España se pone a la cola de Europa en el índice de calidad de las jubilaciones: la precariedad laboral daña los futuros retiros
La entidad francesa Natixis sitúa el retiro español en el puesto 39 de 44 países analizados de todo el mundo, tras descender dos puestos respecto al año anterior
La calidad y esperanza de vida y el acceso a la sanidad son dos aspectos que hacen que jubilarse en España sea algo relativamente atractivo. Sin embargo, hay otras cuestiones relacionadas en su mayoría con la precariedad laboral y las desigualdades de renta que enturbian, sobre todo, las futuras jubilaciones hasta el punto de que España se ha situado como el peor país de la Unión Europea en el Índice Mundial de Jubilación correspondiente a 2024 que elabora anualmente la gestora de fondos francesa Natixis Investment Managers.
Esta entidad analiza entre más de 8.000 de sus inversores particulares las condiciones de vida de los jubilados en 44 países y elabora un ranking en el que España se ha situado este año en el puesto 39 —el último de entre los Estados de la UE— tras descender dos puestos respecto a 2023. Este listado de la calidad de las jubilaciones está encabezado por Suiza, Noruega e Islandia, mientras que en su parte más baja están Turquía, Colombia e India. Este último Estado es el peor de todos los analizados para jubilarse.
¿Qué hace que España saque una puntuación tan baja a pesar de estar, por ejemplo, en el sexto puesto en cuanto a esperanza de vida más alta (los analistas lo achacan a su sistema universal de sanidad pública y a la dieta mediterránea)? La respuesta que dan los autores de este ranking es que estas bondades de la vida de los pensionistas en el país no compensan, entre otras cosas, la baja renta per cápita, o la precariedad laboral, que perjudica notablemente las futuras pensiones.
Qué cuestiones se evalúan
Así, este índice analiza cuatro grandes bloques relacionados con la jubilación: las finanzas durante el retiro; el bienestar material; la salud y la calidad de vida y se clasifican según un agregado de puntuaciones medias del 0 al 100%. De esta forma, España obtiene una puntuación global del 49% con la que se sitúa en el citado puesto 39 de 44 países, frente a la mayor puntuación de Suiza (82%) que ha desbancado a Noruega como mejor país del mundo para jubilarse.
Según esto, España muestra una muy buena puntuación en los índices de acceso a la sanidad (85%) y de calidad de vida en el día a día (75% y puesto número 19 por tercer año consecutivo) situándose entre los 20 mejores países del ranking en estas materias. Asimismo, figura en esta parte medio alta de la tabla en cuestiones como la gestión y saneamiento del agua (puesto 15); los factores medioambientales (puesto 17) y en la calidad del aire (22).
Por el contrario, su mal desempeño en la educación y prácticas financieras en el retiro (con una puntuación del 58% y una posición 33 de entre todos los Estados analizados) y en el apartado de bienestar material (en el que solo obtiene un 16% y se hunde a la posición 41) lastran la puntuación global de las jubilaciones españolas. Este último subíndice tiene tan mal comportamiento debido a que España es el peor país de todos los analizados (puesto 44) por sus niveles de desempleo, así como una mayor precariedad en la calidad de los puestos de trabajo. Estas circunstancias aumentan la inseguridad de los futuros jubilados y las desigualdades de renta entre los trabajadores y pensionistas.
“España sigue lidiando con la prevalencia de los contratos temporales en los sectores del turismo y la hostelería, así como la baja productividad del país en general, que las reformas laborales en curso aún no han abordado plenamente”, explican los autores del informe para justificar buena parte de la mala calificación española.
Financieramente, España también ha empeorado este año, descendiendo tres posiciones, del puesto 33 al 36, 33 al 36, debido a un ligero descenso de un punto porcentual en su puntuación global. Aunque las cifras de inflación han mejorado sustancialmente, el país se ha visto sobrepasado por otros territorios que se han anotado mejoras aún mayores. Mientras que el indicador de presión fiscal varía siete puntos porcentuales debido a que España está a punto de introducir un nuevo tipo mínimo del 15% en el impuesto de sociedades para las multinacionales.