Portugal destinará 3.000 millones a contener la factura energética de las empresas

Las medidas entrarán en vigor el año próximo, se financiarán en parte con aportaciones del sector energético y buscan limitar la inflación

Tanques de almacenamiento de gas natural en el puerto de Sines (Portugal), en febrero de 2020.Horacio Villalobos (Corbis via Getty Images)

Las empresas portuguesas dispondrán el próximo año de un paraguas extraordinario frente a la previsible escalada de los precios de la energía. El Gobierno pondrá en marcha medidas valoradas en 3.000 millones de euros para contener las facturas de la electricidad y el gas que tendrán que pagar las empresas en 2023. El impacto se traducirá en una reducción en el precio de la electricidad del 30% y en el del gas oscilará entre el 23% y el 42% de ahorro, según las previsiones realizadas esta mañana en Lisboa por ...

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Las empresas portuguesas dispondrán el próximo año de un paraguas extraordinario frente a la previsible escalada de los precios de la energía. El Gobierno pondrá en marcha medidas valoradas en 3.000 millones de euros para contener las facturas de la electricidad y el gas que tendrán que pagar las empresas en 2023. El impacto se traducirá en una reducción en el precio de la electricidad del 30% y en el del gas oscilará entre el 23% y el 42% de ahorro, según las previsiones realizadas esta mañana en Lisboa por el ministro de Medio Ambiente y Energía, Duarte Cordeiro. “No es una intervención banal, es la mayor intervención de siempre en el mercado de la energía”, destacó el ministro.

Los 3.000 millones se dividirán entre actuaciones destinadas al gas (1.000 millones) y la electricidad (2.000 millones). Las aportaciones dirigidas a contener precios gasísticos saldrán de los Presupuestos Generales del Estado para 2023, mientras que las medidas para la electricidad serán financiadas en parte por el sector energético. Duarte Cordeiro especificó que los 2.000 millones saldrán de “medidas regulatorias” como la tasa sobre los beneficios caídos del cielo (1.500 millones de euros), el impuesto que ya paga el sector energético en Portugal desde 2014 (Contribución Extraordinaria sobre el Sector Energético) y los beneficios por las subastas de derechos de emisión de dióxido de carbono. La tasa a los beneficios extraordinarios todavía deberá ser concretada por el Ministerio de Finanzas.

El objetivo de las ayudas es contribuir a limitar la escalada de los costes energéticos de las empresas, que luego repercute en el alza de precios a los consumidores. “Al intervenir en el precio del gas y de la electricidad, estamos interviniendo en el pan y la leche”, destacó Duarte Cordeiro.

El Gobierno estima que las empresas lusas tendrán que pagar por gas entre 2.750 millones de euros y 4.900 millones de euros en 2023, frente a los 745 millones que abonaron en 2021, el último ejercicio anterior a la escalada de precios. La previsión para el coste de la electricidad de las empresas es de 6.500 millones de euros el próximo año, mientras que en 2021 fue de 1.700 millones.

Cordeiro sostiene que las familias portuguesas cuentan con tarifas energéticas más bajas que en otros países de la Unión Europea gracias a la existencia de tarifas reguladas y también a la aplicación del mecanismo ibérico autorizado por Bruselas para que España y Portugal, una isla energética respecto a Europa, pudiesen limitar el precio del gas en el recibo de la luz. Este mecanismo ha permitido ahorrar 300 millones de euros en Portugal desde que entró en vigor y rebajar un 18% el precio de la electricidad, según el ministro.

Mañana está previsto que la Entidad Reguladora de los Servicios Energéticos (ERSE) de Portugal anuncie las tarifas que pagarán los consumidores que se encuentran en el mercado regulado de la electricidad, aunque el ministro avanzó que subirán alrededor del 3% para 2023.

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