La paradoja laboral en España: inmigrantes, estudiantes y los desanimados, el cóctel que impulsa la actividad
España alcanza un récord de 24,12 millones de activos, con un salto histórico de 301.900 en un trimestre
Las crónicas de empleo se suelen centrar en dos variables: el número de trabajadores y el de desempleados. Lo normal es que, cuando las cosas van bien, el primero crezca y el segundo caiga. Y viceversa. Sin embargo, hay ocasiones en los que pueden caminar de la mano, cuesta arriba o cuesta abajo al mismo tiempo. En esos casos, resulta interesante hablar de la variable que forman juntos: la población activa, el total de personas que tienen empleo o están en busca de él. ...
Las crónicas de empleo se suelen centrar en dos variables: el número de trabajadores y el de desempleados. Lo normal es que, cuando las cosas van bien, el primero crezca y el segundo caiga. Y viceversa. Sin embargo, hay ocasiones en los que pueden caminar de la mano, cuesta arriba o cuesta abajo al mismo tiempo. En esos casos, resulta interesante hablar de la variable que forman juntos: la población activa, el total de personas que tienen empleo o están en busca de él. La Encuesta de Población Activa del tercer trimestre arroja un aumento de empleados y parados que forma un incremento inédito de esta cifra. Son 301.900 más, el mayor alza desde que hay registros, si excluimos los anómalos saltos de la pandemia.
Esta subida sitúa la población activa en 24,12 millones de personas, un máximo histórico. De los dos elementos de los que bebe esta cifra, también está en registros récord el número de trabajadores (21,28), pero no el de parados (2,84, que fueron más del doble en 2013). Este acelerón está impulsando la tasa de actividad, es decir, la proporción de personas que trabajan o al menos lo intentan respecto al total de la población. El envejecimiento de la población española y la baja natalidad podrían conducir a pensar que esta tasa enfrenta una inexorable senda de caída, pero no es el caso. Acumula tres trimestres al alza y registra su mayor nivel desde 2015.
“La notable subida de la población activa, hasta alcanzar el récord histórico”, indican fuentes del Ministerio de Trabajo, “no puede más que ser un motivo de satisfacción, ya que muestra que el mercado de trabajo de nuestro país resulta más atractivo gracias al impacto de la mejora de los salarios, especialmente tras la subida del SMI en esta legislatura, y el empleo de mejor calidad tras la aprobación de la reforma laboral”.
El coordinador de investigación del área laboral de Fedea, Marcel Jansen, también cree que la principal explicación de este fenómeno es que la buena marcha del empleo causa que una parte de población hasta ahora inactiva, personas que habían tirado la toalla, estén volviendo a buscar trabajo. Y muchas de ellas lo encuentran. “Creo que la evolución tan positiva del mercado laboral está haciendo que personabas desanimadas, inactivos que no contaban con encontrar empleo, lo busquen. Si ves que hay oportunidades de empleo vas a por ello”. Este especialista añade que a esto de suma que estos datos de EPA corresponden al verano, “sobre el que había muy buenas expectativas”.
Coincide el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján: “Hay más oportunidad de trabajar, con más estabilidad, y esto ayuda a que personas inactivas entren en el mercado laboral. La reforma laboral es una arquitectura de oportunidad”. Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical de CC OO, indica que este fenómeno es cíclico: “Ha pasado siempre. Cuando la gente ve más posibilidades de trabajar se anima a entrar en el mercado laboral. Cuando la economía se para decrece la población activa”.
Esto provoca un efecto paradójico en la estadística de empleo: con una creación de puestos de trabajo como la de este trimestre, lo normal es que la tasa de paro hubiese caído bastante. Sin embargo, la inactividad oculta a cientos de miles de personas que en cuanto manifiestan su voluntad de trabajar se transforman en desempleados o, con suerte, en trabajadores. Con esta lógica, a más actividad económica más empleados, pero también más potenciales parados porque más inactivos darán el paso. Según los datos de Eurostat de 2022, en España hay un 74% de personas activas de 15 a 64 años —en línea con la media europea—, lo que indica que aún hay margen para que sigan aflorando inactivos. “Es una muy buena noticia que más personas estén dispuestas a incorporarse al mercado laboral y estemos, en este indicador, en la media de nuestro entorno europeo”, agregan en Trabajo.
Vicente destaca que este fenómeno anula el discurso que relaciona las ayudas sociales y no trabajar: “Todos sabemos que la gran mayoría de los que pueden trabajar lo intentan, digan lo que digan algunos. Las ayudas son importantes, pero es muy difícil que garanticen una vida digna con las tasas de inflación actuales. La gente quiere un trabajo”.
Jansen cree que el segundo factor clave para entender esta activación de mano de obra es la inmigración: “Una vez superada la pandemia se están normalizando los flujos migratorios. Creo que este es otro factor clave para entender la evolución de la actividad”. Los datos parecen dar la razón al especialista de Fedea. El aumento de la población activa extranjera es de 144.200 personas respecto al segundo trimestre —la mayoría procedentes de América Latina—, casi la mitad del aumento total de la actividad. Es decir, el colectivo que representa solo el 14,9% de la población activa concentra el 47,8% del avance de esta variable. También crece muchísimo el de doble nacionalidad, con 63.800 activos más. El de españoles crece más en términos absolutos (93.800), pero en comparación ante el peso de cada grupo, el salto de los nacionales es mucho menor.
La secretaria confederal de Acción Sindical de CC OO también apunta a los jóvenes: en verano impulsan la población activa, tanto la trabajadora como la desempleada, ya sea dándose de alta en los servicios de empleo al terminar el curso académico o con trabajos de verano. Las cifras de la EPA también respaldan esta hipótesis de Vicente: los activos de 16 a 19 años aumentan un 24,31% y los de 20 a 24, un 8,63%.
Los especialistas también apuntan al efecto de la inflación, pero consideran que es menos determinante. “En anteriores crisis se ha visto un efecto muy fuerte de mujeres que entraban al mercado laboral porque sus maridos habían perdido el trabajo en la construcción. Puede que haya algunas familias en las que esto pase por la inflación, pero creo que los otros factores son más importantes”, considera Jansen.
En el Ministerio de Trabajo destacan el alto nivel de actividad de las mujeres: “La cifra de mujeres ocupadas es la mayor de la historia de cualquier trimestre de cualquier año, rozando los diez millones de empleadas y también con récord de actividad, un hecho que nos anima a seguir apostando por la mejora de la empleabilidad y por la puesta en marcha de medidas que refuercen la igualdad, unas políticas en las que estamos a la vanguardia internacional”.
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