Palma limita a tres el número máximo diario de cruceros a partir de 2022
El Gobierno de Baleares y las principales navieras alcanzan un acuerdo que sólo permitirá el atraque diario de un megacrucero de más de 5.000 pasajeros y otros dos buques de menor capacidad en el puerto de mayor tamaño de las islas
Desde el próximo año 2022 el puerto de Palma podrá acoger un máximo de tres cruceros al día y solo uno de ellos podrá tener capacidad para más de 5.000 pasajeros, los catalogados como megacruceros. El Gobierno de Baleares ha alcanzado un acuerdo pionero en España con las principales navieras del mundo para regular de forma efectiva la llegada a las islas de estas embarcaciones, que en los últimos años habían provocado una importante contestación social por parte de ecologistas y activistas de la capital balear. En 2019, el ú...
Desde el próximo año 2022 el puerto de Palma podrá acoger un máximo de tres cruceros al día y solo uno de ellos podrá tener capacidad para más de 5.000 pasajeros, los catalogados como megacruceros. El Gobierno de Baleares ha alcanzado un acuerdo pionero en España con las principales navieras del mundo para regular de forma efectiva la llegada a las islas de estas embarcaciones, que en los últimos años habían provocado una importante contestación social por parte de ecologistas y activistas de la capital balear. En 2019, el último ejercicio completo antes de la pandemia, las Islas Baleares fueron el segundo destino del turismo de cruceros a nivel nacional después de Barcelona, con la llegada de 2.656.443 personas y la escala de 818 buques, según datos de la Autoridad Portuaria del archipiélago.
El acuerdo alcanzado entre el Gobierno regional y la Asociación Internacional de Líneas de Crucero, que aglutina al 95% del sector supondrá, en la práctica, una reducción efectiva del número de escalas y de visitantes que se concentran en un mismo día en el centro de la ciudad. Según las previsiones, el año que viene atracarán 518 embarcaciones, un 13% menos de las que llegaron en 2019. El acuerdo estará vigente durante los próximos cinco años y contempla, de cara al año que viene, una serie de días excepcionados para respetar las escalas ya firmadas, debido a que las navieras tienen elaborados con meses de antelación los calendarios de atraque.
”Es un buen acuerdo. Las navieras entienden las especificidades de nuestro territorio y muestra la evolución que tienen las cosas y la voluntad de todos para fijar marcos de acuerdo”, afirma en declaraciones a EL PAÍS el consejero balear de Turismo, Economía y Modelo Económico, Iago Negueruela, que ha cerrado en Hamburgo (Alemania) el acuerdo con la patronal tras dos años de negociaciones.
Para Negueruela, el acuerdo tiene un doble valor, ya que no hay ningún tipo de marco legislativo regulatorio para este asunto porque el atraque de estas grandes embarcaciones en los puertos está amparado en la libre circulación de personas, mercancías, bienes y servicios dentro de la Unión Europea. “Es la primera vez que se fija un límite real del número de cruceristas que llegarán a Palma, algo que no habría sido posible sin la voluntad del sector. Somos el primer destino de España en rubricar un acuerdo así, y el primero de un tamaño tan importante”, señala el consejero. Solo hay otras dos ciudades europeas que cuentan con una regulación similar: Dubrovnik en Croacia y Aalborg en Dinamarca, con una presencia de buques y visitantes a mucha distancia de Palma, que es el tercer puerto del Mediterráneo en volumen de pasajeros después de Barcelona y Civitavecchia (Italia).
Según un estudio del Consejo Económico y Social de Balares, el puerto de Palma acoge, de media, diez veces más cruceristas un día de agosto que un día de enero. Un día de verano con afluencia media visitan el centro histórico alrededor de 8.000 cruceristas; en las jornadas con más movimiento se pueden llegar a reunir hasta 16.000 visitantes, haciendo prácticamente insostenible la convivencia con los residentes de estos barrios.
Al calor de la saturación turística nació la Plataforma contra los Megacruceros, formada por una treintena de entidades del ámbito ecologista, social y de asociaciones vecinales, que ha reclamado un freno a la llegada de estas embarcaciones con un límite que situaban en un barco al día. El acuerdo alcanzado este lunes por el Gobierno balear también contempla una serie de aspectos vinculados a la reducción del impacto medioambiental y a una mejora de la sostenibilidad de estas embarcaciones, una serie de medidas que se concretarán entre las navieras y el Ejecutivo balear en las próximas semanas.