La mayoría de empresas españolas confía en un mejor 2023, pese a advertir el riesgo de recesión

El último estudio sobre el clima empresarial de la Cámara de Comercio sitúa al encarecimiento de la energía y las materias primas como principal dificultad de la actividad

Un camión carga con un contenedor en el puerto de Valencia.Getty

La mayoría de las empresas españolas de seis o más empleados confía en un aumento de su actividad en 2023 pese a advertir amenazas de recesión. Así lo recoge el último Estudio sobre clima empresarial, elaborado por la Cámara de Comercio en colaboración con la empresa Sigma Dos, donde resalta el contraste entre el pesimismo generalizado sobre la situación económica —un 86,7% estima muy o bastante importante el riesgo de recesión—, y el optimismo que muestran las empresas respecto a su actividad en el próximo ejercicio. Según el informe, presentado este martes en la sede de la Cámara en M...

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La mayoría de las empresas españolas de seis o más empleados confía en un aumento de su actividad en 2023 pese a advertir amenazas de recesión. Así lo recoge el último Estudio sobre clima empresarial, elaborado por la Cámara de Comercio en colaboración con la empresa Sigma Dos, donde resalta el contraste entre el pesimismo generalizado sobre la situación económica —un 86,7% estima muy o bastante importante el riesgo de recesión—, y el optimismo que muestran las empresas respecto a su actividad en el próximo ejercicio. Según el informe, presentado este martes en la sede de la Cámara en Madrid, el 80% de los empresarios consideran que el encarecimiento de la energía y de las materias primas es la principal dificultad para el desarrollo de su actividad.

El presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, ha aprovechado la presentación del estudio para trasladar un mensaje positivo y ha afirmado que la institución no espera que España entre en recesión. Bonet ha insistido en la colaboración de los poderes públicos para “desterrar el pesimismo empresarial” y ha recalcado la importancia del “ánimo de los empresarios” en la coyuntura económica. Las empresas, sin embargo, no comparten esa visión positiva para el año que viene que formula el organismo, al menos en lo que a la recesión se refiere.

El estudio muestra un contraste importante entre el optimismo mostrado respecto a la actividad de las propias empresas en 2023 —la mayoría, sin distinción de sector o tamaño, esperan una mejora significativa de las exportaciones, las importaciones, la contratación y las ventas en España— con el pesimismo generalizado sobre la situación económica del país y la posibilidad de una recesión. Las últimas previsiones de la Cámara de Comercio, publicadas el 9 de septiembre, rebajaron las cifras de crecimiento de España para 2022 y 2023 hasta el 4,1% y el 2,2% respectivamente. Pero, como ha recordado Raúl Mínguez, Director del Servicio de Estudios, descartan una recesión.

Para Miguel de la Fuente, director de investigación de Sigma Dos, el contraste entre la imagen general y la personal es algo común: “Ocurre lo mismo en las encuestas de percepción sobre la situación económica en ciudadanos, en la que los encuestados creen que la economía va a ir muy mal, pero que a mí no me va a tocar”.

Un mal 2022; un 2023 mejor

Seis de cada diez empresas se sienten nada o poco optimistas con respecto a la evolución de la actividad empresarial para el conjunto del 2022, una cifra que mejora de forma considerable para 2023. Para Bonet, a pesar del “nerviosismo” mostrado en la encuesta, el estudio refleja que los empresarios están “esperanzados” para el año que viene.

De acuerdo con el informe, las empresas confían sobre todo en un aumento de las ventas en el extranjero y en la adquisición de suministros en el mercado internacional en 2023. Las inversiones son el único aspecto en el que prevén un ligero retroceso. El presidente de la Cámara, a propósito de las buenas perspectivas internacionales, ha calificado “la salida al exterior” como el “gran reto” que afronta el mundo empresarial español.

Optimismo asimétrico

La previsión más favorable se produce entre las empresas de más de 50 empleados, y en el sector industrial. Mientras que las expectativas de ventas en el extranjero aumentan en todos los sectores, la adquisición de suministros en el mercado internacional es mejor en el sector industrial y en la hostelería, frente a la construcción, que prevé un retroceso. En cuanto a la contratación, aumenta en todos los sectores —con la industria, una vez más, a la cabeza— excepto en la construcción y la hostelería, en las que las perspectivas son negativas. 

Los precios de la energía y las materias primas, y las subidas de tipos, los grandes riesgos

Siete de cada diez empresas señalan la evolución de los precios de la energía y de las materias primas como el factor de mayor impacto sobre la evolución económica del país. Ese riesgo está seguido por otro relacionado con la inflación y que los empresarios ya veían venir cuando se realizó el estudio (entre mayo y julio de este año): la subida de tipos de interés por parte de los bancos centrales. El 39,6% considera esta herramienta de política monetaria como el principal riesgo para el conjunto de la economía.

Para reducir el riesgo de desabastecimiento, el mundo empresarial apuesta por aumentar y diversificar los proveedores, poniendo especial foco en aquellos de cercanía. En cuanto a la energía, consideran muy necesaria la creación de reservas estratégicas de la UE. Para reducir la dependencia energética, los empresarios apuestan por acelerar la transición hacia las renovables (65,1%), por delante de la opción de ampliar el número y vida útil de las centrales nucleares (37,2%).

A la inflación en sectores clave y la ralentización de la economía por la subida de tipos les sigue la guerra de Ucrania, que es considerada como el factor de mayor impacto para el 31% de los encuestados. El mundo empresarial parece haber dejado atrás la pandemia, y la posibilidad de una nueva variante del covid sólo es considerada una amenaza para el 4%.

Fondos europeos

El grado de conocimiento sobre los fondos de recuperación europeos Next Generation EU ha aumentado en casi 14 puntos porcentuales desde el año pasado, un progreso que ha querido resaltar Rosa Díaz, directora de Sigma Dos. Según la encuesta, más de la mitad de las empresas conoce los fondos y un 24,2% los ha solicitado o pretende hacerlo.

A pesar de las mejoras respecto del año pasado, las cifras siguen siendo bajas: las empresas no tienen demasiada confianza en la capacidad de los fondos para transformar y modernizar la estructura productiva de la economía española: sólo el 15,2% confían en su capacidad de transformación. Tanto la confianza en los fondos como las solicitudes de los mismos se concentran en las empresas de mayor tamaño.


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