Adif permite a Renfe, Ouigo e Iryo instalar autoconsumo para alimentar sus trenes

Los operadores inyectarán la electricidad directamente a las subestaciones del gestor para abaratar sus facturas. Son los mayores consumidores de España

Un tren de Avlo, la operadora de bajo coste de Renfe, en una imagen de archivo.

Los operadores ferroviarios españoles —Renfe, Ouigo e Iryo, y los que entren al mercado en los próximos tiempos— podrán tener plantas propias de autoconsumo fotovoltaico para alimentar de electricidad sus trenes. El gestor de la red, Adif, ha incluido esa posibilidad en una versión modificada de su Declaración sobre la Red 2023 —el gran marco sectorial—, que ha remitido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El auge de la alta velocidad ha convertido al tren en el may...

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Los operadores ferroviarios españoles —Renfe, Ouigo e Iryo, y los que entren al mercado en los próximos tiempos— podrán tener plantas propias de autoconsumo fotovoltaico para alimentar de electricidad sus trenes. El gestor de la red, Adif, ha incluido esa posibilidad en una versión modificada de su Declaración sobre la Red 2023 —el gran marco sectorial—, que ha remitido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El auge de la alta velocidad ha convertido al tren en el mayor consumidor de electricidad de España.

Bien entrada la tarde de este miércoles, el gestor de la red ferroviaria española no se había posicionado sobre este asunto. Una información que, paradójicamente y tras ser adelantada por el diario económico Expansión, ha sido desvelada por Competencia.

El regulador ha aplaudido la iniciativa, que califica de “positiva” en una nota publicada en la mañana de este miércoles. Pero pide a Adif que informe a los operadores ferroviarios de la ubicación de las subestaciones eléctricas y su consumo para “facilitar” sus decisiones de inversión en paneles solares. Y recomienda al gestor de la red “que ponga a su disposición, de forma transparente y no discriminatoria, los terrenos sin uso en las cercanías de las subestaciones que son de su propiedad”.

Las empresas ferroviarias que participen en este nuevo esquema serán facturadas en función de su consumo, una vez detraído el volumen de autoconsumo que hayan aportado. La electricidad generada por las compañías no podrá, eso sí, superar el total utilizado por sus trenes en cada red (alta velocidad, convencional o ancho métrico). “En caso de inyectar más energía, el exceso sería asignado al balance económico total de la red, reduciendo los costes de todas las empresas ferroviarias”, explica el regulador.

El consumo eléctrico de la subestación cubierto por la generación de la planta instalada se considerará autoconsumo y, en su caso —según desgrana la CNMC—, la energía generada excedentaria deberá ser gestionada directamente por la propia empresa ferroviaria. En caso de que haya varias plantas de generación conectadas a una misma subestación eléctrica de Adif, o que una planta de generación esté participada por varias empresas ferroviarias de manera colectiva, habrá que determinar los porcentajes de participación de cada instalación o de cada operador en esa subestación en concreto.

Abaratar costes

En la actualidad, Adif (100% propiedad del Estado) es la compañía encargada de contratar la electricidad que luego usan Renfe, Ouigo, Iryo y los operadores de mercancías para impulsar sus trenes. Posteriormente, se la revende a los operadores, que pagan por lo que consumen sus trenes.

El encarecimiento de la luz en los últimos años de crisis energética ha llevado tanto a Adif como a los operadores ferroviarios a buscar soluciones para abaratar la factura, que se ha convertido en una de sus principales partidas de costes. En el último macrocontrato de suministro, firmado en marzo, ya se incluía la posibilidad de que los operadores negociasen precios fijos con las eléctricas para no verse tan afectadas por la volatilidad en el precio de la luz y poder diseñar sus planes de desarrollo con una más certeza en sus costes.

En febrero pasado, el entonces presidente de Renfe, Isaías Táboas, desveló que la compañía estaba negociando con el Gobierno para poder instalar plantas de autoconsumo que abaratasen su cuantiosa factura de la luz. El incremento de los costes energéticos ha pesado sobre las cuentas de la mayor operadora de España, cuya factura eléctrica solo para la tracción de sus trenes AVE aumentó un 158% el año pasado respecto a 2019 (de 90 a 232 millones de euros). En 2022, el gasto total en energía de tracción en todas las divisiones de Renfe ascendió a 630 millones de euros, un 78,6% más que un año antes y más del doble (+126%) que en 2019.

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