El número de trabajadores incluidos en un despido colectivo aumentó en un 33% en 2023
La mayoría de los ceses se produjo por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Cataluña y Madrid concentran el número más elevado
Como ya ocurriera con los signos de ralentización en la creación de empleo que ha mostrado el mercado de trabajo en los últimos meses del año pasado y a comienzos de 2024, su estabilidad empieza a verse también afectada. De acuerdo con los últimos datos anuales sobr...
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Como ya ocurriera con los signos de ralentización en la creación de empleo que ha mostrado el mercado de trabajo en los últimos meses del año pasado y a comienzos de 2024, su estabilidad empieza a verse también afectada. De acuerdo con los últimos datos anuales sobre regulación de empleo publicados este viernes por el Ministerio de Trabajo, aunque el número de trabajadores incluidos en un despido colectivo, o que bien vieron suspendido su contrato o reducida su jornada, se redujo en un 38,53% respecto a los datos de 2022, aquellos que perdieron su empleo aumentaron en un 33% interanual. Así, de estar cercanos a la barrera de los 25.000 hace un año, el volumen de afectados desde entonces ha superado ya la de los 36.000.
La mayoría de las afectaciones laborales, sin embargo, han tenido que ver con suspensiones de contrato, aquellas en las que, temporalmente, empresa y trabajador interrumpen algunos (o todos) los derechos y obligaciones de ambas partes durante un periodo de tiempo determinado. Esta fue la situación que experimentaron tres de cada cuatro trabajadores; mientras que los que perdieron su empleo al estar dentro de un despido colectivo fueron el 20% del total (36.505). Es la única categoría que empeora sus cifras interanuales al registrar un cómputo mayor que en el ejercicio anterior (24.215). El colectivo restante (unas 9.000 personas), fueron las que vieron reducida su jornada laboral (una cuarta parte menos que en 2022).
El documento de Trabajo discrimina aquellas situaciones que se produjeron de mutuo acuerdo entre las partes y las que no. Estas tablas demuestran que en los tres escenarios analizados, fueron más las veces en las que se pactaron estas actuaciones: un 76% y un 9,6%, respectivamente (el resto aparecen bajo el epígrafe no consta). Aunque los trabajadores de la industria fueron los más afectados en el cómputo total (122.373, el 67,5%), el sector en el que más empresas decidieron modificar las condiciones laborales de sus trabajadores y donde más despidos colectivos se llevaron a cabo fue el de los servicios (2.069 compañías y 26.674 ceses).
La normativa laboral permite llevar a cabo estas prácticas cuando se acreditan por parte de las empresas distintas causas. Entre ellas las que tienen que ver con motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción (a los que se conoce como ETOP), o por fuerza mayor —situaciones imprevistas o inevitables que las sitúan ante dificultades económicas graves, como una crisis financiera o una recesión económica, desastres naturales, etc.—. En las tres situaciones, las empresas se han agarrado al supuesto ETOP, por el que se decretaron 36.219 despidos colectivos (el 99,2%); 123.486 suspensiones de contrato (91%) y 8.483 reducciones de jornada (95,2%).
Comercio y automóvil
La actividad más penalizada con despidos colectivos fue la del comercio al por mayor e intermediarios del comercio (excepto de vehículos de motor y motocicletas), en la que 4.064 empleados perdieron su trabajo. Una rama que también concentró la mayor destrucción de empleo en 2022, aunque entonces fueron casi la mitad de despidos.
En cuanto a suspensiones de contrato, el mayor volumen se dio en la industria del automóvil —en la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques, concretamente—, con más de 42.000 interrupciones, aunque resultan menos de la mitad de las más de 90.000 que se produjeron un año atrás. Las reducciones de jornada se extendieron más que en ninguna otra actividad en la industria de la alimentación (1.181), mientras que en 2022 fueron las actividades de agencias de viajes, operadores turísticos, servicios de reservas y las relacionadas con los mismos las más influenciadas (6.458).
Por territorios, Cataluña (9.463), Madrid (8.748) y Valencia (6.584) ejecutaron el mayor número de despidos (casi siete de cada diez); siendo las dos primeras comunidades más Navarra las que decretaron más suspensiones de contrato (45%). En cuanto a las reducciones de jornada, nuevamente Cataluña (2.451), Valencia (1.357) y Madrid (925) fueron las que más recurrieron a ellas.
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