Así funcionará el descuento de 20 céntimos al combustible a partir de este viernes

Las compañías podrán pedir un anticipo de la parte de la rebaja de los carburantes que paga el Estado

Varios clientes repostan sus vehículos en una gasolinera en Gijón, el pasado 10 de marzo.J.L.Cereijido (EFE)

El Gobierno aprobó el martes un paquete de auxilio para dar respuesta a la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania. Entre las medidas —el plan contempla 6.000 millones en ayudas directas, rebajas de impuestos y otros 10.000 millones en créditos ICO—, destaca la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible para todos los automovilistas, ya sean particulares o profesionales. Esta rebaja se comenzará a aplicar este viernes, 1 ...

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El Gobierno aprobó el martes un paquete de auxilio para dar respuesta a la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania. Entre las medidas —el plan contempla 6.000 millones en ayudas directas, rebajas de impuestos y otros 10.000 millones en créditos ICO—, destaca la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible para todos los automovilistas, ya sean particulares o profesionales. Esta rebaja se comenzará a aplicar este viernes, 1 de abril, y estará en vigor hasta el 30 de junio. Los clientes obtendrán el descuento directamente en el punto de venta y se les deberá notificar en la factura el importe de la operación con detalle: se tiene que incluir el precio anterior al descuento y el final con la bonificación aplicada.

El pago de los 20 céntimos de rebaja se lo reparten entre el Estado, que aporta 15 céntimos, y las petroleras, con otros 5 céntimos como mínimo. Aunque existirá la excepción de las pequeñas y medianas suministradoras, que suponen alrededor de un tercio de la cuota de mercado. En ese caso será el Gobierno el que asuma al completo el descuento. Así, los consumidores obtendrán al menos esa bonificación de 20 céntimos en todos los surtidores del territorio. Competencia y la Agencia Tributaria se encargarán de vigilar el cumplimiento de la rebaja.


Para las compañías de menor tamaño, el hecho de adelantar la parte que sufraga el Estado podría suponerles un problema al disponer de menos músculo financiero y unos márgenes más exiguos. Por ello, el Ejecutivo ha articulado un mecanismo a través del cual podrán pedir por anticipado la cuantía de la inyección pública. En caso contrario, la devolución de las bonificaciones efectuadas se podrá solicitar cada mes: “[Las empresas] deberán presentar mensualmente, en los primeros 15 días naturales de mayo, junio y julio, a través de la Sede Electrónica de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) o de la Administración foral que corresponda, una solicitud de devolución de las bonificaciones efectuadas en el mes anterior”, explica el Ministerio de Hacienda en un comunicado.

Estas devoluciones las gestionarán, en concreto, con el departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, con el que normalmente las mayoristas liquidan el especial sobre los hidrocarburos, probablemente a través de una web dedicada solo para este trámite. Las suministradoras que opten por la opción del anticipo —lo tendrán que solicitar o no se les embolsará previamente— recibirán el 90% del volumen medio mensual de lo vendido en 2021. Y a posteriori se ajustará con el volumen real que han registrado. Aunque existen límites a este pago adelantado, según añade Hacienda: “No podrá ser superior a los dos millones de euros ni inferior a los 1.000 euros”. Es decir, si reclaman este anticipo alguna de las compañías de mayor tamaño, probablemente no reciban ese 90%, ya que superaría los dos millones de euros que se marca como techo.

En el supuesto de las grandes petroleras, que el decreto define como las que tienen una cifra anual de negocio superior a 750 millones de euros, sí que tendrán que aportar al menos cinco céntimos de la rebaja sin excepción. De hecho, el Gobierno iba a obligarlas a desembolsar una prestación patrimonial por ese importe si no asumían el descuento, aunque finalmente no ha hecho falta. Las mayores firmas del país ya se han comprometido a ofrecer una bonificación, por lo que el Ejecutivo no tendrá que exigirles ese pago. “No estarán obligados a satisfacer esta prestación los operadores que se comprometan a realizar de forma inequívoca un descuento en las ventas de los productos a que se refiere la norma a los consumidores finales”, incide el Ejecutivo. Es decir, como las ofertas que comercializan son superiores a los cinco céntimos, las petroleras quedarán eximidas de esta obligación.

Las suministradoras que no llegan a ese umbral de 750 millones de facturación —un tercio de la cuota de mercado, según fuentes de Hacienda— no tendrán que aportar una parte del descuento. Aun así, el consumidor final recibirá en el punto de venta la misma rebaja: “En el caso de que no exista descuento por parte del operador, la bonificación pública será de 0,20 euros por litro o kilogramo de producto”, confirman fuentes de Hacienda. El impacto presupuestario de la medida en su conjunto será de 1.423 millones de euros, según los cálculos del Ejecutivo.

Compatibilidad con otras ayudas

Esta bonificación es compatible con las devoluciones parciales del Impuesto sobre Hidrocarburos por consumo de gasóleo profesional. También podrán añadirse a las ayudas directas que recibirán los profesionales del transporte por la subida del precio de los carburantes.

Los productos bonificados con esta rebaja son la gasolina, el gasóleo A y B, el gasóleo para uso marítimo, los gases licuados de petróleo para la propulsión de vehículos, el gas natural comprimido licuado para vehículos, el gas natural licuado, el bioetanol, el biodiesel, así como las mezclas de gasolina con bioetanol o de gasóleo con biodiesel que requieran etiquetado específico, y el aditivo AdBlue.

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