vista de la producción”.

Sobre la evolución de los precios del aceite de oliva (con subidas de más del 100% con respecto a hace dos campañas), Planas ha defendido que lo ideal es que “sean razonables para retribuir el trabajo de nuestros olivareros, pero también que “los ciudadanos, que han aguantado este tirón de este año, encuentren precios más razonables”.

Luis Planas ha concluido asegurando que, aunque se está en una economía de mercado regida por la ley de la oferta y la demanda, desde el Ministerio se va a seguir “muy de cerca” la evolución de los precios para que “no haya ninguna irregularidad”. Un control, ha añadido, que también se dará desde la Comisión Nacional de Mercados de la Competencia y el Ministerio de Consumo. Al tiempo que ha recordado que “todas las comunidades autónomas tienen competencias en materia de consumo”.

De otro lado, el ministro de Agricultura ha recordado que el aceite de oliva pasará a formar parte de la lista de alimentos con un IVA superreducido (con un gravamen del 4%) de forma permanente, a partir de 2025, al considerarse un “producto de primera necesidad”. El ministro Luis Planas ha indicado que está trabajando junto a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para hacer realidad esta medida que, según dijo, “ha sido muy eficaz y ha tenido buenos resultados, a pesar de la presión del mercado”.

El Gobierno aprobó el año pasado una rebaja impositiva a los aceites de oliva y de semillas, que pasaron de un IVA reducido del 10% al 5%. En junio, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto-ley que conllevaba la rebaja al 0% del IVA del aceite de oliva hasta este 30 de septiembre, una medida que afectaba también a los alimentos básicos como la leche, pan, harinas, frutas, verduras hortalizas, legumbres, cereales, quesos y huevos. Del 1 de octubre hasta el 31 de diciembre, el IVA de esos productos pasará al 2%, mientras que partir de 2025 el gravamen será del 4%, según indicó el titular de Agricultura.

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