La inflación de los alimentos retrocede más de un punto en julio, hasta el 3,1%

El abaratamiento de la fruta y el aceite de oliva, que pasó al grupo de productos con IVA al 0%, contribuyeron a moderar la cesta de la compra. El INE confirma que la inflación general quedó en el 2,8%

El mercado de San Miguel, ubicado cerca de la Plaza Mayor, en Madrid.Danny Lehman (Getty Images)

El verano ha dejado una notable disminución en el Índice de Precios al Consumo (IPC). En julio, la inflación descendió seis décimas, hasta el 2,8%, según ha confirmado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE). La moderación se achaca principalmente a la buena evolución del coste de los alimentos y a la reducción de los precios de la electricidad, aunque los sectores de ocio y cultura también han contribuido favorablemente. La subyacente, que excluye los alimentos frescos y los productos energéticos debido a su alta volatilidad, cayó dos décimas y se situó en la misma tasa que el índice general. Se trata del nivel más bajo en un año y entra dentro de la desaceleración gradual prevista por los analistas.

En julio, el coste de los alimentos se moderó hasta el 3,1%, el porcentaje más bajo desde octubre de 2021. Retrocede 1,1 puntos respecto a junio y confirma un cambio definitivo de tendencia que sobrepasa las expectativas de los analistas. BBVA Research barajaba una caída para los productos no elaborados del 4,5% al 2,8%, mientras que para los elaborados la cifraba en el 3,7%, cuatro décimas menos que un mes antes. Entre los productos que a día de hoy son más baratos que hace un año están comestibles de primera necesidad, como la leche o la mantequilla, así como otros productos ampliamente consumidos, como las harinas y otros productos a base de cereales.

El aceite de oliva, pese a seguir siendo de lejos el producto que más se ha encarecido desde que estalló la crisis inflacionaria, ha sido el gran protagonista de esta moderación en los alimentos, al ser un 5,5% más barato respecto al mes previo. La bajada tiene un gran componente fiscal, pues coincide con la decisión del Gobierno de incluirlo entre los alimentos básicos, con lo cual ha pasado a tener un IVA al 0% hasta septiembre, para después elevarse al 2% entre octubre y diciembre. La fruta también ha aliviado los bolsillos de los consumidores, dejando en un vago recuerdo las alzas de doble dígito que registró en el mismo mes del año pasado.

La electricidad también ha traído buenas noticias para los consumidores al abaratarse un 6% en pleno mes de verano. Pese a ello, el coste medio del mercado mayorista —el llamado pool— llegó a superar en varias ocasiones el margen de 100 euros por megavatio hora y las previsiones del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE) indican que el verano traerá mayores facturas para los consumidores que están en el mercado regulado, que es el que bebe en gran medida de los precios diarios. Se trata de unos nueve millones de hogares. Ya en junio, la evolución al alza de la factura hizo que el IVA de la luz volviera al 10%, según lo establecido por el Gobierno en el paquete de medidas para mitigar la inflación. De acuerdo con el decreto, si el precio promedia los 45 euros por megavatio (MWh) un mes, el recibo del siguiente pasa a estar gravado con el tipo reducido del 10%. Si, en cambio, queda por debajo de ese umbral, el IVA de la siguiente factura es del 21%, el tipo habitual.

Al buen comportamiento de la cesta de la compra y la electricidad se suma el ocio y la cultura, cuya tasa anual descendió 1,4 puntos, hasta el 1,6%. Esto se debió a que los paquetes turísticos contuvieron su escalada y registraron tasas menores que en julio de 2023. No obstante, la de hoteles y restaurantes sigue siendo una de las partidas que mayor presión ejerce sobre el índice. Los últimos datos del INE muestran que los vuelos nacionales cuestan hoy casi un 12% más que hace un año y alojarse en un hotel es casi un 5% más caro, así como comer en un restaurante. Los cruceros son, después del aceite de oliva, lo que más se ha revalorizado, con un aumento del 31% respecto a hace 12 meses.

Raymond Torres, director de Coyuntura Económica en Funcas, subraya que la corrección observada ha sido mejor de lo previsto un mes antes. Y cree que la norma en la segunda mitad del año será que el IPC general tienda a converger con la subyacente. Miguel Cardoso, economista jefe para España en BBVA Research, considera que la senda de la desinflación debería afianzarse el año que viene y alcanzar niveles próximos al objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo para diciembre de 2025. No obstante, hasta entonces seguirá habiendo altibajos a causa de la presión que ejercen los servicios en el índice, que compensan la desinflación de los bienes.

A ello se suma la reversión definitiva a principios del próximo año de las medidas anticrisis que el Gobierno desplegó desde 2022. El Ministerio de Economía ha valorado que la evolución de julio “refleja la capacidad de la economía española de compatibilizar uno de los mayores crecimientos económicos entre los principales países de la zona euro, como ponen de manifiesto los datos de crecimiento del PIB del segundo trimestre, con la moderación de los precios”.

En cualquier caso, España se encuentra un poco por encima de la tasa de IPC registrada en la zona euro, que lleva meses oscilando entre el 2,4% y 2,6%. Al igual que en el caso nacional, el mayor problema para Europa son los servicios, que en julio se apuntaron un repunte del 4% y se posicionaron como el componente con peor desempeño.

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