La Comisión Europea acusa a Apple de bloquear a la competencia con su monedero electrónico

La Comisión Europea cree que la multinacional estadounidense Apple abusa de su posición dominante a través de Apple Pay por restringir el acceso de sus competidores a tecnología clave para ofrecer servicios de pago en dispositivos como iPhone o iPad

La Comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, al presentar el caso contra Apple PayOlivier Hoslet (EFE)

La Comisión Europea vuelve a acusar a Apple de distorsionar la competencia en la Unión Europea, esta vez en lo referente a los pagos electrónicos con monederos digitales. “Apple ha construido un ecosistema cerrado entre sus dispositivos y su sistema operativo, y controla las puertas a este ecosistema. Establece las reglas del juego para cualquiera que quiera llegar a los consumidores que utilizan dispositivos de Apple [...], ya que dependen de este para desarrollar monederos electrónicos inno...

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La Comisión Europea vuelve a acusar a Apple de distorsionar la competencia en la Unión Europea, esta vez en lo referente a los pagos electrónicos con monederos digitales. “Apple ha construido un ecosistema cerrado entre sus dispositivos y su sistema operativo, y controla las puertas a este ecosistema. Establece las reglas del juego para cualquiera que quiera llegar a los consumidores que utilizan dispositivos de Apple [...], ya que dependen de este para desarrollar monederos electrónicos innovadores”. Así ha resumido la vicepresidenta de la Comisión Margrethe Vestager la acusación del departamento que dirige, Competencia, contra el gigante electrónico. “Como resultado, los consumidores europeos tienen pocas opciones”, ha explicado la comisaria danesa.

Bruselas abrió la investigación a la empresa de la manzana en junio de 2020. Y tras casi dos años de pesquisas, los técnicos del Ejecutivo comunitario han llegado a una primera conclusión preliminar: “Apple impide a los desarrolladores de monederos electrónicos el acceso a los dispositivos y los programas informáticos necesarios en beneficio de su propia aplicación, Apple Pay”, detalla el propio comunicado de Competencia. Esto se ha traducido, en su opinión, en una distorsión del mercado y en un abuso de posición dominante por parte del gigante tecnológico.

Los trabajos de la Comisión se han centrado en la tecnología conocida con el nombre inglés de Near Field Communication (NFC), que permite la comunicación inalámbrica entre los móviles de los consumidores y los terminales de cobro de los establecimientos. En este mercado, Apple es el mayor actor y “mantiene una posición significativa en el mercado de dispositivos y una posición dominante en los pagos a través de NFC en iOS [el sistema operativo de Apple] en Europa”, ha explicado Vestager.

Esa posición de Apple le ha permitido restringir e, incluso, bloquear el acceso a desarrolladores de aplicaciones informáticas interesados en entrar en este mercado. “Desarrollarlas es costoso. Invertir no merece la pena si los desarrolladores no pueden llegar a los consumidores que utilizan Apple y Android [el sistema operativo de Google que está instalado en la mayoría de teléfonos móviles que no han sido fabricados por Apple: Samsung, Xiaomi, Huawei, BQ...]. Hay bastantes evidencias que indican que no deciden continuar con sus planes si no pueden llegar a los usuarios de iPhone”, ha expuesto Vestager en su comparecencia ante los medios de comunicación. Fuentes de la Comisión añaden que hay diferencias entre Apple y Android, y eso puede verse porque “hay más operadores” en este último.

El argumento habitual de Apple es que no puede proporcionar acceso a NFC para los pagos por seguridad. Este planteamiento, en cambio, no convence a la Comisión: “Nuestra investigación hasta la fecha no ha revelado ninguna prueba que apunte a ese mayor riesgo. Por el contrario, las pruebas que obran en nuestro expediente indican que la conducta de Apple no puede justificarse por motivos de seguridad”, ha contestado Vestager.

La compañía tecnológica californiana puede presentar ahora alegaciones ante la Comisión. Si estas no convencen a Bruselas, la multa puede llegar hasta el 10% de la facturación total de la empresa. El expediente abierto todavía no ha llegado a este punto y la comisaria se ha negado a “especular” con cantidades. Además, ha añadido que se trata de “un mercado muy específico”.

Fuentes de la Comisión han apuntado que el tamaño de ese mercado no será una referencia a la hora de fijar la multa: “Tenemos un número de transacciones de rápido crecimiento [...]. Así que hay cientos de miles de millones que se pagan con carteras móviles. Pero eso es algo que no se va a utilizar para el cálculo de la multa. Se partirá de lo que se está cobrando por usar esos servicios, que es una fracción. Así que esto es lo que podemos decir en este momento”.

Este caso comenzó cuando Bruselas recibió quejas de competidores en 2019. La queja se conoce desde entonces, lo que no se sabe es quiénes fueron los que presentaron la denuncia ante Competencia, algo que no ha querido aclarar este miércoles la comisaria ni el departamento que dirige. “No solo son bancos, que también tienen aplicaciones de monederos digitales, también hay alianzas de bancos o agentes tecnológicos que quieren entrar [en el mercado]”.

La Comisión Europea ha iniciado ya varios conflictos con Apple y todos están abiertos todavía. El más grande, sin duda, es la reclamación para que devuelva 13.000 millones de euros en impuestos por los acuerdos fiscales alcanzados con Irlanda. A esta pelea únicamente le falta un capítulo, el recurso que presentó Bruselas contra la decisión del Tribunal General de la UE que anulaba su exigencia. Aunque eso no quiere decir que se vaya a resolver pronto, puesto que en el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), instancia máxima que emitirá el fallo definitivo, todavía no hay una opinión del abogado general.

Pero hay otras que, como en el caso de Apple Pay, entran en el terreno de la competencia en los mercados. Una de ellas es la que echó a andar en 2019 tras la denuncia de Spotify por abuso de posición dominante. En este conflicto, la Comisión atendió la reclamación de la conocida aplicación de descarga de música señalando que la política de la compañía de la manzana llegaba a encarecer en un 30% la compra de canciones a través de estas plataformas (Spotify, Deezer...). “No se ha concluido [las investigaciones] en otros casos”, ha apuntado Vestager sobre este tema.


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