Wallbox prepara un ERE para rebajar su masa salarial un 15%
El 80% de la plantilla se encuentra en la sede central de Barcelona
Wallbox, el fabricante español de cargadores eléctricos para vehículos eléctricos, ha comunicado a su plantilla su intención de reducir un 15% sus costes salariales, lo que supondrá la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a parte de sus 1.400 trabajadores. La compañía, que cotiza en la Bolsa de Nueva York pero que tiene su sede central en Barcelona, argumenta la necesidad del recorte por la caída de las ventas...
Wallbox, el fabricante español de cargadores eléctricos para vehículos eléctricos, ha comunicado a su plantilla su intención de reducir un 15% sus costes salariales, lo que supondrá la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a parte de sus 1.400 trabajadores. La compañía, que cotiza en la Bolsa de Nueva York pero que tiene su sede central en Barcelona, argumenta la necesidad del recorte por la caída de las ventas de coches eléctricos respecto a las estimaciones iniciales, cuyas previsiones se han ralentizado un año, y no cuantifica todavía la afectación.
El sector de la automoción, según Bloomberg, preveía vender el año pasado 3,3 millones de coches impulsados por baterías, pero apenas se alcanzó una cifra de 2,6 millones. En 2023 se repite la misma previsión para este año. La consecuencia es que Wallbox ha tenido que modificar también sus estimaciones incluidas en su plan de negocio.
El efecto es que buscará reducir un total de 50 millones de euros entre gastos operativos y de personal. La mitad de esa cantidad llegará de la mano de los recortes salariales. Fuentes próximas a la compañía aseguran que perseguirán el recorte sin afectar a la producción de sus fábricas de Barcelona y Arlington (Estados Unidos) y poder mantener así su previsión de fabricación de un millón de cargadores.
Así las cosas, la mayor parte de la afectación impactará en el cuartel general de Barcelona, donde se encuentra el 80% de la plantilla de Wallbox. El resto se reparte entre diferentes posiciones en los 113 países donde está presente. La compañía rompe así su tendencia de crecimiento de empleo, paralela a su consolidación como unicornio, ese tipo de empresas que en un corto periodo de tiempo es capaz de lograr una valoración de 1.000 millones de dólares.
“No tomamos estas decisiones a la ligera. Esta es una decisión dolorosa. Trabajaremos duro para minimizar el impacto a todos los afectados y les traslado mi más sincera gratitud por su contribución a Wallbox”, dice Asunción en un comunicado emitido por la compañía, en el que acusa la reducción de las ventas a la crisis de suministros que está sufriendo la industria de la automoción.
Hace meses que la compañía cofundada y dirigida por Enric Asunción y Eduard Castañeda ha dejado de tener una valoración bursátil por ese valor, y ahora vale 736 millones de dólares, muy lejos de mitad de los máximos que llegó a tocar. Sus acciones se cotizan este jueves a 4,28 dólares, frente a los 16,57 euros de noviembre de 2021.
En noviembre, cuando presentó los resultados de los primeros nueve meses del año, Wallbox registraba un alza de la facturación del 146%, hasta los 112 millones de euros. Y, como el resto de jóvenes empresas, acumulaba pérdidas cuantiosas por un importe de 86 millones de euros, con un beneficio operativo bruto (ebitda) igualmente en rojo.