Gabriela Santos, de JP Morgan: “Las empresas latinoamericanas han mostrado ser muy buenas en lidiar con un clima difícil”

Inversionistas a nivel global han mostrado mucho interés por la deuda local en los países de América Latina, asegura la estratega de mercados para el banco más grande del mundo

Gabriela Santos en Ciudad de México.Aggi Garduño

En América Latina se respira un ambiente de cambios, a partir de las siete elecciones que se llevan a cabo solo este año. Para los inversionistas extranjeros, medir bien el pulso de cada país resulta en ganancias o pérdidas importantes y América Latina resulta atractiva, asegura Gabriela Santos (São Paulo, 38 años) estratega Jefe de Mercados para J.P. Morgan Asset Management, el banco más grande del mundo por capitalización de mercado.

En una visita a Ciudad de México para reunirse con fondos de inversión y clientes, Santos se sienta con este diario en la sala de un hotel. “Lo que les interesa a los inversionistas es la dirección en la que va América Latina. ¿Será que podemos ver mejorías en el crecimiento potencial bajo? Creo que, especialmente para México, hay razón para decir que sí”, asegura la especialista.

Santos, estratega global de mercados de JP Morgan, el 29 de mayo.Aggi Garduño

Pregunta. Tu visita es a unos días de las elecciones. ¿Hay algo que te haya llamado la atención de este clima electoral en el país?

Respuesta. Latinoamérica es una región en la que la perspectiva local tiende a ser más negativa que la extranjera, quizás porque desde afuera tienen el lujo de mirar más a largo plazo. Los locales viven el día a día y tienen toda la emoción y las preocupaciones del país, especialmente cerca de una elección tan grande. Es lo normal. Lo que escuchamos, vemos y creemos es que la perspectiva de inversión en México es lo más positiva que hemos visto en mucho tiempo. Esto no cambiará con el resultado de la elección en México y ni con el resultado de la elección en Estados Unidos en algunos meses. Es una perspectiva mucho más relacionada a esta fuerza de nearshoring que refiere a toda la reorganización de las cadenas de producción que no vemos que cambiará con las elecciones. Vemos muchos inversionistas extranjeros mirando inversiones en México intentando buscar cómo invertir aquí a través de acciones, de inversiones alternativas como mercados privados, así como en infraestructura e inmobiliario. Y claro, los inversionistas extranjeros siguen entusiasmados con el diferencial de tasas que ofrecen los bonos en moneda local. Esto explica parcialmente por qué hemos tenido una moneda mexicana tan fuerte. Creemos que es posible que flujos extranjeros sigan apoyando al peso mexicano.

P. ¿Su perspectiva es que la fortaleza del peso y el diferencial de tasas seguirán en el mediano plazo?

R. Sí, y no solo son flujos de capital en renta fija y acciones, también es inversión extranjera directa y remesas enviadas por connacionales. Pero claro, a corto plazo siempre tomamos en cuenta la volatilidad de una moneda, cualquiera que sea, en un país en donde hay elecciones.

P. Aun cuando los países de Latinoamérica difieren mucho entre sí, los mercados suelen agruparlos al momento de invertir. ¿Qué están viendo los inversionistas en la región actualmente?

R. Hablando de renta fija, la región destaca desde hace más de dos años por tener un diferencial de tasas de interés muy relevante, muy interesante que no vemos en casi ningún otro lado, con muy pocas excepciones. Hemos visto mucho interés en deuda soberana en moneda local. Cuando se trata de acciones, ese es un mercado dominado por Asia, con el 80% del universo de acciones de mercados emergentes. Este mercado ha cambiado, ya que antes había mucho enfoque en China. Ahora, el inversionista está mirando a China desde un punto de vista más táctico, a corto plazo y en base a los precios. En el resto de Asia hay oportunidades interesantes como India, Corea, Taiwán. En América Latina, están mirando a México por el nearshoring, y a países en la región con exposición a metales, por ejemplo, que serán muy importantes en las tecnologías de la transición energética y semiconductores.

P. Además de México, otros seis países convocan a elecciones en Latinoamérica este año. ¿Qué tipo de resultados son relevantes para los inversionistas?

R. Aquí y en otros países no solo está en juego la presidencia sino la composición de los congresos y siempre tenemos muchos más cambios relevantes cuando hay mayoría de un partido. En el caso de México, los inversionistas creen que será una historia de continuidad de las políticas que ya conocemos. Sería una sorpresa tener una composición del Congreso que supera la supermayoría (o mayoría calificada) y ahí tener la posibilidad más cambios en la dirección económica. Pero sí es muy importante decir que este viento a favor que es el nearshoring es algo distinto. Es algo que puede seguir apoyando la inversión en México. La pregunta que resta ¿en qué magnitud puede el país capitalizar en esta tendencia? Una última reflexión por hacer sobre la composición de los congresos en la región es si hay una prima de riesgo suficiente que contemple los déficits fiscales o incrementos del gasto gubernamental, los cuales son aprobados por los congresos en cada país.

P. México, Brasil y Colombia han incrementado sus déficits fiscales en los últimos dos años. ¿Es este un riesgo al alza?

R. Los mercados ya descuentan esos incrementos en el gasto, pero es un tema importante porque impactan los costos del financiamiento de los países en el largo plazo. Los inversionistas piden una prima más alta para compensar un cambio fiscal negativo. También puede impactar la tasa de interés referencia que definen los bancos centrales. Si la ampliación de un déficit causa turbulencia, depreciación de una moneda, inflación, eso impacta a los bancos centrales como ha pasado ya en Brasil. El banco central ahí ha tenido que moderar su ritmo de recortes de tasas por el desarrollo de las finanzas públicas. Cabe recordar que los bancos centrales en América Latina han tenido mayor éxito en contener la inflación post pandemia por haber iniciado ciclos de alzas en la política monetaria antes.

P. Sin caer en el pesimismo de los locales a los que haces referencia, no puedo evitar contrastar las perspectivas optimistas de los inversionistas con las de las multilaterales que pronostican un crecimiento económico insuficiente e inferior a otras regiones emergentes en el mundo para este año.

R. Yo separaría primero el éxito en el frente inflacionario y de tasas y el crecimiento económico real. El tema de la región es con relación al crecimiento económico real tiene que ver con dos cosas. El primero es uno de más largo plazo. La región ha tenido un crecimiento potencial muy bajo en las últimas décadasen comparación, por ejemplo, con países en Asia. Yo creo que lo que le interesa a los inversionistas es la dirección en la que va América Latina. ¿Será que podemos ver mejorías a ese crecimiento potencial bajo? Creo que, especialmente para México, hay razón para decir que sí y eso es relacionado a toda la inversión que se está pasando en el país, tanto local contra extranjera. Hay optimismo de que eso puede generar más inversión de capital, más productividad y así mejorar la trayectoria de largo plazo de crecimiento económico real. Entonces, para el inversionista, la tendencia es siempre importante.

El segundo tema de relacionado el crecimiento económico real de la región que la inversión no es directamente en el Producto Interno Bruto (PIB), sino en las acciones o la deuda de las empresas de la región. Invertimos en el crecimiento de ganancias de las compañías y a lo largo del tiempo muchas de las compañías en la región se han mostrado muy buenas en lidiar con un clima económico y un clima regulatorio difícil. Son buenas adaptarse y es interesante para la perspectiva futura. Entonces, es importante separar la tendencia e invertir en compañías versus invertir en la economía como un todo.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal

Sobre la firma

Más información

Archivado En