La primera ola de calor del verano acerca el precio de la luz a máximos del año
La electricidad superará este jueves los 100 euros por megavatio hora en el mercado mayorista por primera vez desde principios de enero
El mercado mayorista de la electricidad llevaba medio año aletargado por el bálsamo de las renovables: la buena marcha de la solar, de la eólica y —sobre todo— de la hidráulica. La llegada del primer episodio de calor extremo del verano, sin embargo, empieza a dar al traste con este largo periodo de precios de uno o dos dígitos: el mercado mayorista alcanzará este jueves los 101,37 euros por megavatio hora (MWh), según l...
El mercado mayorista de la electricidad llevaba medio año aletargado por el bálsamo de las renovables: la buena marcha de la solar, de la eólica y —sobre todo— de la hidráulica. La llegada del primer episodio de calor extremo del verano, sin embargo, empieza a dar al traste con este largo periodo de precios de uno o dos dígitos: el mercado mayorista alcanzará este jueves los 101,37 euros por megavatio hora (MWh), según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE).
El de este jueves será el nivel más alto desde principios de enero, en gran medida porque —a diferencia de lo ocurrido recientemente— las centrales de ciclo combinado tendrán que entrar todos los tramos horarios. Y cuando el gas cierra precio, este es invariablemente más alto que cuando lo hacen las fuentes renovables o la nuclear. De ahí que agrandar el peso de las tecnologías verdes sea fundamental para mantener a raya los precios.
En lo que va de año, de hecho, solo se ha superado esta cota dos días: el 8 de enero, en pleno regreso de las vacaciones de Navidad, cuando se alcanzaron los 105,51 euros; y el día 9 de ese mismo mes, cuando el precio medio diario se situó en 113,83 euros por MWh. La ola de calor, por tanto, aúpa los precios a zona de máximos de 2024.
El encarecimiento impactará únicamente a dos grupos de consumidores: los casi nueve millones de hogares y pymes que están en el mercado regulado (también conocido bajo las siglas PVPC), que bebe en gran medida de los precios diarios; y los pocos que optan por una tarifa directamente indexada al mercado mayorista. En el primer caso, sin embargo, no toda su factura depende de la fluctuación hora tras hora: tras la reforma de enero, el 25% de su recibo está ligado a referencias de futuros, más estables por definición.
Este jueves, el precio más alto se alcanzará a la hora de la cena: entre las nueve y las diez de la noche, cuando se superarán los 138 euros por MWh. El tramo más barato será, en cambio, entre las tres y las cuatro de la tarde: poco más de 79 euros. Este valor, sin embargo, es notablemente más alto que en jornadas anteriores: el fin de semana pasado, de hecho, se llegaron a alcanzar valores negativos en las horas de más sol, cuando la fotovoltaica cubre en gran medida la demanda eléctrica.
“Con el calor, los precios que más están subiendo, empujando la media diaria, son los de las horas solares”, explica Francisco Valverde, analista independiente del sector energético. “Los nocturnos también, pero menos. Además, esta tendencia al alza durante las madrugadas viene de semanas atrás”, aquilata.
Los poco más de 101 euros por MWh de España serán idénticos a los de Portugal, aunque notablemente más altos que los 82 de Francia y los algo menos de 91 de Alemania. Italia, un país con buen recurso solar pero con poco espacio para instalar paneles y en el que el gas sigue siendo el rey, el precio quedará notablemente por encima: casi 122 euros por MWh. La brecha de precios entre España y Francia hará que la interconexión tenga sentido importador la mayor parte de la jornada.
Una cuestión de demanda
Es un binomio indestructible, verano tras verano: las temperaturas altas aumentan la demanda —por el mayor uso de los aires acondicionados— y reducen la oferta —porque el viento es menor y, en menor medida, también por la pérdida de eficiencia de la fotovoltaica a partir de los 25 grados centígrados—. El resultado de esta doble fuerza es una notable subida de precios, que se mantendrán altos hasta el fin de semana, cuando la demanda volverá a caer. No tanto porque los mercurios vayan a dar tregua (que no parece) sino porque la demanda cae los sábados y los domingos.
En lo que va de julio, la demanda de electricidad en España —ya corregida por temperatura y calendario— baja un 2,3%. Un descenso que contrasta con el tímido repunte del 1% acumulado desde enero, según los últimos datos de Red Eléctrica de España (REE). Pese a la paulatina electrificación del parque móvil, de la industria y de los sistemas de refrigeración y calefacción de los hogares, el consumo de electricidad permanece en niveles muy similares a los de hace dos décadas y retrocede un 10% desde 2018. En parte, por el aumento del autoconsumo —que drena demanda y ofrece una nueva fuente de generación—; en parte, por la mayor eficiencia derivada de la escalada de precios.
Mercado de futuros
El mercado de futuros, el mejor —aunque impreciso— termómetro de lo que se espera para los próximos meses, apunta a valores medios claramente por encima de los 70 euros por MWh en agosto como en septiembre y octubre. Y por encima de los 80 en noviembre y diciembre, con la llegada del frío.
De cumplirse esas previsiones, el precio medio anual quedaría notablemente por debajo del promedio de 2023 (87 euros por MWh) pero también lejos del periodo inmediatamente anterior a la crisis energética: en 2018 fueron poco más de 57 euros; en 2019, menos de 48; y en 2020, el ejercicio de la pandemia, apenas 34.
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