La hiperinflación en Turquía le cuesta al BBVA 324 millones

El banco reformula sus cuentas para recoger el impacto del alza de precios con efecto desde el 1 de enero pasado

Sede de Granti BBVA en Estambul.GETTY IMAGES

La apuesta del BBVA por Turquía sigue saliéndole cruz al banco. Un país clave en la estrategia, como quedó demostrado este año con el aumento de su participación en su filial Garanti tras el lanzamiento de la opa (ahora posee el 86%), pero que no le termina de dar réditos. Primero, por una fuerte devaluación de la lira y ahora por el golpe de una inflación galopante. El resultado es la reformulación de las cuentas del grupo, como ha comunicado este marte...

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La apuesta del BBVA por Turquía sigue saliéndole cruz al banco. Un país clave en la estrategia, como quedó demostrado este año con el aumento de su participación en su filial Garanti tras el lanzamiento de la opa (ahora posee el 86%), pero que no le termina de dar réditos. Primero, por una fuerte devaluación de la lira y ahora por el golpe de una inflación galopante. El resultado es la reformulación de las cuentas del grupo, como ha comunicado este martes: con efectos del 1 de enero de 2022 aplicará la contabilidad hiperinflacionaria en Turquía. Un ajuste que le costará una reducción del beneficio de unos 324 millones de euros, según el BBVA.

“La contabilidad hiperinflacionaria consiste en una reexpresión de los estados financieros, con el objetivo de mostrarlos en términos reales, no nominales (es decir, ajustando las cifras al elevado nivel de precios del país) y permitir así una comparación más fiel de la cuenta de resultados y el balance de la entidad en diferentes momentos del tiempo”, ha explicado el banco en un comunicado. De esta forma, el beneficio del grupo del primer trimestre se corregirá en un 20% (de 1.651 millones a 1.327 millones). Y si se fija la mirada solo en los números de la filial turca, esta entrará en números rojos con unas pérdidas de 75 millones (se había apuntado un beneficio de 249 millones, por debajo del reajuste).

Esto, según la entidad, tendrá un impacto positivo en capital y negativo en la cuenta de resultados, según explicó la semana pasada el presidente del BBVA en Santander. El impacto concreto, según la nota emitida este martes por el banco, es un aumento de 19 puntos básicos en la ratio de capital CET1 fully loaded y un efecto negativo en el beneficio atribuido al grupo de 324 millones. Este cálculo, según desgrana el grupo, se ha hecho con el tipo de cambio de 16,28 liras turcas por euro que se pagaba el 31 de marzo y una tasa inflación acumulada en el primer trimestre del 22,8%.

Además, para el conjunto del ejercicio, el banco espera que el negocio en Turquía no consiga aportar nada al beneficio. Según las estimaciones de BBVA Research la tasa de inflación anual turca se situará en torno al 60% en 2022, lo que supone una moderación en la tasa de inflación trimestral en los próximos trimestres. Pese a este reajuste, la entidad no mueve sus objetivos financieros hasta 2024 anunciados en el Investor Day.

Se trata así de un nuevo revés, aunque esto no quebranta la fe del presidente Torres y del consejero delegado, el turco Onur Genç, en el rendimiento que le puede dar en el futuro el negocio en el país. El banco español entró en la entidad en 2011 y antes del inicio de la opa controlaba un 49,85% de Garanti. Para llegar a esa participación había pagado 4.195 millones hace una década, otros 1.988 millones en 2014 y 859 millones de euros en 2017. La última ampliación se ha producido este año, cuando ha alcanzado el 86% tras pagar 1.410 millones. En total, el desembolso asciende a 8.452 millones de euros, de los que solo ha recuperado un 60% a través de beneficios (algo más de 5.100 millones), según recoge El Economista. Una inversión estratégica de la que sigue sin sacar réditos una década después de su desembarco.

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