La Airef alerta del riesgo de incumplir las nuevas reglas fiscales si no se define el ajuste para las comunidades
La Autoridad Fiscal pide al Gobierno que publique la tasa de referencia pactada con Bruselas para dotar de transparencia a la negociación
La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero, ha advertido este miércoles del riesgo que corren las administraciones públicas de incumplir con las nuevas reglas fiscales europeas si el Gobierno no define cuanto antes las sendas de consolidación fiscal, que incluyen los objetivos de déficit para las comunidades autónomas. La Autoridad Fiscal ha recordado que las autonomías tendrán que ajustar sus presupuestos en 2025 porque dispondrán de menos ingresos que este año debido a las liquidaciones del sistema de financiación.
Por todo ello, Herrero ha reclamado al Gobierno iniciar “de manera inmediata” el diálogo con las comunidades para abordar cuanto antes los detalles del Plan Fiscal Estructural que España presentará a la Comisión Europea a finales de septiembre, así como el reparto de este ajuste entre los diferentes niveles de la administración. En una rueda de prensa celebrada este miércoles, en la que el organismo ha hecho pública su opinión sobre las nuevas reglas fiscales y la gobernanza europea, Herrero subrayó la importancia de que haya “máxima transparencia” en el establecimiento de estos objetivos de déficit y la necesidad de consensuar estas metas entre todos los actores implicados.
La reforma que ha pactado la Unión Europea es “de calado” y supone una modificación profunda del esquema de gobernanza fiscal y económica, ya que da cierto margen a los países para que diseñen sus propias sendas, respetando siempre una serie de requisitos mínimos. Esto sienta las bases para que España defina una estrategia a medio plazo en la que establezca cómo va a reducir de manera sostenida y viable sus ratios de deuda. Para ello, sin embargo, son necesarios unos pasos previos.
El Ejecutivo, sostiene la Airef, debe comenzar cuanto antes el diálogo con las administraciones territoriales, ya que estas están en pleno proceso de elaboración de sus presupuestos y necesitan claridad sobre los objetivos y el reparto de compromisos que se incluirán en el Plan Fiscal Estructural. Herrero ha explicado que este diálogo es fundamental para garantizar el éxito del primer año de vigencia de la nueva senda, dado el carácter descentralizado del Estado y los efectos que tendrían en el cómputo final del déficit un eventual desvío de las autonomías, las cuales tendrán que enfrentarse a un fuerte ajuste tras haber recibido recursos récord por parte del Estado, un balón de oxígeno que poco a poco se irá desinflando. La presidenta del organismo, de hecho, criticó la batalla en la que recientemente se enzarzaron en el Senado el Gobierno y las comunidades del Partido Popular a cuenta de los objetivos fiscales, un “debate estéril” que echó por tierra la posibilidad de haberse centrado en aspectos “realmente importantes” como el techo de gasto.
Pero hay más toques de atención. Además de iniciar el diálogo con las autonomías, el Gobierno también debería publicar ya la tasa de referencia fiscal pactada con Bruselas y a aumentar la transparencia en la negociación y el proceso de elaboración del plan, siguiendo el ejemplo de países como Austria y Holanda, los cuales ya han hecho públicas sus trayectorias fiscales. Según sugirió Herrero, en el Ejecutivo ya deben tener constancia de a cuánto asciende esa tasa y lo más lógico sería comunicarla en aras de dotar de transparencia al proceso.
La magnitud del esfuerzo que supondrá el próximo plan merece analizar con mimo todos los detalles de la senda fiscal. Según los cálculos del organismo, la aplicación de las nuevas reglas comunitarias en España requerirá un ajuste fiscal de 0,63 puntos del PIB al año durante el periodo 2025-2028, el equivalente a unos 9.000 millones por ejercicio, o de 0,43 puntos anuales si se extiende a siete años (2025-2031), lo cual dependería de la realización de reformas e inversiones. En este escenario, el más probable según Herrero, España se enfrentaría a una reducción del gasto de más de 6.000 millones anuales. “Este ajuste se plasmará en una senda de gasto primario neto de medidas de ingresos comprometida para los próximos cuatro años. El cumplimiento de esta senda fiscal garantizará con una probabilidad alta que la ratio de deuda desciende en el medio y largo plazo, aun en escenarios más desfavorables que el considerado como escenario central”, apunta la Airef.
La presidenta de la Autoridad Fiscal enfatizó también en la necesidad de una correlación “más estrecha” entre los objetivos y la evolución del endeudamiento público. Recordó que el plan fiscal debe asegurar que la deuda se reducirá de manera sostenida y viable, lo cual representa un reto significativo para la economía española. Además, advirtió de que el crecimiento económico por sí solo no será suficiente para reducir la ratio de deuda sobre el PIB. Según las previsiones de la Autoridad Fiscal, en la segunda mitad de esta década se espera una estabilización de la ratio de deuda ligeramente por encima del 100%, con una tendencia creciente en la próxima década debido a la evolución demográfica.
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