El Estado recibirá cerca de 1.000 millones en dividendos de CaixaBank si sigue en el banco hasta 2024
La entidad prevé distribuir entre los accionistas 9.000 millones en tres ejercicios, aunque una parte será en forma de recompra de acciones. El FROB mantiene una participación del 16,12%, por la que ya recibió el año pasado 190 millones en efectivo
CaixaBank vislumbra años de bonanza para los tres próximos ejercicios. Espoleada por la esperada subida de los tipos de interés, que se estima que pasen de los niveles negativos al 1,5% o 1,6%, la entidad prevé un incremento notable de los ingresos y de su rentabilidad, por encima del 12%. De ahí que contemple repartir a los accionistas hasta 9.000 millones de euros en ese trienio. Un viento de cola que beneficiará también a las arcas públicas, lo que ...
CaixaBank vislumbra años de bonanza para los tres próximos ejercicios. Espoleada por la esperada subida de los tipos de interés, que se estima que pasen de los niveles negativos al 1,5% o 1,6%, la entidad prevé un incremento notable de los ingresos y de su rentabilidad, por encima del 12%. De ahí que contemple repartir a los accionistas hasta 9.000 millones de euros en ese trienio. Un viento de cola que beneficiará también a las arcas públicas, lo que reducirá algo el enorme agujero que dejó al erario el rescate de Bankia. Si se cumplen las previsiones, el Estado recibirá en dividendos cerca de 1.000 millones de euros en este periodo, siempre que mantenga su participación en la entidad al menos hasta 2024.
La participación pública en CaixaBank se articula a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que acabó con una participación del 16,12% de la entidad catalana tras la absorción de Bankia. El Estado entró en BFA, desde la que se controlaba la antigua caja madrileña, para garantizar los depósitos y volver a dar crédito. Pero esto no fue gratis para los contribuyentes: se pagaron 24.000 millones (si se incluyen las ayudas otorgadas a BMN).
El montante que se le abonará al Estado vía dividendo de CaixaBank puede sufrir variaciones en función de los beneficios netos finales obtenidos y de la decisión del consejo en la forma de reparto entre los inversores. El plan estratégico dice que se distribuirán hasta 9.000 millones —en un escenario de tipos de interés más bajos, esta cantidad se reduce a 8.000 millones—. Una parte de estos se repartirá a través de la recompra de acciones para amortizar capital: la entidad ya ha anunciado un paquete por 1.800 millones durante los próximos 12 meses y no descarta que haya más. “Hay margen para nuevos programas de recompra y serán decisiones que tome el consejo en su momento”, aseguró el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, esta semana en la presentación del plan estratégico.
De esta forma, si no hay nuevas recompras de acciones, CaixaBank distribuiría en dividendos hasta 7.200 millones de euros. Sería el escenario más optimista, en el que el Estado se embolsaría 1.160 millones de euros. Según lo realizado ya por otros bancos españoles, especialmente el Santander, que también tiene activos programas de recompra y reparto de beneficios en efectivo al mismo tiempo, se divide en partes iguales el montante total que se distribuye entre ambas herramientas. Por tanto, lo más probable es que no se destine todo ese dinero para su reparto en efectivo.
Con este posible escenario, si CaixaBank lanzase nuevos programas de recompra, la cantidad destinada al dividendo se reduciría de esos 7.200 millones de partida. Según los cálculos de Renta 4, si distribuye un 55% del beneficio neto de los tres próximos ejercicios, el reparto en efectivo estaría en torno a los 5.200 millones de euros. Es decir, el Estado recibiría unos 850 millones de euros. “Y tendría que haber otro programa de recompra de títulos por unos 2.000 millones para completar los 9.000 millones estimados, algo que haría crecer la participación del FROB en la entidad”, sostiene Nuria Álvarez, analista de banca de Renta 4.
Lo dedicado a la retribución en efectivo podría variar asimismo según la evolución del negocio y, sobre todo, según el ritmo de las alzas en los tipos de interés que marque el BCE. Para el caso en el que se pagase en efectivo la mitad del total a repartir, la cantidad se reduciría a 4.500 millones. Si fuese así, el Estado recibiría 725 millones: se trataría de uno de los escenarios más pesimistas, ya que hasta ahora el anuncio de recompra de acciones es solo de 1.800 millones y esta herramienta se tendría que incrementar en otros 2.700 millones.
El plan estratégico que presentaron hace unos días el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, y Gortázar recoge asimismo un contexto en el que los tipos de interés no crecen tan rápido como espera el mercado. En ese supuesto, el consejero delegado detalló que el reparto a los accionistas sería entonces de hasta 8.000 millones. Si a esta cantidad se le descuentan los 1.800 millones ya anunciados de recompra de acciones, la cantidad máxima que recibiría el Estado se rebajaría, pero sería aun así de hasta 1.000 millones de euros.
Revalorización de los títulos
Las acciones en manos del FROB valen en estos momentos 4.000 millones, cifra que las arcas públicas podrían recuperar si se deshacen de su participación en este momento. Tras varias prórrogas, el último acuerdo de Consejo de Ministros dejó como fecha límite para su salida del banco a finales de 2023. Aunque, según fuentes gubernamentales, no se descarta un nuevo alargue. Al valor de los títulos en el mercado habría que añadir igualmente lo que reciba vía reparto de dividendos: en 2021 le correspondieron por este concepto unos 190 millones de euros. Hasta ahora, según fuentes de la Administración, BFA ha recibido 1.400 millones en dividendos entre 2014 y 2021. Una cantidad que, en caso de cumplirse el plan estratégico de CaixaBank, irá in crescendo de forma más acelerada.
Además, la espera para el FROB será positiva también por la tendencia alcista de la cotización del banco. Según Credit Suisse, el precio objetivo de los títulos tras conocer el plan es de 3,90 euros por acción, un 25% por encima del valor que marcó al cierre de este jueves. “Vemos a CaixaBank distribuyendo todo el exceso de capital por encima del objetivo del 12% para el año fiscal 2024, mezclando efectivo y recompras, y cumpliendo con el compromiso acumulado de 9.000 millones de euros para 2022-2024″, señala el banco de inversión suizo en su informe. Credit Suisse, además, sitúa el cálculo algo por encima de los analistas de Renta 4 sobre la cantidad que repartirá la entidad catalana en dividendos en el trienio: 5.700 millones, de los que el Estado se embolsaría algo más de 900 millones.
De esta forma, si se materializa esa revalorización del 25%, el valor de los títulos que posee el Estado crecería hasta los 5.000 millones de euros. Una apreciación de su paquete accionarial que viene de largo: “La revalorización de la participación del FROB (vía BFA) es del 103% a 31 de marzo de 2022 respecto al valor a cierre de la jornada previa al anuncio de las conversaciones de fusión [con Bankia]”, recoge el FROB en su web.