Los supermercados ya aprecian comportamientos de “crisis de consumo” por la inflación
La patronal Asedas detecta una mayor frecuencia de compra y una disminución de su importe
Los clientes de los supermercados van ahora con más frecuencia a hacer la compra, pero en cada una de esas visitas gastan un poco menos que antes. Es un comportamiento típico de contención y control del gasto, que el sector de la distribución define como de “crisis de consumo” y se produce, por ejemplo, en momentos de inflación persistente como el actual. El sector ya está apreciando este tipo de conductas por parte de la mayoría de los clientes. “La inflación nos vuelve a situar en un escenario parecido al de [la crisis ...
Los clientes de los supermercados van ahora con más frecuencia a hacer la compra, pero en cada una de esas visitas gastan un poco menos que antes. Es un comportamiento típico de contención y control del gasto, que el sector de la distribución define como de “crisis de consumo” y se produce, por ejemplo, en momentos de inflación persistente como el actual. El sector ya está apreciando este tipo de conductas por parte de la mayoría de los clientes. “La inflación nos vuelve a situar en un escenario parecido al de [la crisis de] 2008, pero esperamos que no tengamos una bajada de consumo como en aquel momento”, ha advertido este martes el director general de la patronal de supermercados Asedas, Ignacio García Magarzo.
Un consumidor que compra tanto en web como en tienda física iba al súper cada 6,52 días de media en 2021, frente a los 6,9 días de 2020, y se gastaba el año pasado 70,98 euros frente a los 71,36 euros de un año anterior, según el VI Observatorio del Comercio Electrónico en Alimentación encargado por Asedas (organización que agrupa a Mercadona, Lidl, DIA y otras cadenas de supermercados). Los datos muestran que ya empezó a notarse la subida de precios el año pasado y todo apunta a que esta tendencia se está intensificando a lo largo de 2022.
La inflación, ha dicho el director general de Asedas, está afectando a todos los canales y operadores “por igual”, en un sector “con mucha competencia” que ha absorbido durante algunos meses las alzas a costa de sus márgenes porque es fácil que un cliente cambie de una empresa a otra con precios más bajos para hacer la compra.
Se trata, advierte el sector del gran consumo, de una reacción por la subida de precios que en el caso de la alimentación y las bebidas no alcohólicas fue del 11% en mayo, la subida más alta desde que el Instituto Nacional de Estadística empezó a hacer los cálculos en 1994. Pan, cereales, productos lácteos o carne figuran entre los productos que más suben. “Nos encontramos ante un escenario de extraordinaria complejidad”, ha dicho García Magarzo, que ha vuelto a pedir al Gobierno una reducción del IVA que se aplica a los alimentos y que se tomen medidas para garantizar el transporte ante posibles nuevas huelgas en el sector.
El estudio presentado este martes, elaborado por María Puelles, profesora de la Universidad Complutense, y Gonzalo Moreno, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, muestra que el comercio en línea se está consolidando en el sector, una tendencia que empezó hace unos años pero se aceleró con la pandemia. Entre algunas de las conclusiones, que crece el número de personas mayores que confía más en la compra por internet, que la mayoría de la gente combina la compra en web y en tienda física y que son estos los que más gastan: 5.794 euros al año en 2021, un 3,83% más que en 2020, frente a los que lo compran todo yendo al súper (3.368 euros de media, un 2,76% menos que el año anterior) y los que lo compran todo en webs especializadas en online (3.674 euros, un 9,63% menos), aunque los autores achacan la caída de estos últimos al hecho de que muchos han vuelto a comer en restaurantes.