La Airef mejora su previsión de déficit para 2021 gracias al empuje de la recaudación
El organismo prevé un desfase presupuestario del 7,3% este año, pero alerta sobre los riesgos a la baja para el crecimiento
Los importantes riesgos que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) continúa viendo en el horizonte económico no han impedido que mejore en cuatro décimas su previsión de déficit para este año. El organismo ahora estima que el desfase presupuestario se sitúe en el 7,3% del PIB en 2021, frente al 8,4% que estima el Gobierno. La razón de esta revisión es un ritmo de crecimiento de los ingresos por encima de las expectativas, según ha explicado este martes la presidenta del organismo, Cristina Herrero. “En 2021 nos han vuelto a sorprender los datos de recaudación”, ha afirmad...
Los importantes riesgos que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) continúa viendo en el horizonte económico no han impedido que mejore en cuatro décimas su previsión de déficit para este año. El organismo ahora estima que el desfase presupuestario se sitúe en el 7,3% del PIB en 2021, frente al 8,4% que estima el Gobierno. La razón de esta revisión es un ritmo de crecimiento de los ingresos por encima de las expectativas, según ha explicado este martes la presidenta del organismo, Cristina Herrero. “En 2021 nos han vuelto a sorprender los datos de recaudación”, ha afirmado este martes ante la Comisión de Presupuestos del Senado.
Los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria confirman la evolución positiva que están teniendo los ingresos públicos. No solo crecen con respecto a 2020; en octubre la recaudación neta fue un 10,6% superior a la de 2019, antes de que la pandemia asestara a la economía un golpe sin precedentes.
Pese a esta mejora en las previsiones presupuestarias, la Airef mantiene sus dudas sobre el crecimiento. El organismo avaló a finales de septiembre el escenario macroeconómico del Gobierno ―que ha diseñado los Presupuestos, ahora en tramitación, sobre un avance del PIB del 6,5% este año y del 7% el que viene―, pero avisó de que persisten varios riesgos a la baja y una elevada incertidumbre. En octubre, después de que el INE revisara a la baja el avance del PIB en el tercer trimestre, la institución también recortó sus estimaciones, del 6,4% al 5,5% para este año y del 6,8% al 6,3% para 2022.
Herrero ha matizado que las previsiones del Gobierno se mantienen dentro del rango de factibilidad que maneja, y ha recordado que el organismo ya había alertado sobre los riesgos vinculados a la pandemia y al desafío que suponen el encarecimiento de la energía y los cuellos de botella que están cortociruitando las cadenas de suministros mundiales. Además, ha insistido en la necesidad diseñar una senda de consolidación fiscal a medio plazo y ha avisado sobre la falta de concreción del impacto del Plan de Recuperación.
“Todavía tenemos incluido en 2021 un impacto en el Plan de Recuperación de siete décimas de PIB, que sabemos que no va a ser así”, ha adelantado Herrero acerca de un ulterior recorte en sus previsiones de crecimiento para este año. “Sigue habiendo una revisión a la baja, que sobre todo afecta a 2021, y por contra sigue habiendo una mejora en el resultado presupuestario, que ahora situaríamos en el 7,3% del PIB como consecuencia de una mejora en los ingresos”, ha añadido.
Hace algo más de dos semanas, la Airef había afeado a los ministerios de Economía y de Hacienda, así como al INE, por haber hecho caso omiso a las recomendaciones que había formulado. El organismo había pedido al Instituto Nacional de Estadística coordinar sus publicaciones al calendario europeo y presupuestario, más transparencia a Economía sobre los fondos europeos y había instado al departamento que dirige María Jesús Montero a diseñar un plan de consolidación fiscal a medio plazo.
2022, año decisivo
La Airef considera que 2022 será un “año decisivo”. Para entonces, el organismo ha mantenido su estimación de déficit en el 5%, en línea con las previsiones oficiales. Pero añade que “a las incertidumbres macroeconómicas se añaden dos factores institucionales que plantean grandes interrogantes”. Uno de ellos es la previsible vuelta de las reglas fiscales, que fueron suspendidas con el estallido de la pandemia en línea con la decisión de Bruselas de congelar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento para permitir una expansión del gasto público.
Por el otro lado, permanecen los retos relativos a la implementación del Plan de Recuperación, en cuanto a ritmo de ejecución e impacto en el crecimiento. “Maximizar su impacto en el crecimiento requiere de una adecuada evaluación ex ante, en ejecución y ex post”, considera el organismo.
Ante este escenario, la institución alerta sobre el posible aumento del gasto estructural tras la progresiva retirada de las medidas para luchar contra la covid-19, sin que este sea respaldado con una fuente de financiación permanente. Asimismo, reitera la necesidad de contar con estrategias de medio plazo en el que se incluyan las reformas e inversiones vinculadas a los fondos europeos, la consolidación de la recuperación y la reducción de una deuda que ya supera el 120% del PIB.