Los grupos consolidados tributaron en España el 5,9% de sus ganancias en 2021

La factura fiscal de los grupos consolidados en España sigue siendo exigua en relación a sus ganancias. Tributaron por un 5,9% de sus beneficios en 2021, según los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria en su Informe Anual de Recaudación Tributaria. Aunque es casi un punto más que el año anterior (5,1%), un ejercicio marcado por la pandemia, también está 19 puntos por debajo de la tasa legal fijada para la mayoría de las co...

La factura fiscal de los grupos consolidados en España sigue siendo exigua en relación a sus ganancias. Tributaron por un 5,9% de sus beneficios en 2021, según los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria en su Informe Anual de Recaudación Tributaria. Aunque es casi un punto más que el año anterior (5,1%), un ejercicio marcado por la pandemia, también está 19 puntos por debajo de la tasa legal fijada para la mayoría de las compañías (25%), y es 7,5 puntos inferior al tipo efectivo que pagan las empresas que no están integradas en grupos. Si la aportación a la hacienda pública se calcula sobre la base imponible, en cambio, el porcentaje sube hasta el 19,4%.

El dato recogido en el informe es un pequeño avance de la estadística de Cuentas anuales consolidadas del impuesto sobre sociedades, que se publicará el próximo otoño con datos desglosados por sector y tamaño de la empresa. Y vuelve a destacar una tendencia que ni siquiera la mayor crisis sanitaria en un siglo ha podido revertir: los grupos consolidados que operan en España, y que suelen coincidir con las mayores compañías y las más internacionalizadas, tributan por debajo del conjunto del tejido empresarial. En la última década, nunca han pagado al fisco más del 7,5% de lo que han ganado.

Estos porcentajes también presionan hacia abajo el tipo efectivo del impuesto sobre sociedades pagado por el total del sector, que fue del 9,6% sobre el beneficio en 2021 y del 21,7% si se calcula a partir de la base imponible. La diferencia entre los dos porcentajes no es baladí, y es foco de debate constante entre economistas y analistas. El beneficio es lo que la empresa gana. A partir de ahí, y tras aplicar una serie de minoraciones bajo forma de exenciones o deducciones, se llega a la base imponible, que es la magnitud sobre la cual se calcula el impuesto de sociedades. Las que más reducen el resultado son las exenciones por la doble imposición de dividendos y la compensación de bases negativas. Es decir, lo que se recibe de las filiales y las pérdidas sufridas.

Calcular el tipo efectivo sobre la base imponible siempre arroja tipos efectivos mayores, pero es el método más ortodoxo. Es el que recoge la normativa y el que prefieren emplear las asociaciones empresariales para aportar datos sobre la carga fiscal que soporta el sector. Hay, sin embargo, una corriente cada vez más amplia a nivel internacional que defiende que este cociente no refleja la verdadera aportación a la hacienda pública, sobre todo de las multinacionales, que se benefician de entramados fiscales cada vez más complejos para desviar beneficios a territorios con fiscalidad más baja y rebajar su pago de impuestos ahí donde operan.

Ya existe un acuerdo internacional en el seno de la OCDE para establecer un suelo de tributación mínimo del 15% a nivel internacional sobre el beneficio de las mayores multinacionales. Bruselas también ha alcanzado un pacto después de meses de choques entre los socios de la Unión, y España ya empezado los trámites para incorporar la directiva comunitaria.

Multinacionales

La mitad de las 126 mayores multinacionales españolas tributaron el 11,4% de su beneficio mundial en 2020, según los últimos datos disponibles publicados en el marco de Informe país por país (Country by Country Report o CbC, en inglés). Este análisis incluye la información de 126 grupos que tienen matriz en España y que facturan más de 750 millones globalmente y de sus 14.854 filiales, 9.948 de ellas en el extranjero. Una treintena de estas compañías concentraron hasta el 10% del beneficio global, pero abonaron el 0,7% del impuesto.

Estos tipos, muy bajos comparados con la tasa nominal vigente, sufren además de una sobreestimación al alza por el mismo diseño de la estadística. El año de la pandemia, los beneficios empresariales se desplomaron y las empresas incluidas en el informe ganaron un 44% menos que el ejercicio anterior, pero la caída de su aportación al fisco fue menor. “La existencia de elevadas pérdidas por la pandemia ha sesgado significativamente al alza los tipos efectivos al calcularse sobre resultados netos”, detallaba la Agencia Tributaria en la nota explicativa que acompaña la estadística.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal