Pedro Machado: “Hoy una crisis bancaria la pagaría el Fondo de ese país y los contribuyentes”
Según el responsable de la banca española en la Junta Única de Resolución de entidades de Europa, es frustrante que estemos en 2021 y no haya perspectivas de avanzar en el Fondo europeo
Pedro Machado (Lisboa, 50 años) lleva más de 20 años trabajando en regulación y supervisión financiera, pero tiene un currículo ampliado por su experiencia política. Es el responsable de los bancos españoles en la Junta Única de Resolución (JUR), el organismo europeo que liquida o vende un banco cuando colapsa, como se hizo con el Popular en 2017. Machado, que veranea en España y habla perfecto castellano, ha sido jurídico del Banco de Portugal, Jefe de Gabinete del Ministro de Finanzas entre 2011 y 2013, y ha trabajado en el ...
Pedro Machado (Lisboa, 50 años) lleva más de 20 años trabajando en regulación y supervisión financiera, pero tiene un currículo ampliado por su experiencia política. Es el responsable de los bancos españoles en la Junta Única de Resolución (JUR), el organismo europeo que liquida o vende un banco cuando colapsa, como se hizo con el Popular en 2017. Machado, que veranea en España y habla perfecto castellano, ha sido jurídico del Banco de Portugal, Jefe de Gabinete del Ministro de Finanzas entre 2011 y 2013, y ha trabajado en el Banco Central Europeo y en PwC. Mide cada una de sus palabras, consciente de que todo lo que rodea a la supervisión bancaria siempre es delicado.
Machado no oculta su frustración porque haya pasado una década desde que los organismos supervisores europeos pidieron la aprobación del Fondo de Garantía de Depósitos común, un sistema que pueda garantizar que cualquier euro depositado en un banco de la eurozona tenga el mismo respaldo independientemente del país de origen de la entidad.
“Es frustrante que estemos en 2021 y no haya perspectivas de avanzar en el Fondo europeo”, dice. Y advierte que, por la ausencia de este mecanismo, la situación todavía está como en 2012, cuando quebró la mitad del sistema financiero español, y la factura de más de 45.000 millones de gasto público se la encajaron a los contribuyentes. “Si hoy hay una crisis bancaria, tendrán que pagar el Fondo de Garantía de cada país y el contribuyente”, como hace una década. Machado insiste en que el Fondo europeo es “imprescindible para dar confianza y evitar crisis de una entidad o del sistema. Además, este fondo permitirá la movilidad plena de capital en Europa y que exista un verdadero mercado interno europeo”.
Entonces la cuestión es ¿por qué se está frenando este Fondo de Garantía? Este alto funcionario de la JUR tiene claro que “a algunos”, sin precisar más, “el nivel de riesgos que tienen los bancos les genera desconfianza porque creen que todavía es elevado y no quieren avanzar hasta que no se reduzca más”.
En la Junta Única de Resolución discrepan y consideran que los bancos han progresado mucho en la disminución del riesgo, en la reducción de la morosidad y que han incrementado el capital y la solvencia.
Cualquiera observador apuntaría a Alemania y a los países que siempre la acompañan, como los que ponen los palos en la rueda para frenar este fondo y la unión bancaria. Machado prefiere no señalar: “No creo que haya que decir que es por un país u otro, cada uno tiene visiones diferentes”, pero recuerda que “la propia existencia del Fondo europeo reduciría el riesgo de la deuda soberana en manos de los bancos”.
La JUR son como los bomberos que llegan al edificio (un banco en este caso) en llamas o a punto de arder. Por eso, su objetivo es que cada entidad se refuerce construyendo un escudo defensivo anticrisis con deuda colocada en los mercados que sirve para reforzar sus pilares, es decir, sus recursos propios. Estas emisiones, que se denominan técnicamente MREL, son el camino para evitar que la factura llegue al contribuyente.
Los bancos grandes tienen más experiencia y capacidad para emitir en los mercados, pero los medianos no, y por eso han provocado dudas entre los supervisores. Ahora, la situación ha cambiado. “Soy cautelosamente optimista sobre la capacidad de emisión de los bancos medianos españoles y europeos. Y esto presupone que los inversores tienen confianza en esos bancos”, dice.
Pero el mantenimiento de los tipos de interés negativos desde 2016 va minando la resistencia de la banca mediana. Bankia explicó que su fusión era inevitable porque los tipos le dejaban sin oxígeno, sin posibilidad de recuperar rentabilidad con márgenes que disminuían cada año. La cuestión es si les ocurrirá lo mismo al resto de los bancos medianos.
Machado admite el problema y que “la rentabilidad preocupa a los supervisores y por eso apelan a las fusiones como método para incrementarla. Es cierto que los que se dedican al negocio minorista, de hogares y pymes, pueden ver caer sus márgenes debido a los tipos negativos. No obstante, si los tipos subieran, mejorarían los márgenes pero se podrá incrementar el riesgo de morosidad porque los préstamos se volverían más caros”, concluye.
Y apunta al dilema: “Es más difícil para los bancos ser rentables cuando no tienes escala, cuando no tienes dimensión. Por eso en España estamos viendo fusiones que buscan crear las sinergias necesarias para que ser más rentables”.
Imposible hablar con un responsable de la JUR sin mencionar al Banco Popular, que quebró en 2017 y quedó en manos de este organismo por unas horas hasta que lo compró el Santander, casi fuera de plazo. La sensación que provocó esta caída fue de gran improvisación en la JUR. Todavía no hay unanimidad si fue un problema de solvencia o de liquidez o una mezcla diabólica de ambos.
¿Qué pasó exactamente? “No voy a hablar de casos individuales ni aunque sean del pasado. Un banco puede entrar en insolvencia por problemas de capital, de liquidez o por la pérdida de confianza del mercado, de los inversores o incluso de los clientes, lo que al final es determinante. Podemos extraer lecciones de estos casos, pero cada uno es diferente”. No entra más.
La JUR se prepara para hacer frente a la siguiente crisis, pero será distinta, como siempre lo son y el mejor ejemplo es que esta se ha originado por un virus. Entonces, ¿cómo se puede diseñar herramientas si realmente luego no saben cómo va a ser el incendio? “Es una cuestión muy relevante: operamos con gran flexibilidad a la hora de planificar. Tenemos varios escenarios y estrategias clave previstas para ver cuál aplicamos en cada caso. Nos preparamos con un marco de flexibilidad y ensayo. Dedicamos muchos esfuerzos a contar con soluciones flexibles para poder resolver cualquier tipo de crisis”.
¿Podría repetirse la crisis de las cajas de ahorros?
¿Podría volver a desencadenarse otra crisis como la de 2010 a 2012 cuando, quebraron más de la mitad de las cajas de ahorros españolas? “En Europa hemos vivido crisis sin las herramientas adecuadas, sin un marco de resolución. Cada país tuvo que encontrar su camino para afrontar la crisis, como mejor podía y sabía. Ahora estamos mucho mejor porque tenemos las normas y los planes de resolución para operar y hacer frente a las crisis bancarias”, indica Pedro Machado, de la JUR.
Preguntado por las lecciones aprendidas de la crisis bancaria anterior, comenta que “se han visto reflejadas en la manera en la que los bancos han afrontado esta crisis pandémica. Los bancos han soportado esta recesión con reservas de capital más elevadas y balances más saneados. Si no hubiera sido así, los bancos podrían haber tenido problemas. Esta vez, no han sido parte del problema sino de la solución. Los bancos españoles han reducido muchos activos dudosos de sus balances”.
Buena parte de las entidades españolas están retirando provisiones bancarias ante la mejoría económica. Machado apuesta por la prudencia. “Debemos ser cautos y conservadores; no se debe pensar que la crisis está superada o que no vayan a llegar nuevos problemas. La calidad de los préstamos no se está deteriorando de forma significativa, pero hay que ser conscientes de que hay sectores muy vulnerables porque han sido muy golpeados por esta crisis, como el turístico, la hostelería y la restauración, que son importantes en España; todavía no está claro que mucha gente vaya a poder recuperar su empleo inmediatamente, la tasa de desempleo en España sigue siendo altas y eso también es un riesgo a la hora de hacer frente a los préstamos”.