Bruselas da tres años más para gastar los fondos europeos de la automoción
Industria prepara otra línea de subsidios al motor para consumir los ayudas que no agote el PERTE
El Gobierno podrá prolongar hasta 2028, tres años más de lo previsto actualmente, el gasto por parte de las empresas de las ayudas al sector del automóvil que articula a través del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), tal y como le demandaban los fabricantes. La Comisión Europea le trasladó la semana pasada al Ministerio de Industria la aceptación de su propuesta, de forma que los cambios podrán ser incluidos en la segunda convocatoria del esquema de ayudas que está previsto lanzar en marzo o, a más tardar, en abril, según confirma ...
El Gobierno podrá prolongar hasta 2028, tres años más de lo previsto actualmente, el gasto por parte de las empresas de las ayudas al sector del automóvil que articula a través del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), tal y como le demandaban los fabricantes. La Comisión Europea le trasladó la semana pasada al Ministerio de Industria la aceptación de su propuesta, de forma que los cambios podrán ser incluidos en la segunda convocatoria del esquema de ayudas que está previsto lanzar en marzo o, a más tardar, en abril, según confirma el secretario general de Industria, Francisco Blanco, a EL PAÍS: “Ya han dicho que sí y han aprobado todo lo que les demandamos”.
El alargamiento del calendario de ejecución de ayudas era la medida más importante que estaba sobre la mesa de negociación entre el Gobierno y Bruselas en lo que respecta al sector del automóvil. Algunos fabricantes demandaban más margen para poder introducir sus planes de inversión, después de ver cómo el tope que marcaba la primera edición del PERTE, finales de 2025, los dejaba fuera. Era el caso de Ford para la factoría de Almussafes o de Stellantis para diversos proyectos que tiene previstos en sus tres plantas españolas. Hay dudas también sobre la fábrica de celdas de baterías que proyecta la china Envision, con la participación de Acciona, en Extremadura.
Es por eso que, una vez cerrada la primera edición del PERTE, un fracaso en consideración del sector porque el ministerio apenas agotó el 29% de los recursos disponibles (2.975 millones de euros), se iniciaron negociaciones con la Unión Europea para ganar flexibilidad en una segunda convocatoria. El Ministerio de Industria instó a poder introducir modificaciones que consideraba “no sustanciales” y que no cambiaban las bases de la primera convocatoria. Y ya tiene la respuesta, afirmativa.
Además de ganar tres años para poder invertir en los proyectos, Bruselas también ha aceptado que las empresas que participen en un PERTE pero que tengan menos de un 15% del protagonismo en el proyecto tractor en el que participan deban reducir el peso de los avales necesarios para recibir las ayudas. Hasta ahora, como el resto de integrantes, era necesario presentar garantías por un importe total superior al 80% de la inversión, mientras que ahora ese porcentaje se situará en el 40%. Y otro elemento que contribuirá a ampliar la base de los proyectos en búsqueda de subsidios será el tipo de costes elegibles para ser subsidiados, ya que se introducen los costes de capital fungibles en procesos como los de I+D+i.
La Secretaría General de Industria está centrada en cómo gastar todos los fondos reservados a la reconversión del automóvil procedentes de los Fondos Next Generation. Tras la finalización del proceso de adjudicación, tan solo se asignaron 834 millones de euros, por lo que quedan pendientes más de 2.100 millones.
Una nueva línea de ayudas
La segunda convocatoria del PERTE para el vehículo eléctrico difícilmente logrará superar la cifra de asignación de la primera, por lo que el Gobierno activará una segunda línea de ayudas ajena al proyecto estratégico, pero alimentada con los mismos recursos europeos. Lo hará a través del Reglamento General de Exención por Categorías, con el que pretende facilitar la asignación de fondos a proyectos individuales de empresas y no a otros más complejos, en los que tenían que participar diversas empresas con impacto en diferentes eslabones de la cadena de valor de la industria de la automoción. “Es un proceso muy importante de flexibilización y simplificación”, admite Blanco, que evita poner objetivos sobre los recursos que considera el Ministerio que podrá movilizar.
En este caso, la idea inicial es mantener abierta una ventanilla para que las empresas soliciten las ayudas hasta diciembre, hasta que se agoten los fondos disponibles. Esta vía de subvención dispondrá de los recursos que no se agoten por la vía del PERTE.