Un bar holandés frena la vuelta del gigante estadounidense de comida rápida Wendy’s a Europa
El grupo de restauración estadounidense quiere implantarse en Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, pero la denominación pertenece al dueño de un pequeño bar de una ciudad costera holandesa
La cadena Wendy’s de comida rápida, con sede en Ohio (Estados Unidos) y unos 6.700 restaurantes repartidos por el mundo, ha perdido el litigio emprendido en el año 2000 contra un pequeño bar del mismo nombre en Países Bajos. El Wendy’s holandés abrió en 1988 en Goes, una localidad de Zelanda, en la costa sur del mar del Norte. Este martes, un Tribunal de Apelación local ha decidido que puede conservar la denominación. Como además su dueño la registró como marca en 1995 para operar en el Benelux (...
La cadena Wendy’s de comida rápida, con sede en Ohio (Estados Unidos) y unos 6.700 restaurantes repartidos por el mundo, ha perdido el litigio emprendido en el año 2000 contra un pequeño bar del mismo nombre en Países Bajos. El Wendy’s holandés abrió en 1988 en Goes, una localidad de Zelanda, en la costa sur del mar del Norte. Este martes, un Tribunal de Apelación local ha decidido que puede conservar la denominación. Como además su dueño la registró como marca en 1995 para operar en el Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo), la multinacional de las hamburguesas no puede utilizarla para implantarse allí. Un frenazo en seco, al menos por ahora, para una firma que es la tercera de su país después de McDonald’s y Burger King.
La compañía estadounidense Wendy’s tiene como imagen de marca el rostro sonriente de una niña pelirroja con coletas —la hija del fundador, Dave Thomas— y cerró en los años ochenta las filiales que tenía en Europa. En 2017 ya perdió este caso en primera instancia y no consigue regresar a suelo europeo. De momento, no se ha pronunciado sobre el fallo en apelación. Raymond Warrens, el dueño de la discreta Wendy’s holandesa que le ha ganado en los tribunales, ha declinado asimismo hacer declaraciones. También le puso el nombre de su hija al bar-cafetería donde vende sobre todo patatas fritas, hamburguesas o bocadillos de frikandel, una salchicha frita muy popular a su vez en Bélgica. Wendy’s (con la coma alta del inglés para indicar que es De Wendy) resultaba una elección entrañable para su familia. Nada más. Para la multinacional, sin embargo, supone una barrera infranqueable y por eso alegaba que la marca Wendy’s holandesa había perdido su validez al no haberse abierto otro local en el Benelux en todos estos años.
Los jueces de apelación del tribunal de Den Bosch no lo han visto así. En su fallo, señalan que el empresario holandés “usa la marca Wendy’s en el sector de comida rápida, y la misma está presente en la fachada, sus recibos, bolsas y servilletas”. La marca aparece, por otro lado, en camisetas y actividades de patrocinio. De modo que, contrariamente a lo sostenido por la multinacional, “no es necesario que una cafetería de barrio disponga de múltiples sucursales o bien haga propaganda fuera de su región. Por todo ello [Raymond Warrens] puede conservar su marca para el Benelux”. La sentencia añade, eso sí, que no ha demostrado el uso comercial de la marca con los productos que prepara y vende.
En Estados Unidos, Wendy’s se estrenó en 1969 en Columbus, Ohio (Estados Unidos). Para finales de 2021 espera contar con unos 7.000 restaurantes, y hasta 8.000 en 2025, según explicó el pasado marzo Todd Penegor, su director ejecutivo. Está presente también en 31 países, entre ellos, China, India, Japón, Chile e Indonesia, y acaba de regresar a Reino Unido. Un abultado currículo que contrasta con su rival holandesa, situada a la orilla del puerto de Goes, localidad de unos 40.000 habitantes.